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daños por doquier

Río La Yuca arrastró viviendas y ajuares en Sabana Perdida

Claman ayuda. “No ha venido nadie por aquí, ustedes son los primeros. Ni el alcalde, ni nadie del gobierno. Este es un sector olvidado y mientras tanto, nosotros estamos tratando de sobrevivir arrimados”, dijo Nicole.

Los vecinos de Brisa del Este, Sabana Perdida, se concentraron en salvar sus vidas ante la crecida del río La Yuca, que arrasó con todas sus pertenencias y las dejó sepultadas en agua y lodo.

Los vecinos de Brisa del Este, Sabana Perdida, se concentraron en salvar sus vidas ante la crecida del río La Yuca, que arrasó con todas sus pertenencias y las dejó sepultadas en agua y lodo.jose alberto maldonado

Desesperación y deseo por ver la mano de las autoridades intervenir, es el sentimiento generalizado que ha tomado a los moradores del sector Brisa del Este, en Sabana Perdida, Santo Domingo Norte, desde que las lluvias del sábado provocaron la crecida del río La Yuca.

Más de 25 casas se encuentran sumergidas bajo las aguas visiblemente contaminadas del Yuca, en un respaldo de los testimonios de decenas de afectados que aseguran que lo que la caída de los más de 400 mililitros de lluvia no se llevó, lo tomó el arroyo con su indetenible subida.

De acuerdo con los testimonios, es la primera vez en muchos años que ven subir las aguas a esta magnitud, por lo que les tomó por sorpresa cuando alrededor de las 10 de la noche del sábado escucharon la voz de alarma para salir corriendo a refugiarse.

“Salí de la casa y ya el agua me daba por la rodilla, nosotros no encontrábamos qué hacer ni cómo salir. Yo asustada, la niña también, nunca habíamos vivido algo así”, confesó Nicole del Rosario, al señalar su casa a la que, por encima de la contaminación del arroyo, sólo era posible verle la hoja de zinc cubriendo el techo.

Un sector olvidado

Con innegable resignación y desencanto, las decenas de personas, entre niños, adultos y envejecientes, se mantienen al pendiente del área, que incluía una avenida principal del sector, desde el fin de semana, que se registra que cayeron más de 400 mililitros de agua, en espera de que una de las voces que han alzado con intención de que las autoridades se presenten y surta el efecto deseado.

“No ha venido nadie por aquí, ustedes son los primeros. Ni el alcalde, ni nadie del gobierno. Este es un sector olvidado y mientras tanto, nosotros estamos tratando de sobrevivir arrimados donde amigos, vecinos y familiares que nos ayudan”, señaló Anistín Medina, quien se encuentra refugiada en la casa de su suegra, y aseguró estar preparada para buscar un nuevo lugar junto a ella, debido a que el subir del agua la ha llevado hasta la puerta de su refugio.

De momento, otros vecinos del lado, ya han apilado sus trates al desconocer que tanto podría continuar ascendiendo el arroyo que, además de las casas, arropó negocios de los que es imposible de recuperar nada.

Lo que se perdió

La angustia que tocó a la puerta de los residentes de Brisa del Este, no les abandona. En casos específicos, hay quienes lograron sacar cosas pequeñas que en el estrés del momento les resultaron más necesarias en caso de vivir una situación como en la que se encuentran: arrimados en casas ajenas, sin nada.

“Solo pude sacar ropa y aspirar a salir corriendo con mis tres niños. Todo lo que había en la casa se perdió. Estufa, camas, todo, y gracias a Dios que suspendieron las clases porque yo no pude aspirar a sacar uniformes ni nada parecido”, contó Yaindy Solano, quien es madre soltera de tres menores de 11, nueve y cinco años de edad.

La mayoría de los afectados, que reportaron pérdidas desde cosas como instrumentos del hogar, hasta documentos personales, medicamentos, artículos de primera necesidad y de uso personal, así como dinero en efectivo, afirmaron ser personas sin empleos fijos, que “viven de la chiripa”.

“Soy estudiante de medicina y hoy se supone que yo tengo clases, pero como voy si ahí adentro estaban todos mis instrumentos, mis batas, mis pijamas, absolutamente todo”, reportó Nicole del Rosario, quien es estudiante de enfermería.

Otros reportes

En la provincia Duarte, específicamente en los municipios Villa Riva y Arenoso, un total de 2,927 familias, más de 10,060 personas, resultaron afectadas por las crecidas del río Yuna.

De acuerdo con los reportes, solamente en el municipio de Arenoso fueron 1,602 hogares los que quedaron incomunicados; repartidos con 800 en el Arenoso, 30 cada uno en los sectores de Los Rincones del Aguacate y en los Los Tataos del Aguacate; así como 10 en Cuba del Aguacate y 250 en Las Coles.

Además, en Los Cacaos sufrieron 100 Familias, en La Ceiba de los Parajos 72, en Los Platanitos 110, en Majagual 80 y en el barrio de Los Estudiantes 120.

Mientras tanto, en el Municipio de Villa Riva, en la barriada de Loma Colorada, 92 familias quedaron incomunicadas, en Juana Rodriguez 70 Familias, en Los Peinados 150 y en Los Contreras 142.

Aunado a eso, en Los Rieles fueron 40 hogares; mientras que en La Reforma 500 y en Villa Progreso II, La Reforma, 65 Familias. En el barrio Balaguer, La Reformas, habían 143; en el

Paraguay 73 Familias y en Nuevo Amanecer, 50 Familias.