Miembros de la comunidad LGBTQIA+ tienen una “Puerta Abierta” en San Francisco de Macorís
Cada 28 de junio se celebra en el mundo el Día Internacional del orgullo LGBTQIA+, en el que los miembros de esta comunidad reafirman sus sentimientos sobre las orientaciones sexuales.
La conmemoración de este día, miembros de esta comunidad tienen una “Puerta Abierta”.
Se trata de un lugar con los servicios básicos de techo y alimentación, así como de formación integral con cursos y acompañamiento psicológico para luego integrarse al mundo laboral, ubicado en San Francisco de Macorís, al norte del país.
“Un espacio de acogida para jóvenes del colectivo que muchas veces los sacan de sus casas por diversas razones o ellos deciden salir y nadie los retiene, entonces acaban en un mundo de drogas, de prostitución, que luego no hayan como salirse”, es como lo describe Frank Abate, fundador de Puerta Abierta.
Con esto lo que se plantea es un espacio seguro, en el que en un periodo de seis a doce meses, quienes ingresen a la casa de acogida puedan desarrollar un plan de vida mediante el cual sean seres humanos que aporten con su trabajo a la sociedad y puedan sostenerse a sí mismos.
“Nos dimos cuenta que la casa de acogida no era suficiente, sea proveerle techo y comida no era suficiente, porque generalmente esto viene con un trauma de cuando te sacan de su casa o te sales de tu casa, es traumático, entonces hemos tratado de combinar apoyo psicológico y apoyo médico”, indicó.
TODO EMPIEZA CON UN FORMULARIO
Para poder ser parte de la Puerta Abierta, los interesados deben tener entre 18 a 24 años y llenar un formulario con datos personales, para luego ser evaluados psicológicamente y con estudios médicos. Es ya con la aprobación de un comité que se admite o no una aplicación.
Aunque como toda regla tiene su excepción, para aquellos que se encuentran en situación de calle y riesgo, en primera instancia se les brinda la ayuda y posteriormente se agota el proceso de admisión.
En la actualidad la casa cuenta con disponibilidad para al menos seis personas, sin descartar la posibilidad de que esto pueda aumentar hasta 20 personas, de ser requerido.
De momento, solo funciona una única casa, por lo que el enfoque se centra en crear una comunidad con los miembros, de lo que Abate aseguró es un trabajo que toma tiempo, debido a que han sido “agredidos” y mientras algunos si se identifican, otros no.
“La comunidad LGBT dominicana al ser tan agredida, tiene poco de comunidad, hay gente que se identifica de esa manera, hay gente que se conoce hace mucho tiempo, pero no mucha gente quiere identificarse”, aseveró.
No obstante así, mantienen la intención de expandirse en más provincias del país, tales como La Vega, Santiago, Dajabón e Higüey.
Aunque el motivo principal de que se encuentre en la actual localidad, es debido a que la mayoría de las ayudas se focalizan en las urbes como Santo Domingo y aquellos de provincias lejanas se sienten abandonados.
“Honestamente, una de las cosas por las que comenzamos en San Francisco de Macorís es porque muchas veces los trabajos de ayuda se centran en la Capital o en Santiago y la gente que no vive aquí (Santo Domingo) se siente un poquito abandona”, sostuvo.