Ana Jiménez Cruceta: “Muchas veces uno entiende que se cierra una puerta pero es que Dios le tiene algo mejor”
Dos veces timbró el teléfono antes de que la teniente coronel Ana Josefina Jiménez Cruceta, designada como la primera mujer vocera en la historia de los 85 años de fundada de la Policía Nacional, descolgara la llamada.
Como es costumbre, me presenté y ella no tuvo reparos en conversar conmigo sobre su nombramiento. Sólo me pidió que le permitiera devolverme la llamada pasados 10 minutos, pues se encontraba en una reunión.
A diferencia de otras ocasiones, con policías que ocupaban la posición, no tuve que volver a marcar su número o enviarle un mensaje para recordarle que habíamos coordinado una reunión telefónica.
Lo que al inicio era sólo una llamada se convirtió en un diálogo a través de la plataforma de Zoom, donde me expresó su alegría y entusiasmo al recibir la designación, que la coloca como Directora de Comunicaciones de la Policía Nacional.
“Esta es la satisfacción del deber cumplido, somos también de la primera promoción, la primera vez que ingresan femeninas a la academia es también a la que yo pertenezco, la promoción María Trinidad Sánchez, donde nos graduamos 67 de los cuales 17 somos femeninas, por lo que para nosotros es un inmenso placer darnos cuenta que lo que hemos venido trabajando también está dando sus frutos”, indica.
Oriunda del municipio de Cotuí, provincia Sánchez Ramírez, madre de un niño de ocho años, a quien junto a su madre cataloga como su mayor fan, Jiménez Cruceta ingresó como cadete a la Policía Nacional un 3 de enero en 2003.
Ocupando diversas posiciones en la Policía Nacional, ha sido instructora en el área de entrenamiento en la academia para cadetes de esa institución, en la Policía Científica, Comunitaria y de Tránsito, cuando esta última era llamada así.
En 2007 logra graduarse como licenciada en Ciencias Policiales, estudiando luego un doctorado en Derecho y doctora en medicina.
“Cada situación, cada momento, que quizás yo quisiera un lugar, que quizás me gustaría trabajar en un sitio y me han designado en otro, yo lo veo como una oportunidad de crecer, como una oportunidad de prepararme en esa área que yo no conocía y siempre he estado dispuesta a trabajar en el área donde me dispongan, hacer lo que me corresponde y lo recibo con amor y beneplácito”, expresa la teniente coronel.
Antes de llegar a la dirección de comunicaciones se desempeñaba como subdirectora de comunicaciones estratégicas.
“Todo ocurre con un designio divino del señor, muchas veces uno entiende que se cierra una puerta pero es que Dios le tiene algo mejor a uno”, asegura.
Su mayor reto, asegura, es hacer las cosas “como van”, sabiendo que muchos de los trabajos, al ser una institución integral, no dependerán sólo de ella, aunque haciendo lo promesa de trabajar de forma recíproca con los medios de comunicación.
“Desde este momento que estoy siendo designada estoy en la mayor disponibilidad, las 24 horas al día, los siete días a la semana para los medios de comunicación, para los periodistas que cubren la fuente, para todos los que se acercan a la institución en busca de información”, aseguró.
Sus deseos no se contraponen a los de los miembros de la Policía Nacional, aspira a ser general y espera en Dios poder alcanzar esa meta.