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Visitas a internos de la cárcel La Victoria ahora son más complicadas

Personas acudieron ayer a visitar a sus familiares, pero luego de largas filas tuvieron que retirarse sin verlos. RAÚL ASENCIO/

Personas acudieron ayer a visitar a sus familiares, pero luego de largas filas tuvieron que retirarse sin verlos. RAÚL ASENCIO/

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Javier FloresSanto Domingo, RD

Largas filas, incomodidades y las personas quejándose a “viva voz” del proceso, marcaron el primer domingo de visitas permitidas en la Penitenciaría Nacional de La Victoria, luego de que las nuevas autoridades asumieran en la madrugada del miércoles el control de la cárcel más poblada del país.

El horario de visitas estaba supuesto a iniciar a las 8:00 de la mañana de ayer, por lo que desde alrededor de las 7:00 decenas de personas comenzaban a llegar para colocarse lo más adelante en la fila para poder ver a su familiar.

Luego de que se iniciará el brote de coronavirus Covid-19 en el país, las visitas en el penal de La Victoria habían cambiado un poco en su forma habitual.

Desde el mes de marzo hasta inicios de este mes de septiembre, de acuerdo con los visitantes, estos no podían ingresar al penal, ya que el acceso fue prohibido como medida de prevención por la pandemia.

Sin embargo, al menos se podían acercar a una de las entradas frontales y poder ver a su familiar o amistad, aunque por un escaso margen de tiempo, y poder entregarles la comida y la ropa que le habrían llevado para que puedan subsistir dentro del recinto carcelario.

En la mañana de ayer, luego de que durante las operaciones para la “toma de controll” y el cambio del personal de todas las autoridades del penal no se permitieran las visitas, las personas que llegaron a La Victoria se encontraron con la novedad de que no podían ver directamente a su preso y que la ropa y comida que le llevaban tenía que ser enviada por terceros.

“Eso nunca había estado así, este asunto está peor”, vociferaba una señora al retirarse del penal. Muchos, al igual que ella, le siguieron los pasos y se retiraron incómodos del lugar, mientras que aquellos que venían desde más lejos solo procuraban una oportunidad para ver las condiciones en que se encontraba su relacionado.

Tal es el caso de Rosa Javier, quien al mediodía no había podido ver a su hijo Randy. “Yo llegué desde Boca Chica y tengo el día entero aquí. Lo único que quiero es saber si mi hijo está bien, si está comiendo bien, cómo está, eso es todo”, exclamaba.

Comandante advierte

Circula un video en el que se observa al coronel José Rafael de los Santos, nuevo comandante de la penitenciaria de La Victoria, hacerles entender a los privados de libertad que él será la autoridad en ese penal y no los detenidos.

El coronel, quien se quita la mascarilla para que los internos puedan observarle, inicia su discurso de más de seis minutos, presentándose e informándoles que ellos eran los privados de libertad y los militares las autoridades, por lo que es importante el respeto entre todos.