Panorama político

Trump seguirá adelante con la vista puesta en la Casa Blanca

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Guarionex RosaSanto Domingo, RD

Contra muchas predicciones y advertencias dentro del Partido Republicano, el ex presidente Trump lanzó el martes su iniciativa para presentarse como candidato a la Presidencia en las elecciones del 2024, anticipando su vieja consigna de “Hagamos América Grande y Glorioso de Nuevo”.

Su consigna encontró el favor y los aplausos de un par de miles de partidarios en el auditórium de Mar-a- Lago, su residencia veraniega de Florida, pero no así entre partidarios de elevado rango como el gobernador del estado, Ron DeSantis, quien aspira disputarle su aspiración.

A Trump se le notaba la falta de brillo en su cara y cabellera siempre arreglada cuando ocupó la Casa Blanca. Habló suavemente en busca de emular al único ex presidente que retornó al poder tras ser derrotado en unas elecciones. Se trata de Glover Cleveland, quien gobernó 4 de marzo 1885 y 4 de marzo 1889, en dos cuatrienios no consecutivos.

Al expresidente y a algunos familiares lo investigan en Nueva York. Las investigaciones no tienen mucho que ver con las que hace el Congreso por los desórdenes y el asalto a la sede legislativa el 6 de enero de 2021. También se le investiga por secuestrar documentos secretos en su casa veraniega.

Además, a Trump lo acusó su sobrina Mary Trump de engañarla por la herencia dejada por el patriarca Trump, Fred Trump Sr., a quien pinta en un libro sobre los conflictos familiares como un pillo. Un juez de Nueva York desestimó los cargos porque un acuerdo con Mary redimió el conflicto.

Trump ha salido debilitado porque el Partido Demócrata se fortaleció al ganar la mayoría senatorial 51-49 en las pasadas elecciones de medio término, cuando queda una segunda vuelta en Georgia que podría darle una ventaja mayor al partido de gobierno si gana el candidato Raphael Warnock contra la estrella del fútbol americano Herschel Walker, apoyado por Trump.

Trump es un hueso duro de roer y contrario a la tradición de los presidentes que pierden unas elecciones y se van tranquilos a sus casas, el cazurro ex gobernante republicano está refugiado en la suya de Florida en constante laborantismo para desacreditar al régimen demócrata de Joe Biden.

El expresidente cree que una serie de factores le pueden favorecer frente a Biden en las elecciones del 2024, como el crecimiento de la delincuencia, la inmigración por la frontera sur, los malestares económicos y el apoyo del presidente Biden a Ucrania en su guerra con Rusia.

Trump y la vuelta

Trump quiere retornar a la Casa Blanca en 2024 como sea. Cree que derrotar a los demócratas e impedir la reelección del presidente Biden, quien ya anunció sus intenciones, son ambiciones a las cuales no va a renunciar. Cuenta con dinero y partidarios en todo el país.

Él pudo ser de los sorprendidos de que no se produjera una “marea roja” que mantuviera a los republicanos al frente del Senado y aumentara considerablemente la bancada del partido en la Cámara de Representantes. Tal cosa no ocurrió y los demócratas ganaron muchas gobernaciones que quizás no esperaban, pero los republicanos ganaron la Cámara.

El empresario ex presidente tiene muchos partidarios entre los sectores ultraconservadores y entre la clase obrero-campesina de pescuezo rojo y un dominio del Partido Republicano que las derrotas en las elecciones pasadas no las tomará en cuenta. Más bien seguirá adelante con la vista puesta en la Casa Blanca.

Trump tiene grandes adversarios en la clase intelectual, los medios de comunicación y la influencia indirecta de los países amigos en Europa y América Latina, subcontinente en el cual las últimas elecciones han puesto en el poder a partidos liberales, progresistas o izquierdistas.

Al entrar primero en la campaña por la nominación presidencial del Partido Republicano, el ex presidente Trump cuenta con ventaja sobre aspirantes menores de la organización, no así en los casos del ex vicepresidente Mike Pence, o el gobernador de Florida, Ronald DeSantis, quien ganó la reelección con 60%.

DeSantis se mantiene hasta ahora como el claro desafiante de Trump. Cree que lo apoyaría el sector menos conservador del partido y parte de los que pudieron haber expresado su decisión de enfrentar al ex presidente, pero que no se atrevieron.

La salida de Pelosi

La decisión de la diputada Nancy Pelosi de cualquier aspiración en la Cámara de Representantes, representa un aliento para Trump, toda vez que en 20 años representando a California construyó un liderazgo a base de coraje, impulso a las mujeres y apegó a los lineamientos liberales del Partido Demócrata.

A Pelosi le afectó mucho el asalto al Congreso por la turba de partidarios de Trump y últimamente el atentado en su residencia en un sector afluente de San Francisco, donde su marido recibió unos golpes de martillo por parte de un asaltante que penetró en la casa. Nancy no estaba en la residencia.

En el asalto al Congreso, que propugnaba porque se desconociera el triunfo de Biden, los insurrectos persiguieron a Pelosi, quien fue sacada del recinto. Pedían a gritos su cabeza al igual que la de Pence, que como vicepresidente de la República tenía el encargo legal de revisar la idoneidad de la votación para reconocer o no la elección.

Es algo que Trump nunca le perdonará a Pence, por lo que al ex vicepresidente podría convenirle más que a nadie que el ex gobernante no sea postulado por el Partido Republicano, o que, en el peor de los casos, pierda la elección del 2024 frente a Biden o a cualquiera que postulen los demócratas.

A poco de conocerse que la señora Pelosi cedía la antorcha al liderazgo joven del Partido Demócrata, el representante, Hakim Jeffries, de uno de los distritos de Nueva York, un hombre negro claro, atlético y liberal, muy querido en su comunidad, anunció que aspiraba al importante puesto.

De ganar el liderazgo de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Jeffries, diputado por NY desde 2013, sería el primer vocero afroamericano en la historia de la República. Otros que quisieran la importante posición de líder del caucus congresual serían Katherine Clark y Pete Aguilar, la primera del 5to. Distrito de Massachusetts y el segundo, diputado de California. Jeffries tendría clara ventaja para conseguir la postulación.