SER PADRES FRANCOS
Dígales la verdad
A LOS NIÑOS SE LES DA INFORMACIÓN SOBRE TEMAS SENSIBLES SEGÚN SU EDAD Y NIVEL DE MADUREZ
Maité tiene siete años y una idea particular de cómo una mujer queda embarazada: “Para que mi mami tenga un bebé en su pancita, mi papi tiene que comprarle helado”. Jean Carlos, de 5 años, no sabe que su madre falleció hace seis meses. El pequeño piensa: “Mi mami se fue a un viaje muy muy muuuuy largo, y no ha regresado”. Hay temas que son tan complejos, tan de la vida de los adultos, que muchos padres piensan que la niñez no es el momento para aclararlos del todo. En sustitución de la verdad, prefieren las fantasías, los cuentos o personajes ficticios que les faciliten la labor y les den un poco de tiempo para decirles la verdad a sus hijos. Pero todo esto es un grave error. No les mienta Si usted como padre se pregunta cuándo es buen momento para hablarles a sus niños pequeños de temas complejos o engorrosos, la psicóloga infanto-juvenil Roxanna González tiene la respuesta: “Desde siempre”. Hablar de sexo, de aborto, embarazo, de enfermedad terminal o de muerte debe ser común entre padres e hijos, aunque no se dice todo a todas las edades. “Al niño se le va dando información de acuerdo a su edad, todo dependerá de su madurez y capacidad de manejar la información”, indica la experta del Centro Vida y Familia. Lo más importante es no mentir. En un artículo publicado en la revista Farmacéutica el psicólogo Ramón Almánzar deja claro que los padres mienten cuando se sienten impotentes para poder realizar algo que tiene que ver con sus hijos. “No es correcto mentir a los hijos porque les crea grandes dudas en torno a la responsabilidad que como seres humanos deben asumir en sus vidas”, dice Almánzar y añade que los hijos tarde o temprano se dan cuenta del engaño. (+) HABLAR DE SITUACIONES Si no es el momento o el niño o niña no tiene la edad para tratar o profundizar un tema, la psicóloga infantojuvenil Roxanna González recomienda decirles la verdad, aunque los detalles se den más tarde. Ser padres francos ayuda a que los niños crezcan con menos traumas y problemas de identidad. En el caso de un niño que fue adoptado, por ejemplo, no espere a que sea mayor. “Desde que se carga ese bebé en privado, se le dice: ‘Yo soy la mamá que la vida te regaló, pero tú tienes dos mamás, una biológica y yo soy la que te va a criar”, aconseja González. Hable con sus hijos de temas complejos Hablar con los niños y niñas de temas complicados es responsabilidad primaria de los padres y madres, pues ellos tienen a su cargo la raíz de la educación del infante. La responsabilidad secundaria la tienen los maestros, orientadores y psicólogos que trabajan con niños, niñas y adolescentes. Lo más importante es no mentirles, pues se puede hablar de todo adecuándolo a la edad y madurez del pequeño. Roxanna González, psicóloga infanto-juvenil del Centro Vida y Familia, comenta que uno de los temas más complejos es la sexualidad. Es natural que los padres sientan aprehensión al tocar estos temas, pero deben hablarlos con la mayor naturalidad posible. “Desde que les decimos a los niños que deben cuidar sus cuerpos y su parte privada, si les hablamos de estos temas desde que son pequeños no va a ser un impacto hablar luego de sexo, embarazo o período menstrual”, dice González. Explicaciones El peor enemigo de la verdad en este tipo de temas es el miedo que lleva a pensar que hay que esperar a una edad específica, pero no es así. El secreto es hacerlo gradual, decir la verdad y revelar información a medida que el niño o niña gana en madurez. Alargar la conversación de estos temas causa más daño que bien porque, si no encuentra respuestas en casa, el niño saldrá a buscarlas en otros lugares. La psicóloga comenta que ha hablado con niños cuyos padres están en la cárcel. “Le expliqué recientemente a un niño que su papá había cometido un error, y que igual que a él lo ponen de castigo cuando comete un error o no se comporta bien, a su papá lo tienen de castigo y debe cumplirlo”. Lo importante, según González, es hablar con naturalidad. Otros temas Otro tema sensible es el divorcio. Generalmente los padres nunca quieren explicar las razones a los hijos y, según comenta González, “no hay que dar razones detalladas cuando son pequeños porque no las van a entender”, pero a medida que crece el infante se le puede ir explicando poco a poco. Para explicarles a sus hijos la existencia del mal y por qué les ocurren cosas malas a persnas buenas hay que hablarles de balance, contarles que así como existe el bien está el mal, y uno no puede existir sin el otro. “Hay que decirles que a veces a las personas buenas les pasan cosas malas y que es parte de la vida, pero que cuando nos pasa algo malo hay que llorarlo, sufrirlo y sobrepasarlo”, dice la psicóloga. Hablar del diablo, del demonio o del “cuco” de modo atemorizante es nocivo y “genera niños con muchos miedos”. Hablar de sexo Olvídese de la cigu¨ena. Es natural que los niños tengan curiosidad sobre cómo se hacen los bebés y cómo se metió un bebé en la panza de mamá. González comenta que antes decían que un niño nace de dos personas que se aman, “pero ya no porque no todos los niños nacen del amor, hay violaciones y otros casos”. Es preferible decirles que cuando dos personas se juntan, unen sus cuerpos, vienen los bebés. Si se quiere hablar de lo bonito se puede explicar que dos personas se enamoran, se conocen y con el paso del tiempo sus cuerpos están juntos y viene un bebé. “Cuando son muy pequeños los niños no asociarán esto con los órganos sexuales”, dice. Según la experta, a los 8, 9 ó 10 años, dependiendo de la madurez, hay que explicar cómo se juntan los cuerpos. Si se le ha dicho al niño o la niña que proteja su vulva o pene, hay que decir entonces que estas son las partes que se unen en la procreación. Para apoyarse se les puede enseñar una gráfica donde se muestre que el varón deposita una sustancia llamada esperma en el óvulo de la mujer y todo el proceso posterior. Problemas que se evitan Hablar de sexo temprano es importante, porque muchas adolescentes han quedado embarazadas por desinformación. Es preciso hablar de sexo y temas relacionados como la masturbación, “que es normal y sana, aunque muchos padres se asustan y se alarman cuando lo digo, pero hay que explicárselos, decirles que es un momento privado”, señala González. Hay que decirles a los preadolescentes que así como se siente bien tocarse, también se siente bien estar con otra persona, pero que el sexo hay que practicarlo cuando se pueda ser responsable de las consecuencias. Hablando claro de este y otros temas se evita que niños, niñas y adolescentes vayan a la calle a buscar respuestas y caigan en drogas, alcoholismo, embarazos tempranos y desviaciones sexuales. En fin, si los padres son abiertos y hablan sin vergu¨enza, “los hijos van a contarles todo”, concluye. la especialista. (+) EXPLICAR LA MUERTE Explicar una enfermedad terminal puede ser otro tema tabú, así como hablar con los niños de la muerte. Roxanna González explica que ha tenido en consulta niños con enfermedades graves a quienes sus padres no les dicen lo que ocurre. “Ellos dibujan y me dicen, ese soy yo cuando vaya al cielo. Los niños sienten y perciben muchas cosas, son muy sensibles, los padres deben hablarles con franqueza”, señala. Esto aplica también para una muerte en la familia. No piense en alejar a los niños de la funeraria, el cementerio y todo lo relacionado, al contrario, si murió un hermano, abuelo o incluso alguno de los padres, el niño tiene que estar presente si así lo quiere, previo debe explicársele qué pasará allí y lo que verá. Debe estar presente, porque esto le da permiso para manifestar su dolor. Sobre todo debe poder hablar de esa persona que ya no está, ver fotos y videos, recordarla. “Para explicar la muerte cada familia puede usar su nivel de creencia”, dice González. En su libro “El duelo, un camino hacia la transformación”, la psicóloga Rosa Mariana Brea Franco explica que lo ideal es explicarle al niño la muerte como parte del ciclo natural de la vida. No es sano utilizar un cuento, tampoco decir que la persona se fue de viaje o que Dios la mandó a llamar.