Largas esperas en el Robert Reid
No hace falta que salga el sol para que padres y familiares acudan con sus menores aquejados de salud al hospital infantil Robert Reid Cabral, tampoco faltan las largas filas que se generan en torno al centro de salud para conseguir una consulta o ser atendido en la emergencia.
Es un panorama que a diario se ve en este centro que tiene más de 80 años (1939) funcionando y fue creado por el dictador Rafael Leónidas Trujillo, para dedicarse especialmente a la atención médica de los niños y niñas.
Y aunque en la actualidad hay 400 médicos fijos, 300 camas disponibles y 321 enfermeras, esto no es suficiente para atender la cantidad de pacientes que llegan allí día a día.
En la sala de emergencia ubican hasta a dos infantes por cama para poder atenderles en un tiempo que reduzca hasta las 11 horas que han esperado muchos padres.
Tal es el caso de José Arias, un padre que angustiado por la salud de un hijo, acudió a ese hospital el jueves alrededor de las 10:00 de la noche porque su niño de cuatro años vomitaba frecuentemente, y no fue hasta las 8:00 de la mañana del viernes que le atendieron.
“Estoy aquí cansado y preocupado por mi hijo que está flaquito porque todo lo que come lo vomita y esta gente me tienen aquí y solo me dicen que ‘desde que se pueda me hacen pasar’”, dijo Arias a periodistas de este diario.
Asimismo, Carla Peguero, quien tiene su hermana menor hospitalizada por un sangrado nasal, aseguró que en ese hospital los niños entran aquejados, pero los padres terminan más enfermos que el mismo infante por la “zozobra” que pasan.
En contraste, Alejandra Vargas, médico ayudante de la sala de emergencia reconoce que aunque faltan algunos equipos, trabajan para brindar el mejor servicio, al tiempo que narró que las afecciones más frecuentes que reciben son las quemaduras, traumas y convulsiones.
Mientras la doctora Vargas conversaba con este medio, indicaba a otros galenos que atendieran a un niño especial que golpeaba a su madre, hermana y a la puerta de emergencia porque necesitaba ser sedado.
No solo la emergencia permanece notablemente congestionada, de igual forma los turnos para realizar tomas de muestra.
“Dios mío, es increíble, uno llega aquí a las seis de la mañana, para que si uno no es el primero al menos no sea tan lejos y dicen que abren a las ocho, llegan a las ocho y media y empiezan a las nueve”, protestó una mujer mientras su cría recién nacida gritaba.
Enfermedades Los galenos que prestan allí su servicio explicaron que dependiendo de la condición de salud del país sería marcada las principales vicisitudes que llegarán al Robert Reid con mayor frecuencia.
“Todo depende de que pase en el país en ese momento, cuando el covid estaba más fuerte, éramos uno de los hospitales que mejor manejaba la situación con el menor, igual con el tema del dengue, si hay brote de dengue de una vez llegan aquí”, explicó Manuel Rodríguez, residente en ese centro.
Consultas La cantidad de citas médicas que recibe el “Angelita”, sobrepasa las 300 diariamente y debido a que muchos especialistas solo toman pacientes dos veces a la semana, las largas filas se hacen visibles por los pasillos del hospital.
El consultorio del neumólogo, la cardióloga y el ortopedista son los “más frecuentados”, recibiendo hasta 50 personas en menos de ocho horas de labor que ejercen allí, según una enfermera de turno, que decidió permanecer en el anonimato.
Asimismo, dentro de las largas filas de espera para una consulta pediátrica, hay un nivel superior de madres haitianas a las dominicanas.
Medicamentos La abuela de Alicia Morales, quien decidió reservar su nombre, permanecía preocupada por los gastos que le ha generado tener a su nieta casi un mes en ese centro médico, indicó que tiene que comprar los medicamentos a un alto costo para sus ingresos.
“Ya su mamá y yo estamos al tope con lo caro que nos han salido estas semanas aquí y cada rato cosa nueva y mi hija preguntó para saber si se lo daban y nada”, confesó la abuela.
SEPA MÁS Forman los especialistas El Robert Reid no solo es el establecimiento médico más frecuentado por los padres dominicanos, también es la escuela de pediatría de todos aquellos aspirantes de medicina que quieren especializarse como pediatras.
“Todo el que es pediatra, pasó por aquí, nosotros somos especialistas de profesionales, somos docentes”, dijo Deyanira González, encargada de Comunicación de ese hospital.