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Perros rescatistas: los héroes que desempeñan una labor importante en la búsqueda de víctimas

Perros rescatistas

Perros rescatistas

La explosión de San Cristóbal es una tragedia que quedará marcada en la historia, no solo por la cantidad de vidas perdidas o heridos, sino también por los héroes de carne y hueso que, durante un trabajo incansable, lucharon por encontrar los cuerpos durante el siniestro.

Además de las autoridades pertinentes, otros que jugaron un papel importante fueron los héroes caninos, puesto que diferentes perros de rescate, pertenecientes a la unidad canina, fueron claves para la intensa búsqueda.

Un canino que se destacó durante esta labor fue Saw, de parte del Cuerpo de Bomberos de Santo Domingo Este, quien logró encontrar restos humanos en áreas de difícil acceso, así como el descarte de personas vivas.

Otros caninos que se destacaron fueron: Bruno, un pastor belga malinois macho, y Max, un labrador macho, ambos pertenecientes a la unidad canina de la Defensa Civil, una de las instituciones que se apoya de las habilidades de los perros en los servicios que ofrece a la comunidad.

Según declaraciones de Juan Ramón Paulino, quien es el encargado de dicha área, el objetivo de la unidad canina es localizar, en el menor tiempo posible, a una persona que estuvo presente durante un colapso y que quedó sepultada bajo alguna infraestructura.

Debido a que, si no se encuentra, el cuerpo termina en el peor de los casos, que es cuando una retroexcavadora debe retirar los escombros.

“La Defensa Civil empezó este proyecto en el 2017, ya que la Embajada de los Estados Unidos le hizo una donación de 10 ejemplares, con fines de que sean perros entrenados para la búsqueda de personas, ya sea en estructuras colapsadas o en grandes áreas”, explicó Paulino.

Comentó que, a partir de esa donación, fue que el departamento tomó fuerza, porque antes no tenían un personal capacitado. No obstante, destacó como un momento clave para el desarrollo de la unidad la tragedia ocurrida en Jimaní la madrugada del 24 de mayo de 2004.

De acuerdo con reportes periodísticos de esa fecha, el río Soliette se desbordó y sepultó el barrio Las 40, en la provincia de Independencia. Como consecuencia, más de 400 personas fallecieron, 620 fueron dañadas por la crecida del río, 212 quedaron en ruinas, 71 resultaron con daños parciales y 35 fueron sometidas a labores de limpieza a causa de la basura y las aguas negras.

Además, Paulino dijo que otro suceso que incitó la formalización de esa área fue el terremoto ocurrido en Haití en 2010, en el que se estima que fallecieron cerca de 200,000 personas y hubo más de 300,000 heridos.

Razas y reclutamiento

El encargado de la unidad canina de la Defensa Civil aseguró que no tienen razas en específico y que solo rechazan al bulldog francés por la anatomía de su nariz, debido a que es plana.

“Nosotros tenemos razas diferentes porque lo que vemos es el instinto que tengan los ejemplares, como es el impulso de juego, de actividad… Son cosas básicas que nosotros evaluamos”, afirmó.

Otro de los instintos que resaltó fueron el de cobro y presa, así como que el perro juegue y le guste ir detrás de las pelotas.

“Con esos instintos nosotros iniciamos lo que son los entrenamientos, pero, en ocasiones, no todos los perros nos funcionan, siempre tenemos que descartar por alguna razón”, agregó.

La manera en que los reclutan es a través de las donaciones y verificando los que ya tienen. Es importante destacar que, cuando el animal llega a cierta edad, hay que cambiarlos, por eso en la unidad siempre tratan de tener ejemplares pequeños que vayan creciendo para tenerlos a disposición en caso de algún suceso.

Entrenamientos

La valentía de estos perros y su colaboración dentro de actividades de rescate generan la interrogante de ¿cómo son entrenados para ser rescatistas?

Juan Ramón indicó que, una vez los perros pasan a formar parte de la unidad canina, son sometidos a un entrenamiento que está dividido en 20 sesiones, durante un mes, integradas por ejercicios a los que esos caninos se adaptan y lo ven como “algo normal”.

“Los perros, aunque estén trabajando real, no lo ven parte de un entrenamiento porque eso es lo que viven a diario. Ven los ejercicios como algo normal”, puntualizó.

Paulino también señaló que, en cuanto a la polémica que existe de poner botas o cascos al canino para formar parte de actividades de entrenamiento, la protección depende de la “metodología de enseñanza con la que se entrena al perro”.

La metodología utilizada en la Defensa Civil, según Paulino, es el método Arcón, que está basado en tres pilares fundamentales que son autonomía, donde el perro aprende a trabajar solo y no depende de su manejador; motivación, que contribuye a que el animal se mantenga buscando en la estructura con la finalidad de encontrar algo; “mientras más motivado va un perro, menos necesita el olor humano para localizar a una persona”. El tercer pilar es la concentración.

De igual manera, los perros que forman parte de la unidad mencionada desempeñan roles en diferentes especializaciones, en unos casos, algunos perros están enfocados en encontrar personas vivas y otros en la búsqueda de cadáveres.

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