Un paso por mi familia

Católicos marchan con entusiasmo por la familia

Vistiendo camisetas blancas, desde distintas partes del país, los creyentes de la Iglesia Católica se ubicaron ayer a lo largo del Malecón de la capital 

La mayoría de los padres acudieron a la caminata acompañados de sus hijos.

La mayoría de los padres acudieron a la caminata acompañados de sus hijos.LEONEL MATOS/LD

Resonaron los tambores y cientos de pasos se hicieron sentir al unísono en la caminata “Un paso por mi familia”, en el Malecón de Santo Domingo, en la avenida George Washington de la capital.

Vistiendo camisetas blancas, desde distintas partes del país, los creyentes de la Iglesia Católica se ubicaron ayer a lo largo de toda la vía con pequeños letreros en manos, así como sombrillas y gorras para cubrirse del sol, con el interés de llevar un mensaje en el que se entiendan los valores como un sostén esencial de la familia.

Había alegría, entusiasmo, esperanza y devoción, convencimiento puro del mensaje: “con honestidad transformamos la sociedad”, el lema de este año, llevando impresas las palabras, en boletas azules y rojas, que respaldan su cometido.

Encabezados por el arzobispo metropolitano de Santo Domingo, monseñor Francisco Ozoria, entre la multitud se podía leer repetidamente: gratitud, santidad, identidad, respeto, fidelidad, y otros valores, que fueron considerados todos como igual de importantes para el desarrollo pleno y correcto de la familia que agrada el pensamiento de Dios, según expresó el purpurado en su homilía.

“Estos son valores que deben cultivarse con hechos, no solo con palabras, para que tengamos familias cristianas, familias buenas, familias que construyan el reino de Dios aquí en la tierra”, manifestó Ozoria al referirse de forma concreta a la honestidad.

La familia de cristo

Con su santo rosario en el cuello o enredado entre los dedos de sus manos, los presentes en la caminata “Un paso por mi familia”, que es realizada anualmente en distintas fechas, cantaron alabanzas al Dios y dieron la bienvenida a la guía del Espíritu Santo para servir como ejemplos de cómo debe funcionar la familia.

“Los valores son la base de la sociedad, son lo más importante, sobre todo en las familias. Estamos aquí orando, pidiendo por que las familias se unan y, no solo eso, sino que busquen de Dios porque cuando él llegue todo lo pondrá en su lugar y si hay un valor que faltaba para que funcionen bien, él lo agrega. Queremos una mejor República Dominicana”, indicó, con una gran sonrisa en el rostro, una caminante que se encontraba junto a otros tres miembros de su núcleo familiar.

El recorrido hasta el parque Eugenio María de Hostos, donde la marcha terminó con una concentración final, en todo momento estuvo encabezado por monseñor Ozoria y otras autoridades episcopales, y fue guiado por las bandas de música de la Policía Nacional y del Cuerpo de Bomberos del Distrito Nacional.

“Que viva Jesucristo, que viva la República Dominicana, que viva la familia”, vociferaron algunos, mientras otros emocionados trataban de documentar los acontecimientos.

Aunado a esto, muchos padres se hicieron acompañar por sus hijos, sobre todo menores de edad, a lo que afirmaron tener la intención no solo de mostrarles la importancia de la familia, sino de conocer a Cristo.

“Si voy con mi hija a la playa, o a cualquier otro sitio a pasar un buen momento, ¿por qué no la traería aquí donde hay verdadero gozo? Cuando son pequeños es que tenemos que enseñarles la verdad de Jesucristo”, refirió Pedro Sánchez, quien asistió junto a su esposa y su bebé de dos años.

Los más pequeños eran los más divertidos, no solo con el caminar, sino a la llegada al Eugenio María de Hostos, donde fue oficiada la misa con todas sus características, y se reafirmó, en la voz de Ozoria, que la iglesia católica cree en la familia y en el matrimonio entre hombres y mujeres.

Manifiesto

“La Familia es una institución fundamental para la sociedad, el Estado y la iglesia. Es la unidad vital de la sociedad, y la primera expresión de la naturaleza social del ser humano. La Familia es la primera escuela de amor, donde aprendemos a amar y ser amados, a respetar y ser respetados, a compartir y ser solidarios. Por eso, en reiteradas ocasiones, ha sido declarada por nuestros obispos dominicanos como prioritaria dentro de los planes pastorales de la iglesia en nuestro país.

Esto nos impulsa y motiva a resaltar y valorar a la familia dominicana en estos momentos en que sus enemigos atentan contra ella a pesar de lo señalado en el artículo 55 de nuestra Constitución que establece que “la familia es el fundamento de la sociedad y el espacio básico para el desarrollo integral de las personas”, pusieron en manifiesto.