Cómo decirles adiós a los bebés que mueren
Maternidad Los Mina. Desde ayer quedó a disposición de los padres de bebés que fallecen durante el parto para efectuar un velatorio rodeado del duelo asistido por personal médico y allegados a la criatura.
Una luz tenue acompañada de una cuna y decoraciones con colibríes, son las características que adornan la habitación de “duelo perinatal” donde las madres, que así lo deseen, podrán acudir para dar el último adiós a su criatura en la intimidad.
Por primera vez en el país, las madres podrán despedir a sus bebés fallecidos en la etapa perinatal del embarazo, la cual se produce entre la semana número veintidós de gestación y los primeros siete días de vida después del nacimiento, según establece la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La sala denominada “colibrí” hace referencia a la teoría de que esta ave cuando se acerca a una persona transmite esperanza y renovación, lo que identificaría a ese ser humano que no pudo sobrevivir por algún trastorno patológico u otra condición.
La iniciativa de este espacio íntimo la tuvo la fundadora y presidente de la Asociación Dominicana de Psicología Perinatal, Angy Estévez, quien explicó que la inspiración le surgió luego escuchar los testimonios de madres en su trayectoria como psicóloga en esa área.
Otra de las motivaciones fue su experiencia, después de pasar por una situación similar y no recibir un trato humanizado ni respetado en ese momento.
Al conversar con un equipo de Listín Diario luego de inaugurar el primer espacio llamado “Sala Colibrí” en el hospital San Lorenzo de Los Minas de la capital, explicó esta área contribuirá a preservar la salud mental de los padres antes, durante y después de la pérdida.
Indicó que con los cuidados de las muertes perinatales lo que se busca un espacio donde las familias puedan conocer, besar, acariciar y hacerles fotos a sus hijos, así como también el personal médico que se ve afectado y conmovido porque no quiere que el bebé fallezca.
Estévez expresó que este tipo de área se complementa con un trato dulcificado, fortalece las emociones de los padres que se caracteriza por un “duelo”, el cual no es una enfermedad sino una emoción natural que se pudiera convertir en una patología si las féminas no reciben las atenciones adecuadas.
Explicó que el protocolo para tener acceso a esta sala iniciará desde que los médicos le notifican a la madre de las pocas posibilidades de vida que enfrenta el bebé.
Dijo que inmediatamente se le notifica a la madre de que su bebé tiene algún tipo de anomalía congénita o cuando no responde a tratamiento que disponen los médicos para lidiar con alguna enfermedad de la criatura, inicia el proceso de evaluación del paciente junto a todos los especialistas relacionados con el proceso de gestación.
Testificó que aunque el fallecimiento “duele mucho y nunca se olvida, ese sentimiento se puede trasformar en amor”, dependiendo del trato que se recibe e incluso hasta de la manera en la que se le comunica la noticia a los padres.
“Aquí tendremos a disposición el derecho de todo padre de poder ver el bebé, ponerle ropa, hacerles video…”, dijo explicando que también se respetará la decisión de aquellos padres que no quieran tener este tipo de encuentro. La especialista indicó que no hay un tiempo de duración definido para el encuentro con la criatura. Una vez el bebé sea trasladado a la sala luego de agotar todos los procesos de higiene y cuidado, los padres podrán permanecer con él, el tiempo que sea necesario.
Resaltó que hay padres que solo lo pueden ver por 15 a 20 minutos y otras pudieran resistir por mucho más tiempo. Esto dependerá de cada paciente y su situación en particular, e incluso influyen las circunstancias que le provocaron la muerte al bebé.