Animación de fiestas
El costo de ser un personaje infantil
Amenizar fiestas y espectáculos para niños es un asunto serio. Y costoso. Los trajes que visten los animadores infantiles, que pueden ser payasos o ir disfrazados de personajes de películas y series, ameritan que se preste atención al detalle, además de una inversión constante.
Este trabajo es “costoso y delicado”, dice Richard Espinal, de Producciones Saltarín y Gasparín, firma dedicada a la organización y animación de eventos para los más pequeños de la familia.
Espinal, quien hace el papel del payaso Saltarín, dice que los payasos dominicanos suelen pedir sus trajes fuera del país.
En su caso, los ordena en naciones como México y Perú, donde los confeccionan con gran nivel de calidad y vistosidad.
“Podemos hacerlos, pero en esos países los hacen muy bonitos”, comenta el artista con 41 años en la animación infantil. “Es más fácil importarlos y cuesta casi lo mismo que confeccionarlos aquí. Y ahora es más fácil conseguirlos”.
El precio del atuendo varía, pero “es costoso” y se adquiere en dólares.
Espinal detalla que los zapatos de payaso (que son enormes y con la parte frontal redondeada) pueden costar de 110 a 120 dólares; el traje (sin la camiseta), de 130 a 140 dólares, y la peluca alrededor de 30 dólares.
El payaso profesional debe disponer de varios atuendos o tratar de cambiarlos cada tres o cuatro meses.
El también conductor del programa televisivo “Saltarín show” explica que esto ayuda a variar la vestimenta cuando se es contratado en más de una ocasión por la misma familia o institución.
Además, conviene cambiar el disfraz cada cierto tiempo porque, como cualquier otra ropa, el traje de payaso se deteriora.
Si son originales, los trajes de personajes infantiles como los de Disney pueden resultar incluso más costosos que los de payaso.
Muñequitos y superhéroes Los personajes infantiles no pueden faltar en las fiestas y espectáculos para niños, comenta Carmen Martínez, de la firma Arleking Party.
Hay algunos de esos personajes que siempre se mantienen, dice Martínez, que cuenta con aproximadamente 30 años de experiencia en la organización y animación de actividades para la familia.
Entre los personajes que se mantienen a pesar del paso de los años, cita figuras de Disney como Mickey y Minnie Mouse. Les siguen los superhéroes.
“Otros personajes -dice Martínez- se usan por moda”.
En ocasiones, coinciden en decir tanto Martínez como Espinal, hay personajes que permanecen en el gusto de los niños por tan poco tiempo que la inversión que se hace para adquirir los disfraces prácticamente se pierde.
En la actualidad, las familias solicitan en sus eventos la participación de animadores vestidos como personajes de las series de televisión “Héroes en pijamas” (“Pj Masks”), “Paw Patrol” y “Doctora Juguetes”.
En esta firma de organización de eventos no confeccionan los disfraces de estas figuras. Los adquieren en el exterior, informa Martínez, la mayoría en Estados Unidos.
Disfraces
En el país existen tiendas donde se pueden adquirir disfraces, pero su público principal lo conforman niños, no animadores profesionales.
Digna Vázquez, de Digna’s Bodas y Cumpleaños, firma que tiene 44 años dedicada a la venta de artículos para eventos, dice que la lista de disfraces más populares entre los niños la encabezan los de superhéroes y películas animadas.
Le siguen disfraces relacionados con oficios como los de bomberos, policías, médicos o enfermera. Vázquez aclara que se trata de trajes creados para eventos, no fabricados por las empresas de confección de uniformes, pues este es un renglón completamente aparte.
En este tipo de comercios se encuentran algunos detalles de la vestimenta de los payasos, entre ellos, pelucas, narices, zapatos y maquillaje.
Productores de programas de televisión y de espectáculos, así como comediantes, se acercan para adquirir elementos para sus espacios, comenta Vázquez, cuya tienda importa disfraces provenientes en su mayoría de plazas como Estados Unidos y China.