El estilo de vida que se llevó a los hogares
Desde que en marzo se decretó el estado de emergencia en República Dominicana por el Covid-19, los gimnasios y espacios de ejercicios han cerrado sus puertas hasta nuevo aviso, lo que ha obligado a muchos que estaban acostumbrados a mantenerse en forma a reinventarse las rutinas para practicarlas en las casas.
Otros que ni siquiera iban a ejercitarse a los gimnasios, no han tenido más remedio que incorporarse a este tipo de rutinas ante tanto tiempo de ocio y en muchos casos, hasta por la propia ansiedad de estar encerrado.
Según Rafael Hernández, un entrenador experto del Body Shop, desde que fue detectado el primer caso de coronavirus en el país, el 1 de marzo, las personas dejaron de ir de manera paulatina ante el temor del contagio.
"La gente empezó a literalmente alejarse antes de que el Gobierno tomara las medidas de emergencia, huyéndole a la enfermedad porque decían que los gimnasios eran focos de contagios", afirmó.
Hernández explicó que al principio enviaba mediante Whasapp las rutinas de tenían que hacer sus clientes pero que al final no resultaban, por lo que optó a transmitir sus ejercicios por la aplicación de audiovideo Zoom.
Sin embargo, aquellas personas que no han estado familiarizadas con las rutinas profesionales sino que solo se ejercitaban corriendo o caminando por sus sectores, también han tenido que buscar su propio espacio para continuar ejercitándose, no importa cuán pequeño sea.
Por ejemplo, en los parqueos de residenciales es común ver a las personas transitar con bicicletas en círculos para el evitar contacto con el mayor número de extraños. Otros aprovechan el techo del condominio para trotar de manera circular sin importar que en horas de la tarde el sol sea el amo absoluto de los cielos.
Sin embargo, Hernández indicó que "el espacio fundamental para hacer ejercicios en la casa debe ser buen cómodo y con buena ventilación, porque mientras mejor regulada esté la temperatura y el ambiente, mucho más eficiente será el desempeño de la gente porque mientras más caliente esté todo, más la persona se deshidrata, por lo que la gente se cansa más rapido".
Muchos han improvisado las pesas al sustituirlas por maletas llenas de libros para trabajar los bíceps, tríceps, trapecio y hombros. Otros han adoptado por cargar botellones llenos de agua en cada brazo para mantenerse lo más tonificado posible.
"Inicialmente las personas tenían ansiedad y especulación por saber en que momento volverían al gimnasio", aseguró el entrenador. No obstante, expuso que poco a poco fueron acostumbrándose a los ejercicios por videollamada a tal punto que muestran una actitud mucho más positiva.
Sobre la ansiedad, expertos de la conducta humana han reiterado que esta se incrementa debido al miedo o confusión que provoca la pandemia.
“Es normal estar ansioso ante una situación que nunca habíamos enfrentado y con la que no sabemos lidiar”, ha dicho la psicológa Heidy Camilo.
En las redes sociales ha sido notoria la gran cantidad de mensajes y videos que se publican a diario de personas ejercitándose en los techos de sus hogares, en el patio de sus casas o en los parqueos.
Este tipo de actividades hogareñas han sido parte, en gran medida, por ese encierro prolongado debido al estado de emergencia y por la incertidumbre de no saber cuando será el final de este lamentable capítulo de la humanidad.