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El 49% de los adultos hace uso de la violencia para corregir a los niños durante la crianza, según estudio

Investigación “Yo me crié así”. 

Foto: LD

Investigación “Yo me crié así”. Foto: LD

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Laura CastilloSanto Domingo, RD

Un estudio realizado por el Plan International de la República Dominicana arrojó que el 49 por ciento de adultos y el 30 por ciento de los adolescentes coincidieron con que se recurre a la violencia física para corregir las faltas durante la crianza.

“En las familias no se dialoga sobre la opinión o las inquietudes de hijos e hijas, sino que se imponen las tareas que deben realizar desde el uso de violencia física con relatos abusivos a base de varas, correas, piedras, así como las humillaciones con el castigo de hincar, encerrar o el maltrato verbal”, detalló la antropóloga Tahira Vargas, autora del estudio.

La investigación “Yo me crié así” revela que la violencia y la desigualdad son parte de la crianza.

Además, que la crianza de los niños no se limita a las familias, sino que se extiende a la red de vecinos y vecinas, está permeada por patrones que reproducen, y legitiman la violencia física, verbal y psicológica.

El estudio también indica que existe una fuerte desigualdad de género en las familias, por ejemplo, en la concentración de las tareas domésticas en las mujeres jóvenes y niñas, lo cual hace que tengan escaso tiempo para la recreación.

En general, se mantiene la visión de la incorporación de la mujer al mercado laboral como una amenaza a la estabilidad familiar y al cuidado de niños y niñas, elemento que está sostenido en la cultura patriarcal que establece los roles de cuidado como tarea exclusiva de la mujer. También, la violencia de género tiene una alta legitimación, culpabilizando a la mujer por no asumir roles tradicionales en el hogar.

Otro de los temas identificados en la investigación es el embarazo en adolescentes, donde la población adulta establece como un mecanismo de prevención es la prohibición de la interacción entre población femenina y masculina con una fuerte carga de miedo y represión.

“La educación sexual debe comenzar desde edades tempranas de la vida, antes de que los adolescentes practiquen conductas sexuales que los pongan en riesgo; el trabajo educativo que se realice debe ser en sinergia con todos los actores sociales para que los adolescentes puedan cuidar su salud y lograr mayor garantía en su desarrollo integral”, afirmó Thomás Polanco, coordinador de la Alianza ONG por la Infancia.

La investigación “Yo me crié así”, Prácticas de Crianza en las Provincias de Elías Piña, el Gran Santo Domingo y La Altagracia, realizó 15 grupos focales y 429 encuestas en las cuales participaron adultos y adolescentes compartiendo sus respuestas de temas de violencia intrafamiliar y crianza, participación y comunicación, igualdad de género en la crianza, educación sexual, protección de la violencia y recreación en las diferentes etapas de crecimiento de las personas.