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Los ejercicios ahora los hacen por la mañana para evitar ser apresados

Ejercitarse ahora los fines de semana es por la mañana.

Ejercitarse ahora los fines de semana es por la mañana.

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Helenny AmparoSanto Domingo, RD

Los que antes usaban en las tardes las inmediaciones del parque Mirador Sur u otras áreas verdes para hacer distintas actividades físicas ahora trasladaron sus rutinas a las primeras horas de la mañana para evitar inconvenientes con las autoridades y no arriesgarse a ser detenidos en el toque de queda.

En un recorrido realizado por periodistas del Listín Diario se pudo comprobar cómo los más pequeños de la casa ahora acompañan a los adultos a correr, caminar, montar bicicletas o simplemente salir a disfrutar del aire libre con los primeros destellos de sol.

Mara Filett es una de las fieles usuarias del Mirador Sur y junto a su hija, Isabela solían aprovechar la caída del sol para correr y caminar en los alrededores del parque, sin embargo ahora deben despertar más temprano para continuar con la costumbre.

“Yo me levanto a las 5:00 de la mañana por este toque de queda”, refunfuño Mara, al tiempo que señaló que lo hace para mantener un estilo de vida sano.

Otro que cambió el horario de sus rutinas fue un ciclista que se negó a ofrecer su nombre pero subrayó que “en los parque viene gente con vida deportiva y sana. No deberían estar con eso de cerrar parques porque aquí no se fuma hookah y eso”.

El deportista especificó que ahora su horario es de 6:00 de la mañana a 7:00 a. m. y anteriormente practicaba durante esas mismas horas pero en la noche por más de 20 años.

Los niños escapan a los columpios

Aunque el presidente de la República Luis Abinader dispuso el cierre de parques, gimnasios y malecones, el pasado 30 de diciembre, luego del aumento de casos positivos de covid-19 en el país, varios de los niños que acompañaban a sus padres este domingo por los alrededores del parque Mirador sur cedían brevemente a la tentación de mecerse en los columpios.

Muchos de los aparatos de entretenimiento estaban rodeados de cintas amarillas para evitar su uso pero no impidieron que los pequeños aprovechaban cualquier descuido o distracción de sus padres para correr hacia ellos.

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