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Tres desafíos de la política exterior

En términos de nuestros asuntos externos, tenemos tres importantes desafíos que debemos manejar con mucho cuidado pero a la vez con decisiones firmes. Estos son: Haití, Estados Unidos y Venezuela.

1- Haití: Durante años he postulado que la única solución es una intervención armada y económica para lograr la paz y reconstruir a ese país. Eso no se ha logrado debido a que los planes de las potencias que tienen el poder del veto en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas

son otros. En estos momentos con la llegada al poder de D. Trump, se desconoce la posición que adoptará su gobierno. En su primer mandato tanto Haití como el resto de la región, no estuvieron en sus prioridades. No obstante soy de los que cree que esta vez, EUA no podrá esquivar el caso haitiano.Lo es así debido a que en esa situación confluyen factores que son precisamente los que Trump atacará. Entre estos el narcotráfico y la migración ilegal. Pero más aún es la seguridad de la nación norteña. El caos haitiano es de tal magnitud que

con su estratégica localización y en la geopolítica de la cuenca del caribe hace muy vulnerable al territorio de América del norte. Mucho más cuando el vecindario que rodea a la nación más poderosa del mundo no es políticamente amigable. Al hacer el listado de los países ubicados en ese llamado patio trasero de los Estados Unidos, vemos que de 19 países en la región, once tienen presidentes que ideológicamente están muy lejos del pensamiento de Trump. De esos once, seis están localizados en la cuenca del caribe, a unas cuantas millas del

territorio norteamericano. Eso da forma a un hexágono de mucha peligrosidad y son países apetecidos por naciones poderosas como China y Rusia. Esto nos debe decir algo a los dominicanos. Nadie nos va defender o resolver nuestros problemas y eso significa que no podemos permanecer pasivos frente a las amenazas que se ciernen sobre nosotros que somos los únicos que compartimos el territorio de esta isla con Haití que es una nación fallida dominada por bandas armadas. Quienes quieran saber de los grandes

problemas que genera la proximidad geográfica con un país como Haití, solo tiene que buscar lo acontecido con sus similares tales como: Somalia, Sudán Sur, Yemen y la República Centroafricana. Es hora ya que el discurso del Presidente Abinader quien ha dicho “ No hay ni habrá jamás una solución dominicana a esa problemática”, ya se hace necesario que pase de la palabra a la acción. Las acciones en esta primera fase deben ser:

1- Sellar la frontera.

2- Deportar a todos los ilegales.

3- Toda visa a un ciudadano haitiano debe ser depurada por MIREX y DNI.

4- No recibir parturientas ni pacientes ilegales en nuestros hospitales.

5- Cumplir con el código laboral que establece que el 80% de los empleos deben ser para dominicanos. Si aquí no encuentran trabajo dejarán de venir.

6- Establecer nuevas leyes de carácter penal para que todo aquel que no cumpla con el código laboral y las leyes dominicanas vaya a la cárcel por un buen tiempo.

7- Terminar el muro y dotarlo de la tecnologia que debe tener.

8- En ese proceso debemos mejorar y organizar a nuestros pueblos fronterizos. Recuerdo esa frontera y su proceso

de dominicanización como algo necesario y que debemos retomar.

No es posible seguir con las dualidades que tenemos en torno a este problema. El país en este tema debe ser coherente y dar pleno respaldo a las medidas que adopte el gobierno para enfrentar esa situación. Si continuamos divididos y con posiciones dispares, vamos a perder nuestra identidad, costumbres, religión, idioma y nuestra soberanía. El movimiento de haitianos hacia esta parte de la isla es de tal magnitud, que porciones de nuestro territorios están siendo tomados por ellos. El caos, costumbres y violencia, están siendo trasladados a nosotros. Por ello postuló que todo ilegal haitiano debe ser deportado. Los trabajos deben ser ocupados por

dominicanos. Pero podemos organizarnos para que exista una inmigración que sea legal y ocupe ciertos trabajos en función a las necesidades de nuestra economía. Es indispensable hacer una prohibición total de que parturientas haitianas den a luz en R. D. Eso así pues ese será el instrumento que luego utilizarán los organismos internacionales y potencias extranjeras para ejecutar sus planes y entre ellos exigir que los niños haitianos nacidos aquí sean declarados dominicanos. Haití es para los dominicanos la prioridad nacional.

2- Estados Unidos

Un país como el nuestro es en lo político y economico influenciado por su poderoso vecino Estados Unidos. Se requiere que nos manejemos con ellos con mucha

pericia y prudencia. Pero esto debe ser hecho con cierto grado de independencia ya que los norteamericanos respetan a quien se da a respetar.

Trump ganó y él es un hombre de mucho carácter y trato difícil. Es por eso que nosotros debemos tener nuestros objetivos de posicionamiento y a su vez ser proactivos ejerciendo el liderazgo que nos corresponde en el Caribe.

Un ejemplo de dos áreas en que debemos promovernos con Estados Unidos es en la atracción de las llamadas empresas nearshoring y en la búsqueda de un programa de desarrollo de instituciones e infraestructura parecido al llamado plan Marshall que se hizo en Europa después de la segunda guerra mundial.

El libro titulado “ política exterior de EE.UU y el lobby israelita” de la autoría de los reputados escritores Mearsheimer y Walt nos dice claramente cómo Israel ha podido lograr influenciar la política exterior norteamericana. Es interesante conocer cómo esos grupos de Interés israelitas con sus profundos conocimientos del modus operandi de la sociedad norteamericana han logrado dar forma a que las políticas norteamericanas siempre han favorecido a Israel. Recordemos pues que Estados Unidos es nuestra segunda prioridad de la política exterior.

3-Con Venezuela

Es un país con el cual históricamente hemos tenido relaciones muy estrechas y nos parecemos mucho. Siempre hemos sido cercanos y nos hemos ayudado

mutuamente. Podría dar ejemplos de su solidaridad como fue a nivel de sus presidentes Jaime Lusinchi y Carlos Andres Perez cuando ellos y sus ministros nos ayudaron a renegociar la deuda que teníamos con ese país, acomodando el servicio de esa deuda a nuestra capacidad de pago.

No deberíamos tener problemas con ellos, pero esa no es la situación actual. Sin embargo, no es mucho lo que en estos momentos podamos hacer para mejorar su gobernabilidad. No obstante debemos ser positivos con ellos y seguir postulando el regreso de ese país a un régimen democratico. En ese proceso debemos tener en cuenta que Estados Unidos y el gobierno de Trump tendrán una posición firme en la búsqueda de qué Venezuela se vaya orientando hacia un régimen

democrático. Con Trump y Rubio, Maduro no podrá estar diciendo una cosa y haciendo otra. No obstante esto, la oposición venezolana también tendrá que actuar de otra forma. No se puede ser tan inocente como en las pasadas elecciones en que creyeron que Maduro entregaría el poder si perdía las elecciones. La oposición ni siquiera tenía un plan B. Por ello cabe recordarle a la oposición venezolana que Benjamin Franklin en el Gran Sello de los Estados Unidos utilizó la frase “La rebelión contra los tiranos es obediencia a Dios”. Deben buscar el profundo significado de esa frase. Venezuela es la tercera prioridad para nosotros.

Conclusión: En el mundo en que vivimos estamos en tiempos difíciles. No sabemos al momento de escribir estas líneas lo que podría pasar debido a la autorización

dada por Estados Unidos a Ucrania de utilizar misiles de largo alcance en contra de Rusia. Una decisión que puede llevar al mundo a un conflicto nuclear.Los dos meses que faltan para Trump asumir el poder serán cruciales.

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