A LA MODA
Susana y Kevin: amor entre texturas y costuras
Pasión. La pareja ama la moda. La creatividad ha fortalecido su complicidad y compromiso, al tiempo que despierta el deseo de superarse juntos en la industria.
Algunas personas entienden muy rápido a qué se dedicarán en la vida, lo que les gusta y les apasiona. Este es el caso de Susana Céspedes, quien desde muy corta edad entendió que hacer moda era una de sus destrezas.
Cuando era niña, su madre confeccionaba los vestidos de ella y su hermana, y con los retazos que quedaban, la entonces ‘minidiseñadora’ vestía sus muñecas, y vendía otras piezas a sus vecinas.
Una realidad distinta fue la de Kevin Fernández, su esposo, que, aunque la moda se encargó de unirlos, no sintió esa inclinación en la infancia. Su madre lo llevaba a talleres de costura para que no dejarlo ocioso en la casa, y como una forma de motivarlo para aprender alguna manualidad.
“Al principio, iba por obligación, y porque era eso o trabajar cultivando arroz en una finca. Una práctica común de los habitantes de Jima Abajo, La Vega, el municipio donde nací”, explica.
Con el pasar de los años comenzó a gustarle el oficio. Se enamoró del sonido de las máquinas de coser y del resultado que se lograba en cada pieza. Kevin trabajó por muchos años en su pueblo, luego se mudó a Santiago, donde laboró para algunos diseñadores, entre ellos, alguien de quien guarda gratos recuerdos, Ani Luciano de Cordero, de Ana entre Costuras, una experiencia que con gratitud sostiene, “nunca olvida”.
Ambos estudiaron Administración de Empresas, sus conocimientos sobre moda fueron adquiridos de forma empírica. “A Kevin le apasiona el patronaje, cortar las telas y crear. Para él no hay un día de trabajo, puede coser todos los días. Le encanta aprender, leer e investigar sobre el tema”, dice Susana con admiración.
La vida los unió en 2018. Para Kevin, fue amor a primera vista. Mientras enamoraba a Susana, también le proponía un negocio en el cual pudieran hacer moda juntos. El resultado: ‘Susana Tendencias’, un atelier de alta costura con estilo sofisticado y elegante.
“Ella es mi inspiración, disfruto cuando ella imagina los diseños y yo puedo crearlos. Somos un buen equipo”, dice kevin.
Susana obtuvo sus primeras clientas durante pandemia, todas amigas de la pareja. “Coordinábamos con el cliente para ir a su casa u oficina, llevábamos muestras de las telas. En esa reunión decidíamos el diseño, tomábamos las medidas, luego volvíamos a probar, para hacer entrega”. Así pasaron de confeccionar blusas a familiares y amigos, a elaborar atuendos de personas reconocidas en el ámbito social.
Cada día un nuevo reto
Susana y Kevin confiesan que trabajar juntos tiene sus ventajas y desventajas. “Tenemos días hermosos, como también muchos caóticos, pero, cada mañana damos gracias a Dios por esta bendición”.
Susana es la diseñadora, encargada de la terminación a mano y quien da la atención al cliente; mientras Kevin, tiene la responsabilidad de hacer el patronaje, corte y el manejo del personal de producción.
En la actualidad trabajan en una nueva colección y pronto contarán con un espacio físico para exhibir sus proyectos.
Escencia
La propuesta tiene un concepto atemporal. Cada una de sus piezas está elaborada con algodón, lino, crepé y poliéster.
¿Qué caracteriza a esta firma?
Céspedes asegura que la terminación de alta costura, el amor y el empeño para que cada pieza sea única. Para ellos, el proceso previo al resultado final, es lo más importante. “Crear es lo más divertido del proyecto. Es algo mágico: yo lo imagino y lo simulo en miniaturas, y Kevin lo crea en papel, luego en telas. Juntos logramos que las piezas sean perfectas”, concluye Susana.