CONMEMORACIÓN
Objetivo: una familia sana
POSEE LOS RECURSOS NECESARIOS PARA RESOLVER SUS PROBLEMAS Y ADAPTARSE AL CAMBIO
Hace alrededor de diez años, el Centro de Investigación y Ciencias de la Familia, institución adscrita a la Universidad Católica Santo Domingo, llevó a cabo un estudio sobre la percepción de los jóvenes acerca de la sanidad de sus familias. Más del 60 por ciento de los consultados, recuerda Martha Rodríguez de Báez, directora del Centro, no tenía un concepto claro de qué significaba vivir en una familia sana. La mayoría, dice Carmen Bergés de Amaro, psicóloga y terapeuta familiar de la misma institución, pensaba que familia sana era aquella que no tenía problemas. Nada más alejado de la realidad. Según el manual teórico “Construyendo familia sana”, ésta se define como aquella que posee los recursos necesarios para resolver los problemas que se presentan en las diferentes etapas de vida de sus miembros y está abierta a la búsqueda de nuevas herramientas que la hacen capaz de adaptarse a estos cambios. A partir de esa definición nació el programa Construyendo Familia Sana, un enfoque transversal a todas las áreas de trabajo del Centro y un concepto que estará incluido en el Código de Familia, cuyo anteproyecto contempla no sólo el derecho a una familia, sino el derecho a que ésta sea sana. (+)MUCHO MÁS QUE UN SISTEMA FUNCIONALLa definición de familia sana rebasa el concepto de la familia funcional. Martha Rodríguez de Báez y Carmen Bergés de Amaro coinciden en que la diferencia “es sutil”, pero existe. La familia funcional sale a camino y no presenta una disfuncionalidad evidente, pero la sana está un paso adelante y en ella hay una actitud más positiva. Por otro lado, la sanidad no depende de los modelos de familia. Ésta puede ser tradicional, monoparental, multigeneracional, reemsamblada o atípica y de todos modos ser saludable. Construyendo una familia más sanaAsí como los dedos de una mano son distintos, pero necesarios para que ésta funcione correctamente, los miembros de una familia son únicos, pero forman parte de un mismo sistema. Para que ese sistema se considere sano debe cumplir dos principios básicos: primero, que sus miembros sepan resolver sus dificultades y, segundo, que sepan acompañarse afectivamente. ¿Cómo hacer de la suya una familia sana? Martha Rodríguez de Báez y Carmen Bergés de Amaro, psicólogas y terapeutas familiares del Centro de Investigación y Ciencias de la Familia, dan las siguientes pautas: 1- Comunicarse mejor. Parte de la buena comunicación es la escucha activa que implica prestar atención y demostrarlo con el lenguaje corporal. Otro punto importante: critique menos. 2- Darle a cada miembro lo que necesita. Aquí el concepto de necesidad va más allá de lo material y presta atención a lo afectivo. Implica reconocer y aceptar la individualidad de cada miembro del sistema. También afecta las reglas: la hora de llegada de un joven de 18 años no puede ser la misma que la de un niño de diez años. 3 -Tener un discurso y un estilo de vida práctico centrado en valores. El hijo debe tener modelos que seguir. Esa es una de las mejores herencias que un padre puede dejar a sus descendientes. 4- Tener tradiciones definidas. Celebrar los cumpleaños, almorzar juntos, apartar un día a la semana para departir en familia… cada hogar definesus propias costumbres. 5- Cultivar la parte espiritual. La familia debe tener un sentido trascendente de la vida, pues, según Rodríguez de Báez, esto “ayuda a no apegarse solamente a lo material, sino a buscar el crecimiento interior”. 6- Tener orden y reglas. En la familia sana todos tienen derecho a expresarse, pero las figuras de autoridad están bien definidas y los demás las reconocen y respetan. (+)POR EL BIENESTAR DE LAS FAMILIASEl Centro de Investigación y Ciencias de la Familia es una dependencia de la Universidad Católica Santo Domingo. Su objetivo principal es la elaboración y ejecución de programas que mejoren la calidad de vida de las familias dominicanas. Esos programas se inscriben dentro de cuatro grandes áreas, que son prevención, asistencia, entrenamiento e investigación. Como parte de su labor preventiva, el Centro imparte cursos y talleres para padres, educadores y jóvenes. En el área de asistencia, ofrece servicios de terapia individual, de pareja y familiar con un enfoque sistémico, así como evaluaciones psicológicas. El trabajo de entrenamiento incluye un postgrado en educación sexual, un diplomado en bienestar y maltrato infantil, una maestría en terapia familiar y próximamente diplomados en terapia de pareja y consejería familiar. Estos programas de formación, y en especial la maestría, que es impartida desde hace catorce años, generan los trabajos de investigación.