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Comercio bilateral se realiza en medio de limitaciones

El mercado estuvo activo en ambas provincias.

El mercado estuvo activo en ambas provincias.

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Faustino Reyes / Odalis BáezLa frontera, RD.

Comerciantes de los mercados fronterizos de las provincias Independencia y Pedernales denunciaron ayer las precariedades para ofertar sus productos por un bloqueo que atribuyen al Ejército dominicano y por la polvareda.

Al menos 28 comerciantes del municipio La Descubierta, en la provincia Independencia, explicaron que aún no pueden comercializar sus productos en el mercado binacional debido a un bloqueo que mantiene en Los Pinos del Edén el Ejército dominicano.

De acuerdo al alcalde Pascual Pérez Benítez, también a los moradores y agricultores de las comunidades Ángel Feliz y Sabana Real, se les impide transportar sus productos de origen nacional.

El mercado opera en las comunidades Sabana Real y Cacique Enriquillo desde 1982, aunque fue regulado con la Ley 36-11.

“Actualmente está detenido porque los organismos de seguridad del Estado, llámese G2, están impidiendo el paso de las mercancías en Los Pinos del Edén”, dijo Pérez Benítez.

Advirtió de posibles protestas, ya que asegura que el ministro de Defensa, Carlos Díaz Morfa, y el director general de Aduanas, Eduardo Sanz Lovatón, no responden a las comunicaciones enviadas, porque a su entender no existe el interés en resolver el problema.

“Esos trabajadores ya no encuentran qué hacer para pagar los pagarés de sus camiones y con sus mercancías que tienen acumuladas, como harina, que se les daña”, dijo.

Llamó a las autoridades para que regulen el transporte de mercancías que se comercializan en el mercado binacional de La Descubierta, debido a que es la principal fuente económica de decenas de familias.

Pedernales

Fue declarada como “insoportable” por los vendedores, la polvareda en la vieja estructura del mercado dominico-haitiano, mientras la construcción del nuevo mercado anunciado en días pasados por la Dirección de Desarrollo Fronterizo todavía no arranca.

Los comerciantes alegan que enfrentan una odisea, luego de fueran demolidas las edificaciones donde alojaban el negocio de productos manufacturados para dar paso al muro perimetral entre este lado y Haití.