PSICOLOGÍA
Mamá a destiempo: Crianza de hijos en manos de hermanas
En tiempos pasados, una de las causas principales por las que la hermana de un niño debía hacerse cargo de este era la cantidad de hijos que tenía el matrimonio y que, usualmente, la madre no daba abasto para cuidar ella sola de todos, por lo que requería de las hijas mayores para ayudar con el cuidado de los menores.
Actualmente, una de las causas principales es económica, ya que la madre debe salir a trabajar para poder sustentar a sus hijos. Ya sea por ser madre soltera, porque los ingresos del esposo no son suficientes, o por pocas redes de apoyo (como un familiar o allegado adulto que pueda colaborar con el cuidado del niño).
Aunque muchas veces de manera cultural se delega a los hermanos mayores “estar pendiente” del hermano menor, esto se da aunque la madre tenga un cuidador a cargo (y puede repercutir psicológicamente en alguna responsabilidad en el joven aunque esté el cuidador presente). Es decir que este escenario se puede dar en todas las clases sociales.
Roelka Ventura, especialista del centro Psicológicamente, analiza el fenómeno.
¿Es deber de un adolescente ayudar a criar a los pequeños de la casa? No es su deber. La crianza de los niños es una responsabilidad únicamente de los padres, no del adolescente. En ese aspecto, se puede decir que muchas veces la integridad física de los niños se ve afectada, ya que pueden ser víctimas de accidentes caseros debido a la ausencia de los padres, porque el cuidador, en este caso un adolecente, muchas veces no tiene la capacidad para cumplir a cabalidad ese rol.
Entre los derechos que se pueden ver violados en esta situación, está el de desarrollo tanto de la joven como del infante: el desarrollo emocional de la adolescente está acelerando su crecimiento en función a una misión de adulto, mientras que en el niño puede verse afectado emocionalmente el vínculo que va adquiriendo hacia la hermana.
Otro artículo que puede verse violado es el que trata sobre el derecho a la diversión. Esto en caso de que el rol de cuidador le afecte en este sentido, ya que muchas veces por cuidar a sus hermanos no pueden salir a divertirse ya que es muy desgastante y requiere de mucho tiempo dedicarse a cuidar a un niño.
¿Por qué las hermanas mayores son las cuidadoras y casi nunca los hermanos varones? Esto muchas veces es cultural, ya que se considera que las hembras son más diestras que los varones en cuanto a labores de la casa. Sin embargo, esto no quiere decir que en caso de que no exista figura femenina en esa familia no se delegue la función al hermano varón de mayor edad.
¿Qué provoca esto en la criatura? En muchas ocasiones puede provocar confusión de roles, es decir, el niño puede llegar a tener un vínculo maternal o paternal con la hermana o hermano que ha asumido este rol. Incluso pueden llegar a decirle mamá o papá generando confusión en muchas ocasiones en seguir órdenes como parte de la crianza cotidiana.
¿Qué consecuencia tiene para la hermana? Es una responsabilidad y vivencia a destiempo, por lo cual estas jóvenes pueden incluso llegar a sentir frustración y confusión sobre la maternidad. A veces, estas muchachas no quieren tener hijos porque han vivido una etapa para la que no estaban preparadas emocionalmente ni les correspondía vivir aún. Muchas en la consulta llegan a decir “doctora yo no quiero tener hijos porque ya sé que es eso y no me gusta, estoy cansada”, ya que para un adolescente a nivel emocional agregar situaciones que no pueden manejar puede confundirlos más sobre lo que quieren o no en la vida.
Muchas veces, estas jóvenes contraen matrimonio a destiempo intentando huir de la responsabilidad que llevan en la casa. En otros casos, simplemente refieren no querer casarse nunca debido al impacto de la experiencia vivida.
La relación con los padres puede verse afectada directamente, ya que si la adolescente quisiera salir a divertirse y por la responsabilidad de cuidar del hermano no puede, llega a sentir mucha rabia hacia la madre o el padre por delegarle dicha responsabilidad y llegar a sentir que es injusto.
Cronología. No existe una edad específica en la que un joven esté preparado para cuidar de un niño. Esto puede variar dependiendo de cada persona. Generalmente a partir de los 13 años, si el adolescente es mental y físicamente sano puede realizar ciertas labores, pero siempre bajo la supervisión de un adulto.