DEL SUEÑO AL LUTO
Con llanto y música despiden en Baní a otro que murió en Chiapas
Había pedido perdón. Ayer sepultaron los restos de Reymi Yoel Soto Guerrero, quien pidio perdón a su madre antes de salir a la peligrosa travesía hacia Estados Unidos y que le costó la vida en un accidente en Chiapas, México.
El llanto y el dolor que ha causado en las familias banilejas que han perdido a sus seres queridos en la tragedia de Chiapas, México, se repitió aquí ayer con el velatorio y sepelio de Reymi Yoel Soto Guerrero, el joven que pidió perdón a su madre antes de emprender la peligrosa travesía.
Los restos de Reymi, 26 años, fueron traídos a Baní el martes 28 a las 6:00 de la tarde y entregados a la familia en el sector Los Tendales, al norte de esta ciudad, donde fueron velados en medio de dramáticas escenas de dolor, que han conmovido todo este vecindario.
El cortejo fúnebre salió a las 11:00 de la mañana de ayer con canciones de bachata, rancheras y música urbana, los que se confundían durante todo el trayecto hacía el cementerio de El Fundo, con el llanto desconsolado de sus padres, hermanos, tíos, primos, amigos y vecinos, desde niños hasta las personas más adultas.
Raymi le había dicho a su madre que él se iba a los Estados Unidos porque la tenía que “poner a brillar”, testimoniaba una tía de este, entre lágrimas y sollozos.
Con Reymi, suman cinco los cuerpos sepultados en los cementerios de Baní, nativos de las comunidades como El Cañafístol (Yuniel Mordán y Juan Alberto Soto), Catalina (Ángel Lisandro Lugo García y Frantoni Reynaldo Matos), en Baní, Reymi Soto, de Santa Elena, velado en el barrio Los Tendales.
De las 11 víctimas mortales de la tragedia, esta región sur registra nueve muertes. Todavía se espera la llegada del cadáver de Rafelín Martínez, un artesano de la comunidad Boquerón, Azua, que hacía pilones de madera.
Se espera también el traslado de los restos de Edison Yúnior Báez (Bacalao) y de Raymi Brito Figueroa, ambos de Las 20 Casitas, en la zona norte de esta ciudad, así como de Alfredo Brito, de Fundación de Peravia.
Las otras dos personas fallecidas en el vuelco de Chiapas son Benito Ramón Almonte, 27 años, y Wascar Pérez Vargas, de 25 años, de la provincia Monte Cristi, al norte del país.
Lo ocurrido Un reporte de la agencia AP, fechado en Chiapas, recoge el relato de los sobrevivientes del accidente del pasado 9 de este mes en el sur de México. Mientras intentaban recuperarse tendidos en camas de hospital, los sobrevivientes del accidente que mató a 55 migrantes e hirió a más de un centenar en el sur de México tenían muy claro que la diferencia entre la vida y la muerte fue su ubicación dentro del vehículo.
“Los que murieron fueron los que iban pegados a los muros del tráiler”, dijo un joven guatemalteco que estaba siendo tratado por una fractura en un brazo en un hospital local. Quedaron aplastados entre los hierros de la caja. Los que iban en el centro se salvaron, protegidos por los cuerpos de sus compañeros cuando el contenedor volcó en la carretera. “Gracias a Dios nosotros íbamos a la mitad. Los que iban pegados a los lados son los que murieron cuando fue a pegar en el suelo”, agregó el guatemalteco que no quiso dar su nombre porque no tenía documentos de estancia legal en México.
DETALLES
El choque Cuando el camión chocó con la base de un puente peatonal de acero el jueves por la tarde cerca de Tuxtla Gutiérrez, la capital del estado de Chiapas, todo se transformó en un cúmulo de gritos y sangre, comentó el joven. Había, según su recuento, unos 250 migrantes a bordo. El joven dijo que el conductor del camión entró en una curva cerrada a gran velocidad y perdió el control.
¿Cómo salieron?Los sobrevivientes salieron abriéndose paso entre la maraña de migrantes ya muertos o moribundos. “Cuando yo caí, los compañeros se cayeron encima de mí.