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Ana solo espera que su hija la escuche alguna vez, para ello debe pagar 28,000 dólares

Fuente externa.

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Helenny AmparoSanto Domingo, RD

Hace dos años Ana Rodríguez, de 40 años, cumplió uno de sus más preciados anhelos; convertirse en madre. Ahora sueña con que su hija pueda escuchar su voz algún día.

La niña Framkny Amaia Germán Rodríguez, de dos años y nueve meses, fue diagnosticada hace un año con hipoacusia congénita neurosensorial bilateral de profunda a grave, padecimiento que hace referencia a la pérdida auditiva por afectación del oído interno o del nervio auditivo y para poder apreciar los sonidos debe someterse a un procedimiento quirúrgico con valor de 28,000 dólares.

A pesar de su condición de nacimiento, desde los primeros meses, narró Rodríguez, Framkny fue “muy despierta y activa”, lo que disimuló ante los ojos de sus padres el impedimento auditivo.

La niña siembre seguía el movimiento, los colores brillantes y los animales, pero tanto ella como su esposo Randy Joel Germán, de 39 años de edad, notaron que la pequeña no respondía a su nombre o a los sonidos de su alrededor, incluso no reaccionaba a los ruidos bruscos.

“Cuando la llamaba ella se quedaba normal, solo cuando uno se ponía de frente ella reaccionaba”, resaltó Rodríguez.

Ana y Randy, quienes vive en el barrio Los Cajuiles de Cotuí, provincia Sánchez Ramírez, se negaban a cualquier pensamiento de que su hija tuviera alguna complicación de salud y fue la insistencia de sus familiares y allegados la que le convencieron de acudir a un médico otorrino.

Después de la primera cita su nivel de preocupación disminuyó cuando, tras un estudio, le informaron que la pequeña, que en ese entonces tenía ocho meses, solo tenía agua en los oídos.

Fue un diagnostico erróneo pero Ana y Randy encontraron tranquilidad en el. “Como madre me alegre de que no fuera algo tan grave”, señaló.

Pasó un promedio de tres o cuatro mese y Ana no veía progreso, por lo que acudió a la pediatra, quien la transfirió a una neuróloga-pediatra para repetir todos los análisis auditivos, fue entonces cuando los padres de Framkny se enteraron de la situación real de la pequeña.

“Yo aun no asimilo eso. Estoy como dice la gente: en shock”, dijo Ana con la voz entre cortada.

Posterior al diagnostico, a Framkny se le indicó unos auxiliares auditivos, aparatos electrónicos que tenían como objetivó estimular los nervios, con un costo de 200,000 pesos, y según contó la madre, los pudieron obtener a través de donaciones de familiares, vecinos y otros múltiples esfuerzos.

Actualmente Ana está desempleada tras un recorte de personal en la tienda donde laboraba y se mantienen con los ingresos de Randy que trabaja como maestro constructo, que por la incidencia de la pandemia del covid-19 se han reducido, de acuerdo con lo manifestado por Ana.

Ante la imposibilidad de reunir los 28,000 dólares que cuesta la operación de implantes cocleares para que la pequeña pueda escuchar, Ana clama por cualquier ayuda que pueda aligerar el monto.

“Yo sé que es mucho pero de a poquito se puede lograr. Hasta un granito de arena para nosotros es muchísimo”, resaltó Ana.

Petición a la primera dama

En su imparable búsqueda de ayuda y respaldo económico para mejorar la condición de salud de Framkny, Ana ha apelado a la solidaridad de la primera dama de la República, Raquel Arbaje en varias ocasiones pero no ha tenido éxito.

“Yo le pongo comentarios a todas las fotos que ella pone en instagram para que me hagan caso, me dieron un número para que le escribiera un mensaje pero no me han contestado”, expresó la madre.

Contactos

El que desee colaborar con el proceso quirúrgico de la pequeña Framkny puede hacerlo a través de las cuentas bancarias 23360880019 del BHD- León, 9600768385 del Banreservas o contactarse con la madre, Ana Rodríguez, al 829-414-5252.