educación
El sacrificio de estudiar en una granja en Guerra
La escuela básica Los Padres de la Patria está en la urbanización Monte de los Olivos en Guerra y cuenta con 605 estudiantes.
Una de las aulas donde reciben clases los niños en la escuela básica Los Padres de la Patria.
En la escuela básica Los Padres de la Patria, en la urbanización Monte Los Olivos del municipio San Antonio de Guerra, hay 605 estudiantes formándose a costa del sacrificio de un esforzado equipo de maestros que tomó como suya la necesidad de escolaridad de su comunidad y levantó el centro.
La escuela Los Padres de la Patria empezó a funcionar en 2021, debajo de un árbol, con 71 alumnos que llevaban sillas desde sus casas, y hoy lo hace desde una propiedad del Fondo Especial para el Desarrollo Agropecuario (FEDA), que era destinada a la cría de cerdos y peces, y se mantenía sin inutilizar hacía varios años.
Pese a estar avalada por el Ministerio de Educación (Minerd), que para este año escolar se ha encargado de dotar a tiempo de libros y registros, así como de desayuno y almuerzo escolar, el sitio no está apto para desarrollar una buena experiencia de enseñanza aprendizaje, menos a un grupo tan grande.
Lo primero es que el espacio está distribuido en grandes bloques de concreto, con amplias verjas que cumplen la función de ventanas, algunas cerradas con hierros o rendijas de metal y otras abiertas ante la falta de dinero para cubrirlo.
“Tuvimos que tomar medidas y tratar de cerrar las ventanas porque los estudiantes se entraban por ahí y nos desbarataban los materiales y dañan el mobiliario”, aseguró Minerva Núñez, una de las fundadoras, quien está nombrada como mayordomo, pero tiene una licenciatura en psicología escolar y cumple la función de maestra ante la falta de los mismos.
de las aulas
Las aulas, que verdaderamente no lo son, son 8 en las mañanas y 11 en las tardes, para un total de 19 secciones desde el nivel inicial hasta sexto de primaria, no están verdaderamente divididas.
Salvo en el primero de los tres bloques en los que se imparten clases, donde, con el fondo descentralizado del Minerd (que para este año no han recibido) se hicieron distintas separaciones entre los pequeños laberintos que tiene el lugar para dirigir la movilización de los cerdos, el resto solo puede albergar de una a dos clases para poder entenderse.
División de los cursos
Maestros.
En eso, resalta una sobrepoblación escolar que divide más de treinta estudiantes por curso, repartidos entre un equipo de 26 personas que a su vez se reparten entre maestros, mayordomos y personal administrativo, sin dar abasto.
No tienen abanicos, área de recreación, cancha o suelos en buen estado, tampoco cuentan con porteros, policía escolar o un comedor habilitado; lo que sí tienen es la esperanza de que algún día el Ministerio de Educación y el Feda, que les cedió el espacio en calidad de préstamo.