Consejo de Seguridad de la ONU convoca a reunión para hablar sobre Haití mañana
El encuentro fue solicitado por China, país que sugiere varias posibles soluciones al caos en el territorio haitiano
El ministro de Relaciones Exteriores, Roberto Álvarez, participará mañana en una reunión que realizará el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre la crisis sociopolítica en Haití y alternativas para abordarla.
Luego de que el pasado miércoles el canciller dominicano reiterara ante la Asamblea General de las Naciones Unidas que Haití no puede esperar más y necesita el apoyo de la comunidad internacional para evitar que su situación se “desborde por completo”, será mañana por la tarde cuando varias naciones miembros del Consejo de Seguridad de ese organismo internacional se reúnan para abordar el tema.
El encuentro fue solicitado por China, país que sugiere varias posibles soluciones al caos en el territorio haitiano, con la finalidad de discutir acerca de los disturbios que estallaron en el país después de que el gobierno anunciara un aumento en el precio del combustible el 11 de septiembre.
De acuerdo a una publicación realizada por el Consejo de Seguridad, la sesión informativa será en la tarde y de forma abierta, seguida de consultas privadas.
Asimismo, en el encuentro se espera que participen como ponentes la representante especial del Secretario General para Haití y jefa de la Oficina Integrada de las Naciones Unidas en Haití (BINUH), Helen La Lime; la directora ejecutiva adjunta del Programa Mundial de Alimentos (PMA), Valerie Guarnieri; y la directora ejecutiva de la Oficina de las Naciones Unidas sobre Drogas y Delito (UNODC), Ghada Fathi Waly.
Aunque condenan los actos violentos y demás acciones que tienen efectos adversos en la población en general y comparten la opinión de que Haití enfrenta graves desafíos, los integrantes del consejo no llegan a un consenso acerca de cómo debe abordarse lo que sucede en ese país caribeño.
Esto, según una publicación de la sección What´s in Blue –que trata la evolución de las acciones del Consejo de Seguridad– del Informe del Consejo de Seguridad (SCR, por sus siglas en inglés), se evidenció durante las negociaciones sobre la resolución 2645 del 15 de julio, que recientemente renovó el mandato de la BINUH.
La resolución 2645 exige el cese inmediato de la violencia de las pandillas y las actividades delictivas y expresa la disposición del Consejo para tomar las medidas apropiadas (como imponer una prohibición de viajar o congelar activos), según sea necesario, contra quienes participen en tales actividades y en abusos contra los derechos humanos dentro de los 90 días de la adopción de la resolución (es decir, antes del 15 de octubre).
El documento solicita además al Secretario General de la ONU que consulte con el gobierno haitiano, los países pertinentes y las organizaciones regionales acerca de las "posibles opciones para mejorar el apoyo de seguridad para los esfuerzos de la Policía Nacional de Haití para combatir los altos niveles de violencia de las pandillas" y que se presente un informe al Consejo de Seguridad antes del 15 de octubre.
De igual forma, la resolución 2645 hizo un llamado a todas las partes interesadas haitianas a llegar urgentemente a un acuerdo a través de un diálogo inclusivo entre haitianos sobre un marco para un proceso político con el objetivo de organizar elecciones.
Avances
China, de su lado, propuso como alternativas la fuerza multinacional, el embargo de armas y el régimen de sanciones. Sin embargo, desde la adopción de la resolución 2645, los miembros del Consejo parecen no haber discutido sobre el posible camino a seguir con respecto a las tres opciones señaladas por el gigante asiático en la aparente espera de recibir los reportes que deben ser entregados en octubre.
No obstante, según publicaciones periodísticas recientes en Estados Unidos, ese país se está preparando para hacer circular un proyecto de resolución que establecerá sanciones financieras y de viaje para los líderes de pandillas y quienes faciliten sus actividades. Se espera que estos puntos sean tratados en las consultas cerradas de mañana.
Situación
Desde el 12 de septiembre, los ciudadanos haitianos han salido a las calles de Puerto Príncipe y de otras ciudades de ese país para protestar por las difíciles condiciones de vida con las que tienen que lidiar a diario.
Muchos de los manifestantes han expresado sus quejas sobre el estancamiento político en curso y el manejo de la crisis económica y de seguridad por parte del gobierno, pidiendo la renuncia del primer ministro, Ariel Henry.
Algunas de las protestas se han tornado sumamente violentas y ha habido informes de víctimas civiles, pero las cifras exactas no han podido ser confirmadas. También ha habido informes de saqueos a negocios y almacenes humanitarios, así como ataques a bancos, a las casas de políticos progubernamentales y la élite adinerada.
Aunque las manifestaciones estallaron debido al descontento popular por las condiciones de vida, las bandas criminales han exacerbado la situación, incluso a través de declaraciones que alientan el saqueo e incitan a la violencia contra políticos y organizaciones internacionales.
Posición dominicana
Álvarez manifestó el pasado 21 de septiembre ante la Asamblea General de la ONU que a pesar de las dificultades para llegar a acuerdos, República Dominicana aboga y desea que la sociedad haitiana logre el consenso necesario para superar la grave situación.
“Es responsabilidad de las autoridades haitianas controlar y poner término a las acciones de las bandas que están generando los crímenes tan atroces que podríamos calificar como de lesa humanidad; pero debemos quitarnos la venda y admitir que la policía haitiana, por sí sola, no va a desarrollar la capacidad para garantizar el orden y someter las pandillas”, dijo durante su alocución.
Además, el canciller dominicano saludó que el Consejo de Seguridad extendiera el mandato de la Oficina Integrada de las Naciones Unidas en Haití (BINUH) hasta julio del 2023 y advirtió que los resultados esperados están supeditados a lograr que los haitianos alcancen un acuerdo nacional para combatir y neutralizar a las bandas, así como también para la celebración de las elecciones.
Puntualizó que para implementar ese necesario proceso, la acción de la ONU debe apoyarse en la resolución del Consejo de Seguridad 2645 del 2022, que “nos coloca a la puerta de tomar las decisiones más pertinentes para evitar que la situación en Haití desborde por completo los cauces normales”.
Citó que, tal como plantea esa resolución, tan pronto como las condiciones de seguridad lo permitan, es preciso que todas las partes interesadas lleguen a un acuerdo político urgente dirigido por los haitianos, con vistas a organizar elecciones legislativas y presidenciales con la participación plena de la población, en especial de las mujeres, de la juventud y de la sociedad civil.