“No la mates, déjala ir”, respuesta del Congreso Nacional a los dominicanos que asesinan a su pareja
Las dos cámaras legislativas del Congreso Nacional asumieron en conjunto el pasado lunes una nueva meta que tiene el objetivo de erradicar para el año 2035 los casos de feminicidios y filicidios registrados en el país.
Los detalles de las cifras de los feminicidios en el país, fueron dados a conocer luego de la reunión de seguimiento al Plan de Seguridad Ciudadana.
Las dos cámaras legislativas del Congreso Nacional asumieron en conjunto el pasado lunes una nueva meta que tiene el objetivo de erradicar para el año 2035 los casos de feminicidios y filicidios registrados en el país.
Ante los constantes hechos violentos de dominicanos que matan a mujeres con las cuales tienen o tuvieron alguna relación sentimental, incluso siendo esta madre de sus hijos, el Congreso Nacional reaccionó con una campaña que es parte de una reforma jurídica: “No la mates, déjala ir”.
Además de declarar la ola de violencia como una prioridad nacional para el Estado, esta iniciativa contempla el "fortalecimiento" del marco legal que protege a las mujeres, adolescentes y niños.
acciones puntuales
Las medidas, elaboradas por más de 70 diputadas, respaldadas además por la presidencia del Senado de la República y la Cámara de Diputados, proponen crear un Sistema Nacional del Cuidado para redistribuir las Responsabilidades Familiares, la utilización de la tecnología para monitoreo de agresores y sistemas de alerta temprana, disponer un Fondo Nacional para Víctimas de violencia y Terapia Obligatoria para Agresores.
Por otro lado, las congresistas entienden necesario desarrollar un registro unificado de personas con antecedentes de violencia doméstica, intrafamiliar y de género reincidentes (Ruavid-r) y un sistema nacional de protección integral para víctimas de violencia y coerción reproductiva (Snpivef).
Asimismo, pretenden articular políticas preventivas en función de cada territorio e interinstitucionales, humanizar el sistema de justicia, crear tribunales especializados, educar en las escuelas “en igualdad y emocional”, por medio de la adición de trabajadores sociales en los planteles educativos.
También, el proyecto de ley realizado por la diputada Kinsberly Taveras intenta incluir la tipificación de la violencia vicaria como un delito autónomo dentro del Código Penal. Esto surge cuando un padre agrede o usa a sus hijos con el fin de hacerle daño a una mujer.
Aunque este proyecto fue sometido en la cámara baja al estudio de la comisión permanente de los asuntos relacionados al Ministerio Público, los legisladores tienen la intención de aprobarlo en los próximos días, ya que previeron que para lograr la eliminación total de estos actos brutales requieren empezar la implementación de las acciones a partir del próximo año.
¿Pero, cuáles son “las causas” de este flagelo?
Las congresistas colocaron una tabla dentro del proyecto de ley que precisa las supuestas causas científicas de estos hechos, fundamentadas por universidades, organismos internacionales y fundaciones.
Un análisis del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y la Procuraduría General de la República del país considera que muchos agresores fueron en su niñez víctimas directas o por testigos de violencia en sus hogares.
“(Esta situación) normalizó el uso de la violencia. La observación reiterada del maltrato doméstico por parte de figuras parentales tiende a perpetuar esa conducta en la siguiente generación. Los niños aprenden que la violencia es un recurso aceptable para enfrentar frustraciones, mientras las niñas aprenden a soportarla”, indica uno de los párrafos de este apartado.
De acuerdo con las conclusiones de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el consumo excesivo de bebidas alcohólicas se asocia fuertemente con episodios de violencia severa contra la pareja, debido a la reducción producida en “los frenos inhibitorios”.
La Organización Mundial de la Salud visualiza la adicción a drogas narcóticas, estimulantes y otros estupefacientes como un catalizador de conductas violentas, teniendo una correlación directa con el aumento de los feminicidios.
A esto se agrega el espectro psicológico, ya que, partiendo de estudios realizados por especialistas, los representantes precisan que presentan rasgos psicopáticos, como lo son comportamientos violentos, incapacidad de empatía.
Dentro de los factores mencionados en el documento también se encuentran los celos patológicos, el apego humano, la cultura machista, desigualdad de género, falta de educación, impunidad de las órdenes de protección, deficiencia en la justicia, entre otras.
Precisamente, la diputada Taveras asegura que en el territorio nacional persisten debilidades estructurales en la prevención, protección y sanción de estos crímenes, “manifestadas en una elevada impunidad, el incumplimiento recurrente de las medidas de protección y una respuesta institucional fragmentada”.

