LA CASA DOMINICANA DE HAZLETON
La luz que se apagó con la esperanza de seguir ayudando a víctimas del Covid-19
Pedro Lozano fue uno de los voluntarios más entusiastas y comprometidos de la Casa Dominicana de Hazleton, en la que se mantuvo en primera línea durante las jornadas sociales llevadas a cabo por esta institución tras la pandemia del Coronavirus.
Su esperanza siempre fue volver a socorrer a muchos de los miles de infectados que aún permanecen en aislamiento debido al coronavirus (Covid-19).
Sin embargo, fue uno de los 69,000 fallecidos, registrados hasta el 6 de mayo, en Estados Unidos a causa del Covid-19. Que ha afectado en mayor medida a latinos y afroamericanos.
Su viuda María Bueno, afiliada también a la causa social, recibió el apoyo y el consuelo de esta institución sin fines de lucro para que el cuerpo de esposo fuera cremado tal como recomienda el protocolo en caso de deceso por el virus.
El hecho ocurrió justo cuando la Casa Dominicana ha estado inmersa ayudando a miles de personas en el noroeste de Pennsylvania y otras regiones, a fin de prevenir el contagio de Covid-19.
“Agradecemos a los voluntarios y a todas las instituciones que están colaborando para la adquisición de alimentos y hacer posible que las ayudas lleguen a los necesitados”, manifiesta Víctor Pérez, presidente de la Casa Dominicana de Hazleton.
Reconoce además la labor de los voluntarios que, tal como lo hiciera en otras ocasiones el señor Pedro Lozano, de forma altruista trabajan para llegar a los residentes ante la pandemia y permitirles así el distanciamiento social y el “quédate en casa”.
“El equipo de voluntarios de la Casa Dominicana hace estas entregas casa por casa con la debida protección recomendada para evitar el contagio del Covid-19”, asegura Pérez.
Destaca que los voluntarios están equipados con barbijos, mascarillas, guantes, escudos protectores y los utensilios necesarios para garantizar la salud de ellos y de las familias que reciben las ayudas.
Pérez dice que cumplen con las normas establecidas por el Departamento de Salud de Pennsylvania, así como de otras entidades que trabajan con la finalidad de evitar la expansión de esta crisis sanitaria.
“Es un operativo masivo y sin precedentes y nunca antes visto en toda el área tri-estatal”, indica una nota de prensa de la entidad, en la cual refiere que recibieron más 3,000 solicitudes de ayudas en diferentes áreas del condado de Luzerne.
Llevar cajas de comidas a distintas ciudades de varios condados durante esta pandemia ha sido posible gracias a los miembros, voluntarios y colaboradores de la Casa Dominicana de Hazleton, enfatiza la nota.
“Mientras la pandemia aún no da tregua, nos sentimos complacidos como comunidad porque contamos con organizaciones y personas dispuestas a arriesgar sus vidas por ayudar a otros que realmente necesitan socorro en estos días grises y tristes”, señala Pérez.