REFUGIO
Ser auténticos
Una de las cualidades que más valoro en los seres humanos es la autenticidad. Ser lo que es y lo que se quiere ser. Lo mejor de esto es cuando uno está consciente de sus especialidades y de que puede explotarlas y explorarlas. Ser como se es, en muchas ocasiones es la razón de felicidad. Alguien me contó que una vez trabajaba asesorando vendedores y uno de ellos era un “bocón” y “plagoso”, sin embargo, de una manera inexplicable, era la persona que más vendía en la compañía, incluso, los clientes querían siempre sea el quien vaya a ofertarle los productos. Su forma de hacer negocios le daba éxito. Los demás vendedores comenzaron a copiar la forma como él se dirigía al público, y pronto comenzaron a llegar las quejas a la empresa. Todos comenzaron a preguntarse por qué a aquel vendedor que era un bocón y plagoso todos les compraban y a ellos no. La respuesta era muy simple, el vendedor era natural, él no se esforzaba en que querer caerle bien al cliente, simplemente le caía bien, porque él era así. Ser auténtico refleja la espontaneidad que está dentro de nosotros, en nuestros corazones, en lo profundo de nuestras almas. Buscando y buscando en la Internet sobre el tema, encontré algunas recomendaciones para ser auténticos y auténticas: 1) Si no lo has hecho ya, comienza el proceso de identificar tus aspiraciones profundas. Las aspiraciones profundas son las que se identifican con nuestro ser auténtico, y éste es un muy buen camino para llegar a descubrirlo. 2) Busca identificar quién eres en realidad, una vez que hayas descubierto tus aspiraciones profundas. 3) A veces escuchamos diversas voces. Mientras te encuentres discerniendo qué voz interna escuchar, fíjate si sientes compulsión a seguir un modo particular de hacer las cosas. Autenticidad no es necesariamente compulsión. Por último esta frase de Jean Paul Sartre: “Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que quiere ser”. Desde hoy me declaro una mujer libre, y tú?