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La Policía Nacional mantiene alta tasa de caídos en intercambio disparos

Registros de 2024. Según las estadísticas de la Policía, registraron 144 caídos en enfrentamientos con policías de enero a diciembre de 2024

Los dos atracadores que mataron al sargento Calcaño en Baní, están entre los últimos caídos en "intercambios de disparos" con la Policía.

Los dos atracadores que mataron al sargento Calcaño en Baní, están entre los últimos caídos en "intercambios de disparos" con la Policía.listin diario

Ya es historia conocida, el relato nunca cambia. Es la circunstancia en la que un presunto delincuente está acorralado y dispara contra los agentes, quienes repelen la agresión, ocasionan heridas fatales y terminan trasladando al acusado a un centro médico, donde fallece.

La conjugación de palabras “cae abatido” no deja de repetirse en las notas policiales en el inicio de este 2025, empezando en el segundo día con el deceso de José Luis Betancourt Ogando (“Bebo”) luego que “enfrentó” a tiros a una patrulla en el barrio La Mina. Le perseguían por homicidios, agresiones con arma de fuego y porte ilegal de armas.

Ese mismo día agentes de la Policía Nacional mataron a Henry Feliz “Mantequilla”, en Juan Grande, San José de Ocoa, vinculado al asesinato del sargento Eddy Calcaño Castillo, ocurrida en Baní, municipio de Peravia.

Luego de esto, la uniformada anunció la muerte a tiros de Manuel Aquino o “La Perra”, en un hecho suscitado en el sector Batey Guaymate, La Romana, mientras los agentes intentaban arrestarlo. Él murió a consecuencia de heridas por arma de fuego mientras recibía atenciones médicas.

En la misma situación que sucumbió Daylin Joneidy Pérez, “El Loquillo”, de 37 años, señalado como un “peligroso delincuente” buscado por ser responsable de “múltiples hechos delictivos” como homicidios y ataques violentos.

De esa forma se registraron 144 caídos en enfrentamientos con policías de enero a diciembre de 2024, según los datos provistos por la Dirección Central de Planificación y Desarrollo de la Policía Nacional, en respuesta a una solicitud de acceso a la información pública.

Sin embargo, este número de decesos genera dudas ante la posibilidad que “ejecuciones” terminen convertidas en “intercambios de disparos”, además de que el levantamiento de las estadísticas llega a contradecirse en sí mismo.

Esto último porque en una petición realizada en julio, la contesta indicaba que 121 fueron los caídos tras disparar a los uniformados.

De ahí se cuestiona que el ritmo cambie, así como que en la nueva solicitud la suma es 84 llegado al mes siete, por lo que es incongruente.

Las estadísticas de todo el año anterior sugieren poco derramamiento de sangre en el primer trimestre, conocido que los intercambios estuvieron limitados a seis en enero, siete en febrero y 14 en marzo, donde comenzaron a elevarse los acontecimientos.

Ya en abril los gatillos estaban “alegres”, entonces los organismos de seguridad abatieron a 15, volviendo a descender en mayo con 13 fallecidos en esa situación. La data marcó una subida sorpresiva en junio, trayendo el caliente del verano 18 muertes en intercambios.

Las estadísticas retornaron a niveles bajos con apenas 11 enfrentamientos de acribillados en julio, pero experimentó la mayor cantidad de todo el año con 19 abatidos en agosto. En septiembre y octubre los caídos fueron “pocos”, con 10 y ocho, respectivamente.

La uniformada terminó repartiendo balas mientras repelían los ataques con 11 caídos en noviembre, mientras que el curso de los días terminó con 12 fallecidos en los intercambios de disparos durante diciembre.

Esta información fue ofrecida vía correo electrónico el 03 de enero, respondiendo a una solicitud de fecha 11 de diciembre. El tiempo de entrega original debió ser con el Año Nuevo, pero la institución hizo uso de la prorroga excepcional.

Policía les pone nombre y apodos a los caídos

Las notas de prensa policiales les ponen nombres y apodos que parecen condenar con anticipación a los caídos. El 22 de noviembre del 2024, Alexander González Gómez cayó abatido tras emprender a tiros contra los agentes, los cuales repelieron la agresión en un intercambio que terminó con la vida de alias “Titi” o “El Sicario”, supuesto implicado en varios delitos y buscado mediante orden de arresto.

El 15 de noviembre, la Policía ultimó a Jordany Sosa “Diablo Rojo”, abatido en un “intercambio de disparos con los integrantes de una patrulla”. Ambos casos, la repetición de un bucle interminable de un relato repetido.

En la misma tesitura que un hombre muerto en tiroteo en el sector Los Maestros, del municipio Consuelo, en la provincia San Pedro de Macorís, identificado como alias “El Capo” o “42”, quien tenía 37 años.

De muertos con apodos que les juzgan con antelación, agentes que siempre terminan en la necesidad de “repeler el ataque” y un levantamiento de datos nada exacto, los intercambios de disparos van como la “historia de nunca acabar”.