Los pasos que Philippe da en Haití plantean mil interrogantes
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Las acciones de más de 200 bandas en todo el país también causaron severos efectos sobre la economía local (Haití registró una contracción del -1,9% el año pasado), y provocaron la fuga de miles de haitianos al extranjero, entre ellos 45.628 de manera irregular por la Ruta del Darién según contabilizó el gobierno de Panamá, y otros 120 mil beneficiados a través del “parole humanitario” que el presidente Joe Biden creó en EEUU.
En el plano político, gobierno y oposición se hundieron en un diálogo infructuoso centrado en las características de un posible gobierno de transición, un referéndum constitucional y la continuidad de Henry en el poder. Debido a esas diferencias, el país cumplió el quinto año sin Parlamento, sin presidente electo y con las mismas autoridades locales.
“Les pido que crean en mi palabra cuando hablo del deseo de mi gobierno de hacer todo lo posible para reconstituir nuestras instituciones democráticas”, dijo el Primer Ministro en su saludo a la nación por el Día de la Independencia el primer día de 2024, un año crucial en la historia del país de acuerdo con el funcionario.
Henry también habló de crecimiento, empleo y cambio; de retorno a la normalidad y a la libre circulación, y agregó que Haití debe organizar elecciones y hacer todo lo posible para que el país retome la senda de la democracia, la Constitución y el Estado de derecho, insistiendo en que un proceso electoral sólo será posible si existe un clima de paz propicio para esos fines.
En la actualidad, no obstante, realizar unas “buenas elecciones es sencillamente imposible” según el historiador y analista Georges Michel, para quien la pacificación del país también debe ser lo primero en lograrse.
Para explicar el camino que Haití ha recorrido hasta ahora, Michel se remontó a 1995 cuando en un artículo publicado por Le Nouvelliste, el experto criticó la decisión del gobierno de reducir el ejército a 1.500 efectivos (finalmente Aristide disolvió a las FFAA el 6 de diciembre de ese año), lo que a la larga, dijo, provocaría la intervención de 2004.
“Esta situación ya la vivimos entre 1914 y 1915 (en tiempo previos a la intervención de EEUU). Esa desmovilización ilegal (la de 1995) es directamente responsable de la situación actual”, comentó Michel a Listín Diario en una conversación por Messenger.
“La función principal del ejército es servir como fuerza de disuasión; mi artículo tiene veintinueve años y sigue siendo actual. Ahora les hago una nueva profecía: si no ponemos al ejército en condiciones óptimas para la cuarta intervención que se está preparando, debemos pensar ya en la quinta intervención”, agregó el historiador.
El ejército haitiano fue restituido formalmente el 27 de marzo de 2018 cuando el presidente Jovenel Moïse instaló al nuevo Estado Mayor Conjunto, aunque fue su antecesor, Michel Martelly, quien en 2011 anunció un plan para reinstaurar a las FFAA con un programa que contemplaba la contratación de un primer contingente de 3.500 efectivos y una inversión a largo plazo de 95 millones de dólares.
En marzo del año pasado, Henry anunció que pretendía movilizar a la milicia, que actualmente cuenta con unos 2.000 hombres, para que ayude a la Policía a combatir a las bandas, pero esto nunca se produjo.
Y cuando un soldado murió y otro resultó herido en un ataque de pandillas la mañana del 23 de diciembre pasado en las afueras de la capital, el alto mando difundió apenas un lacónico comunicado dando sus condolencias a la familia del militar.