La segunda vuelta electoral: Qué es, por qué se introdujo y cuándo se ha necesitado

Solo una vez en la historia, República Dominicana se ha visto sumergida entre la indecisión y la confusión de elegir un presidente, obligando a que se recurra a una segunda vuelta electoral debido a que ningún candidato pudo alcanzar los votos necesarios para convertirse en gobernante.

Hace 27 años, el 16 de mayo de 1996 se enfrentaron en los comicios Leonel Fernández, quien era candidato presidencial por el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), y José Francisco Peña Gómez por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD).

El proceso transcurrió dentro de cierta normalidad: para esa fecha hubo un total los 9,956 colegios electorales y 3,750,502 personas se registraron en el padrón. Pero, en esta primera vuelta ninguno de los candidatos alcanzó el 50 % más uno de los votos.

José Francisco Peña Gómez logró un 1,333,925 de votos (45%), quedando por encima de Leonel Fernández que obtuvo 1,130,523 de votos (38%); en tercer lugar, Jacinto Peynado con el Partido Reformista Social Cristiano, con 420 mil 560 votos para un 14.9%.

Ante esto, la Junta Central Electoral (JCE) organizó una segunda vuelta electoral, siendo el 30 de junio de ese año la fecha establecida para que todo el país acudiera a las urnas, nuevamente, con el fin de definir quién sería el gobernante de la nación.

Finalmente, Leonel Fernández Reyna resultó vencedor en la segunda ocasión, consiguiendo a sus 42 años su primer mandato como presidente de la República, tras obtener 1,466,382 votos, contra un 1,394,641 sufragios obtenidos por Peña Gómez y el Partido Revolucionario Dominicano (PRD).

El candidato del partido morado logró la victoria gracias al apoyo del presidente de ese entonces, Joaquín Balaguer, del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), con quien firmó el pacto Frente Patriótico, a través de una actividad pública celebrada en el Palacio de los Deportes.

¿Cómo surge la idea de celebrar una segunda vuelta?

El triunfo presidencial de Fernández tuvo como antecedente una crisis que atravesó el país en las elecciones de 1994, donde resultó con una victoria muy cuestionada Balaguer. José Francisco Peña Gómez calificó esos sufragios como un fraude y pidió que se llevara a cabo un nuevo proceso electoral.

La firme posición de Peña Gómez y el desequilibrio que se vivía en ese momento en el territorio nacional, dieron como resultado la firma del Pacto por la Democracia, el cual fue pactado por los líderes políticos mayoritarios, Balaguer y Peña Gómez, junto a las demás organizaciones políticas.

En este convenio se estableció por primera vez la segunda vuelta electoral, la cual sería ejecutada en caso de que ningún candidato obtuviera más de 50% de los votos. También, se prohibió la reelección en dos periodos consecutivos, mediante una reforma constitucional, lo que puso entre la espada y la pared a Joaquín Balaguer, ya que para los siguientes comicios no le sería posible aspirar al cargo.

Por igual forma, al líder reformista le fue recortado su mandato a dos años, por lo que Balaguer concluyó su periodo presidencial en 1996, en vez de 1998.

Sin embargo, el acuerdo que Balaguer pedía en principio era gobernar los dos primeros años (1994-1996) y luego dejar el mandato a Peña Gómez (1996-1998), pero el líder perredeísta se negó a la propuesta, dejando como resultado los comicios de 1996.

Elecciones del 2000

Al culminar el primer mandato de Fernández en el año 2000, el país estuvo a punto de celebrar por segunda ocasión una segunda vuelta electoral, a propósito de que los candidatos Hipólito Mejía, del PRD y Danilo Medina del PLD, no lograron conseguir la cantidad de votos necesarios para ostentar el cargo presidencial.

El 16 de mayo de ese año, los resultados arrojaron a Mejía como ganador con 1,593,231 votos, equivalente a un 49.87%; mientras que Medina quedó por debajo con 796,923 votos, un 24.94%, y el tercer candidato fue Joaquín Balaguer por el PRSC con 785,926 votos, un 24.60%.

A pesar de que el candidato del PRD venció a Medina por un amplio margen, ninguno logró conseguir el 50 más un voto, lo que ponía en miras una posible segunda vuelta.

No obstante, a diferencia de Leonel en el 1996, Danilo no contaba con el apoyo de Balaguer y los reformistas, por lo que terminó por reconocer su derrota y Mejía se convirtió en presidente de la Republica, sin necesidad de realizar una segunda vuelta.

Escenario de segunda vuelta en 2024

Terciando tres partidos que cada día estrechan distancias entre sí, en el escenario político para las elecciones del 2024 en República Dominicana podría ocurrir una segunda vuelta electoral.

A pesar de que no ha revelado si aspirará a un segundo periodo, el presidente de la República, Luis Abinader, figura como uno de los candidatos principales en los venideros comicios.

En las elecciones de 2020, Abinader ganó con un 52%, con lo que cortó 16 años seguidos de gobierno del PLD y sus aliados.

El triunfo del líder del Partido Revolucionario Moderno (PRM) surgió a raíz del desgaste del poder del PLD, el cual tenía 16 años gobernando, la suspensión de las elecciones municipales en 2020 y la más determinante: la división del partido morado.

Actualmente, se perfilan tres candidatos con posibilidades de llegar a la presidencia: Abel Martínez, quien, como candidato por el PLD, busca triunfar en la búsqueda de su primer periodo presidencial; el expresidente Leonel Fernández, por la Fuerza del Pueblo, quien salió del poder en 2012 y busca volver a dirigir el país y el presidente Luis Abinader por el PRM, de quien se espera en cualquier momento anuncie su decisión sobre la repostulación.

Estos líderes políticos se enfrentarán en las urnas el próximo domingo 19 de mayo y en el posible caso de que ninguno obtenga más del 50% de los votos, se realizarían unas nuevas elecciones, las cuales se celebrarán el 30 de junio.

Candidato más votado

En la historia de las elecciones presidenciales en el país, el candidato que se ha alzado con mayor cantidad de votos fue el expresidente Danilo Medina, en el año 2016, cuando se enfrentó a Luis Abinader.

Medina se reeligió como presidente tras obtener el 61.7% de los sufragios, una cifra que ningún otro candidato ha alcanzado, por encima del 35.09% que logró Abinader.