PASATIEMPO

Escalar las rocas

La fortaleza mental del escalador resulta igual de importante que su condición física

Si un día cualquiera, mientras transita por la avenida Cayetano Germosén, observa a algunos jóvenes trepando los farallones del Parque Mirador Sur, no se sorprenda. Este escenario capitaleño es desde hace años lugar de encuentro para los amantes de la escalada sobre roca. 

“Es nuestro templo. Ahí es donde nosotros rezamos”, dice a modo de broma Antonio Morales, de 30 años. 

Como otros escaladores de la capital, este ingeniero industrial comenzó a practicar la disciplina en el Mirador Sur hace ya once años por invitación de un amigo. 

La iniciación de Giordanno de Peña, administrador de empresas de 33 años, también tuvo lugar en esas rocas, pero hace alrededor de 15 años. 

Igual que Morales, llegó acompañado por un amigo. 

Así ocurre con muchos dentro de la comunidad de “rock climbers” del país -que ronda entre 40 y 50 miembros “mal contados”, como ellos mismos afirman-: alguien se siente atraído hacia esta práctica y, por referencia de los amigos, es introducido a algún escalador experimentado que le enseña los secretos de este deporte. 

“No es solamente que uno enseña a una persona porque a uno le gusta escalar -comenta De Peña, quien imparte cursos de escalada deportiva-. Mientras más gente escale hay más recursos para reparar las rutas y hacer otras nuevas”. 

Morales, gerente y copropietario de la empresa ARM Climbing, corrobora: “Mientras más gente, más se desarrolla. El deporte crece a medida que la gente crece y va tomando auge”. 

¿La muestra? Cuando comenzó a escalar, comenta, el Mirador Sur contaba apenas con una decena de rutas y hoy hay alrededor de 30. 

Pero el Mirador Sur es solo una puerta de entrada a este mundo. En otros lugares del país se levantan paredes rocosas apropiadas para quienes desean probar la resistencia de su cuerpo... y de su mente. 

Rutas cortas pero muy interesantes

Para el escalador Giordanno de Peña, el Parque Mirador Sur es uno de los mejores gimnasios de escalada del mundo. 

¿Por qué? Porque, aunque no se trata de un gimnasio en el más estricto sentido del término, tiene buenas condiciones para practicar escalada deportiva, como secciones de roca completamente expuesta de hasta diez metros de altura, gran concentración de rutas y un ambiente controlado. Todo sin salir de la ciudad. 

Según De Peña, en otros países, los lugares para hacer “rock climbing” se encuentran como mínimo a 45 minutos de la ciudad. 

“Aquí tenemos un lugar en el centro de la ciudad -destaca-. Quizás no sea el lugar donde puedas hacer rutas más altas, donde consigas el mayor desempeño ni el mayor desarrollo, pero está ahí, y tiene rutas cortas pero interesantes y difíciles”. 

Retar cuerpo y mente

Donde el común de las personas no ve más que una pared rocosa, un escalador ve un problema por resolver. 

“Una ruta de escalada es un capricho”, asegura Giordanno de Peña, quien tiene unos 15 años de experiencia en la escalada deportiva. 

“Por alguna razón te llama la atención una sección de roca o una ruta y eso se convierte en un problema, en una obsesión”. 

La solución del problema en cuestión -¿cómo llegar al final de una ruta determinada?- no depende únicamente de las aptitudes físicas. Completar la ruta (vía por la cual se asciende y que ha sido asegurada con pernos para las cuerdas) puede demandar varios intentos cuando tiene un alto grado de dificultad. Por eso, la capacidad mental y el nivel de compromiso del escalador resultan igual de importantes que su condición física. 

¿Qué enseñan las rocas?

Cuando se les pregunta a los amantes de la escalada deportiva sobre los requerimientos de esta disciplina, usualmente comienzan por describir la actitud. Concentración, autocontrol, paciencia, actitud positiva, humildad... ¿humildad? Sí. 

“Algunas veces la roca es tan dificil que tú sientes que es una penitencia que tú estás pasando”, dice el escalador Antonio Morales, para quien es necesario cierto grado de humildad a fin de entender lo que la piedra enseña. 

Y las facultades desarrolladas o afinadas en la práctica deportiva podrían extrapolarse a la vida diaria. Al momento de escalar se evalúan diferentes posibilidades para llegar a una misma meta (el final de la ruta). Igual pasa en la vida: una persona debe aprender a afrontar un problema por diferentes vertientes. 

“La escalada te enseña, más que a frenarte, a pensar rápido y seguir adelante”, dice Morales. 

“La parte artística”

La fascinación de Antonio Morales por la escalada data de la infancia. Recuerda que de pequeñito visitaba la ferretería de sus padres y se dirigía siempre al mismo lugar: la zona de las cuerdas. 

Sus inicios en la escalada, sin embargo, se dieron años después. 

Tenía 19 años la primera vez que ascendió por las rocas en el Mirador Sur. 

Aunque había visto videos y leído manuales, rememora aquella experiencia y reconoce: “Al comienzo uno no sabe lo que está haciendo; es lo más difícil del mundo, pero después uno le coge el pie”. 

Ahora Morales, igual que su socio de ARM Climbing, Richard de Marchena, trabaja en el desarrollo de rutas. 

“Es la parte artística”, manifiesta. “Lo que uno tiene al comienzo es nada -agrega Morales-, una pared de piedra, que generalmente está sucia, tiene mucha vegetación, arena...”. 

Según el joven, quien desarrolla rutas debe tener un ojo crítico y entender cuáles fisuras o formaciones le gustaría probar al escalador. También debe poseer experiencia en el manejo del equipo para asegurar la ruta, es decir, para instalar en el muro los pernos para que, a medida que el escalador ascienda, sujete de ellos la cuerda hasta llegar a un último punto o cadena, que simboliza el final de la ruta. 

Resistencia

En esta lucha contra la gravedad que se libra durante la escalada, se supone que una contextura delgada otorga ventajas, pero toda regla tiene su excepción. Personas gruesas han apreciado los beneficios de este deporte y se han sumado a su práctica. Una buena resistencia sí resulta imprescindible. 

Morales dice que, aunque en ocasiones el ascenso se torna monótono y repetitivo, ciertos movimientos o maniobras requieren el desarrollo de la fuerza explosiva. 

“Mientras más joven, mejor”

Aunque siempre le había llamado la atención la escalada sobre roca, Giordanno de Peña no se inició en esta actividad sino hasta el final de su adolescencia. 

Como muchos de los que comparten su pasatiempo, hizo montañismo y otros deportes al aire libre hasta que conoció a un escalador que lo invitó al Mirador Sur. 

¿Qué edad tendría entonces: 17, 18 años? De Peña no recuerda exactamente, pero asegura que comenzó tarde, pues “mientras más joven, mejor”. 

Según dice, niños de hasta ocho años pueden practicar en rocódromos y en la adolescencia temprana hacerlo con un grado de dificultad profesional. Antes de entrar a la adolescencia, el cuerpo es mucho más flexible y la escalada permite mantener esa flexibilidad sin afectar el desarrollo. 

“Como no estás levantando un peso muerto -explica-, pero estás haciendo una actividad cardiovascular y de extensión del cuerpo muy relacionada con la gimnasia olímpica en cuanto a los movimientos, te da flexibilidad, te da fuerza y no detiene el crecimiento o desarrollo físico”. 

Ecoturismo

La escalada deportiva y el ecoturismo necesariamente van de la mano. En su deseo de descubrir rocas “vírgenes”, los escaladores conocen lugares nuevos y atractivos, algunos de difícil acceso. 

“Cada búsqueda de un lugar para escalar se convierte colateralmente en una aventura”, concluye De Peña. 

Paraísos en piedra

Los amantes de la escalada sobre roca encontrarán sitios adecuados para la disciplina en distintos puntos y con bellos escenarios como telón de fondo. 

PLAYA FRONTÓN: Ubicada en Las Galeras, Samaná, playa Frontón encabeza la lista de los mejores lugares de escalada del país. Accesible por mar (a pie el trayecto toma un hora), Frontón cuenta con una extensa pared rocosa de más de cien metros de altura, según estimados.Giordanno de Peña considera que en el lugar puede desarrollarse un modelo de turismo de aventura. 

CONDE DE MANA: A 45 minutos de Santo Domingo, en la provincia San Cristóbal, se encuentra Conde de Mana, lugar idóneo para el desarrollo de rutas altas. La altura máxima de sus paredes oscila entre 70 y 80 metros. “Hay pocas rutas, pero las que hay son muy interesantes en el sentido de que tú tienes que trabajar mucho para hacerlas, no son fáciles”, dice De Peña. 

VALLE NUEVO: “¿Valle Nuevo?”, se preguntarán algunos. Y con razón. Aunque el lugar no se presta para la escalada deportiva, algunos consideran que reúne condiciones para la escalada en bloque, modalidad practicada en rocas que no superan los cuatro metros de altura, pero cuya dificultad permite al individuo mejorar sus habilidades muy cerca del suelo usando una colchoneta como protección. 

OTROS DESTINOS: En el Sur, la costa de Barahona se presta para la escalada en bloque y Pedernales para el psicobloc, modalidad similar a la escalada en bloque porque se desarrolla a escasa altura pero en este caso sobre el agua. El psicobloc también se puede practicar en Los Haitises. El Seibo cuenta con una zona de gran potencial pero todavía no desarrollada: El Bejucal. 

EL EQUIPO BÁSICO PARA ESCALADA DEPORTIVA

Calzado. Única indumentaria empleada para mejorar el desempeño. Posee una goma de alta fricción que evita que los pies resbalen. 

Arnés. Compuesto de cinturón y perneras, al arnés va sujeta la cuerda. Asegura a la persona en caso de caída. 

Cuerda. La cuerda estándar tiene 70 metros de largo y se compone de alma (parte del centro compuesta de nylon trenzado) y camisa (recubrimiento exterior de poliéster trenzado que mejora la resistencia a la abrasión y el elongamiento). 

Cintas express. Cintas de nylon con mosquetones en ambos extremos. A medida que el escalador asciende, usa las cintas para asegurar la cuerda a los pernos preinstalados en la roca. 

Bolsa de tiza. La tiza o carbonato de magnesio evita la sudoración de las manos. 

Aseguramiento. Controla el paso de la cuerda y evita que queme las manos si se corre. 

¿Deseas saber más sobre la escalada en RD? Visita Fronton Club de Escalada en Facebook o armclimbing.com; o escribe a gdpcrespo@gmail.com.

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