REALIDAD Y FANTASÍA
Crisis de valores
Emma está anonadada, no levanta cabeza. El crimen del parqueo en el ensanche Piantini, rebozó su capacidad de comprensión. Con voz entrecortada se queja de la crisis de valores que nos arropa como un manto tenebroso. “El crimen de la empleada en el sector Naco, fue igualmente horrible, pero ahora se trata de la clase que debe dirigir los destinos del país”, ¿adónde vamos a llegar? A pesar del té de tilo que le preparé, no logré sacarla de su pesadumbre. Así anda todo, me comentó entre suspiros, “nadie respeta nada, hacen lo que se les antoja, ¡esto es un caos moral”. Doña, ahora los mayores son un estorbo, no hay limites ni parámetros. ¡Esta sociedad está perdida! Después de mandarla a que reposara un rato con una bolsa de hielo en la cabeza; no pude menos que meditar sobre las verdades que mi factótum acababa de desgranar. Nuestra sociedad está seriamente enferma. Los valores que por tiempo inmemorial nos rigieron, ya no tienen validez. Ahora imperan el oropel, la riqueza fácil, la ley del más fuerte, el chantaje y la trampa. La ambición desmedida desplazó a las creencias en un ser Divino. La espiritualidad tradicional del pueblo dominicano se ve ahogada por el materialismo esclavo de una sociedad de consumo. Sin embargo, el carácter animoso de Emma ha ganado la batalla y mi factótum resurge decidida a librar este combate porque me asegura, ¡habrá un mañana mejor!