Ganó 23 millones de pesos en la lotería pero lo perdió todo
En un principio manejo con cierta discreción, pero después aparecieron los amigos y sus deseos juveniles.
Ganó la lotería, siguió invirtiendo en juegos de azar, duplicó sus ganancias, pero lo perdió todo. Entre favores a “amigos” y despilfarro por “juventud”, Keneddy Jáquez pasó de ser el millonario número 255 a retornar a su humilde realidad.
Residente de la provincia Santiago Rodriguez, Keneddy era un joven cualquiera que depositaba parte de sus esperanzas en los números de lotería que jugaba dos veces por semana, hasta que un día su suerte cambió.
“Durante cinco años jugué de manera consecutiva la loto, religiosamente”, comentó durante una entrevista al youtuber Lisandro Torres al Día, hasta que el 24 de marzo de 2017 los seis números en su boleto coincidieron con los anunciados.
23 millones fue lo que se ganó en ese momento, aunque tras impuestos le quedaron 17 millones 250 mil pesos, dinero que en un principio manejó con cierta discreción, pero después aparecieron los amigos y sus deseos juveniles.
“Le di 500 mil pesos a una gente que lo tenía prometido y después pague deudas de una gozadera de celebraciones”, comentó Kennedy durante la entrevista.
Pero esos 17 millones que ganó en un principio fueron una “chilata” según dice, ya que luego comenzó a jugar decenas de números en otras loterías y según cuenta obtuvo más de 35 millones de pesos en ganancias.
Más allá de esas ganancias, fue gastando más de lo que obtenía, llegando inclusive a despilfarrar 3 millones de pesos en un solo día en “fiestas y gozadera”.
Kennedy comentó en la entrevista al youtuber que duraba meses sin ir a su casa y se la pasó gran parte de los tres años que tuvo dinero viajando por todo el país entre fiestas y “amistades” a las cuales incluso les regaló vehículos.
“Cristian Casablanca ni él se compara a mí, porque yo lo jugaba todo y cuando lo jugaba no lo llevaba al banco, me quedaba con el dinero, me quedaba con 800 mil. Si fulano necesitaba lo repartía. De lo que sacaba lo daba dando favores, nunca lo llevaba al banco. Vehículo de 250 mil, 300 mil. Llegue a regalar 4 carros”, recuerda.
Y a pesar de eso favores y regalos que solía dar, dice que todas sus amistades le dieron la espalda y que la razón por la cual “lo querían” era por su dinero, no por su persona.
“El dinero es muy lindo pero eso es lo más traicionero, porque el dinero es amigo de todo el mundo, pero tú no eres amigo de todo el mundo”, asegura.