Socializar podría prolongar significativamente la vida, revela estudio chino
En comparación con los que nunca socializaban, los que lo hacían ocasionalmente retrasaron su muerte en un 42 %
Un equipo de científicos chinos aseguran haber descubierto que la participación frecuente en actividades sociales retrasa la muerte hasta en un 204 %, informó hoy la prensa estatal.
Los investigadores, de la Universidad de Sichuan, se basaron en datos extraídos de una encuesta en la que participaron unos 28.500 ancianos, con una edad mediana de 89 años.
La encuesta se remonta a 2002, cuando se registraron los primeros datos de algunos de los ancianos, y se prolongó hasta 2018, cuando se recabó la información más reciente, señala la agencia estatal Xinhua.
Los científicos dividieron a los participantes en cinco categorías: entre los que tenían actividades sociales al menos una vez cada día, cada semana, cada mes, ocasionalmente y nunca.
Tras ajustar variables como el sexo, el estado civil o el nivel de ingresos y realizar un seguimiento a los pacientes de al menos cinco años, los científicos concluyeron que una mayor frecuencia de interacciones sociales se traducía en una vida "significativamente más larga".
En comparación con los que nunca socializaban, los que lo hacían ocasionalmente retrasaron su muerte en un 42 % y aquellos que lo hacían semanalmente, en un 110 %, mientras que los que tenían interacciones sociales cada día pospusieron su fallecimiento en un 204 %.
Pese a que los beneficios para la salud que tiene la socialización se conocen desde hace tiempo, la mayoría de estudios se basan en datos recabados de personas en países occidentales, con poca información sobre las poblaciones asiáticas, señala la agencia.
Alrededor del año 2035, habrá más de 400 millones de personas mayores de 60 en China, que representarán más del 30 % de la población.
Las autoridades han advertido que el envejecimiento de la población presenta numerosos desafíos para la provisión de servicios públicos y la sostenibilidad de la seguridad social.
China registró un descenso de 850.000 habitantes en 2022 en su población, que cerró el año con 1.411,75 millones de habitantes, en contraste con los 1.412,6 millones que contabilizó a finales de 2021.