Elegancia, urbanismo y feminismo: Venezuela vive una "semana de la moda" para reactivar la industria
La elegancia, el urbanismo y el feminismo se apoderaron de tres días de pasarela en Venezuela en una nueva apuesta: la creación de una cultura de "semana de la moda" que culminó este sábado y que busca avivar una industria casi inexistente tras años de crisis.
La noche más vibrante llegó en el desfile de cierre con los diseñadores venezolanos de alta costura Ángel Sánchez, conocido por vestir a personalidades de Hollywood; Giovanni Scutaro, por diseñar para caballeros y expresidentes; y Alejandro Fajardo.
Los diseñadores de larga trayectoria cerraron la semana en un intento por apoyar el evento que busca potenciar las marcas locales y atraer al mercado internacional.
La meta es "consolidar" este evento, explicó a la AFP Romina Palmisano, modelo y organizadora la "Semana de la moda WTC Hesperia", celebrada en su segunda edición del año en un reconocido hotel de la ciudad de Valencia, Carabobo (norte), un estado escogido por su condición de zona industrial.
"No podemos decir que somos industria de moda", pero "estoy tratando como de crear esta cultura y de enseñar", dijo.
El evento contó en sus primeros cuatro días con diferentes conferencias para orientar y educar sobre esta industria.
"A nivel económico Venezuela es un país que está cuesta arriba en todos los sentidos, desde confeccionar, comprar insumos", dice Palmisano que reconoce las dificultades económicas, pero que se muestra convencida del potencial en moda debido a la creciente oferta de emprendimientos.
En la colección de Sánchez fueron reflejadas las distintas personalidades de la mujer, su feminidad y delicadeza.
El diseñador, establecido en los Estados Unidos que ha vestido a actrices como Meryl Streep, se dijo "muy emocionado" de estar en su país con esta colección.
El ítalo-venezolano Scutaro, por su parte, exhibió su "oda a España", su más reciente trabajo en el que conjugó el color rojo, el negro, la música, los pliegues, los sacos y los sombreros para honrar el flamenco.
La elegancia masculina también llegó de la mano de Scutaro con trajes un poco más sobrios en azul, gris y negro.
"Venezuela se lo merecía porque es un país noble con gente capaz, a la gente le gusta la moda, este no es un país que esté renegado a la moda. Es un país que realmente invierte mucho en su aspecto físico", comentó Scutaro.
Las pasarelas también se iluminaron con la presencia de dos marcas colombianas: Cubel que exhibió el urbanismo y vanguardismo, y Agua Bendita que presentó sus coloridos trajes de baño.
El feminismo fue otra tendencia que se hizo sentir. "Dios es una mujer", se leía en inglés en los diseños de la marca venezolana Kosh en un estilo muy casual.