Enfoque Medio Ambiente
¿Y quién se ocupa de los desechos plásticos?
La basura de materiales plásticos es uno de los problemas mayores en los países en vías de desarrollo.
Los países que del Tercer Mundo, los que ni siquiera han iniciado el despegue económico que significa desparramar cosas inútiles en las calles y en los alrededores de los pueblos y ciudades, si les llegara la hora de tener mucha basura, se darían cuenta del alto costo que hay que pagar para llegar a la categoría de en vías de desarrollo.
Los países desarrollados se han preocupado por la solución al cúmulo de desperdicios y desechos utilizables. Ahora mismo, vemos como en España hay serios problemas con los sobrantes médicos y sanitarios que no se pueden reusar.
Tuve experiencias directas cuando nuestro país ni soñaba estar en vías de desarrollo. Viví en zonas rurales, aldeanas y citadinas. En la República Dominicana había poca basura. Los países pobres no tienen muchos desperdicios. Había más en la ciudad capital, pero en los campos y los pueblos los desechos orgánicos eran para los animales y los traspatios o solares vacíos. Casi todo se degradaba, sobre todo las hojas y los ramos de los árboles. El papel sanitario y las servilletas eran para los más pudientes. Para los demás: tusas, palos de letrinas, hojas y papeles de periódicos o de envoltura.
Desgraciadamente, el exceso de basura es signo de status económico.
Los cambios producidos desde aquellos años al presente, se delatan cuando viajamos por zonas rurales al ver las magníficas viviendas o las torres y ostentosos vehículos que invaden nuestras calles y carreteras. Sin embargo, para desperdicios no hay clases sociales, todos, hasta los más pobres, botamos cosas, sobre todo artefactos plásticos. La basura peor ahora.
Cuando visitamos países desarrollados nos acostumbramos a clasificar la basura desde la cocina, o desde cualquier sitio donde estemos.
Algunos centros comerciales nos indican esas diferencias, sin que sepamos para qué, es decir, si no está organizada la recogida y el procesamiento.
Si queremos realmente salir del sub-desarrollo en un país con gentes tan despreocupadas del medio ambiente, lo primero que tenemos que organizar es la recogida y clasificación de la basura.
Pro y contra
No podemos ni podremos a corto plazo pensar en los contenes y los vehículos de diferentes colores donde clasifiquemos esos desperdicios, porque tendríamos que educar a un pueblo que, sin embargo, suele adaptarse a ciertas normas de decencia, como el comportamiento al viajar en el Metro.
Aunque implementar eso y las plantas procesadores sería suma mente costoso, tenemos una solución cuasi inmediata, si hubiese buena voluntad política.
Si el material plástico es el problema mayor, tanto para el medio ambiente, como para la salud por el envenenamiento de las aguas, ofrecer ideas para solucionarlo es undeber ciudadano.
Podríamos utilizar a los buzos de nuestros basureros. Ficharlos, y ponerlos en nómina de los ayuntamientos. Ellos se encargarían de clasificar la basura y echarla en contenes con los clásicos colores, y los camiones con los mismos distintivos, que no serían tantos; los vaciarían, y a su vez los echarían en recipientes que podrían ser a cielo abierto en principio, y de ahí, a las plantas de procesamiento.
Iniciativa
En este mismo periódico, hace menos de dos años: el 7 de diciembre de 2018, se publicó un reportaje firmado por Leoncio Peralta, en Moca, donde se le pidió a la ciudadanía, y en especial a los políticos, vincularse a la solución de los de los grandes problemas del país. Allí, un señor llamado Jaylil López tenía la intención de realizar el reciclaje de elementos plásticos en la fabricación de blocks y otros materiales de la construcción. Según el entrevistado, con algunos de esos materiales había construido edificios a prueba de incendios. Incluso, se indica, que el Ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales de turno había visitado sus construcciones, no sabemos para qué, pues solo fue una simple visita.
¿Acaso nuestros líderes políticos viven de espaldas al país? No he escuchado que nadie se refiriera a la iniciativa de Jaylil López, quien se ha mostrado generoso en sus declaraciones, para por lo menos instalar en esta ciudad, en Santiago, y en algunos otros lugares, plantas procesadores para lograr esta mágica solución.
Si pensamos en la destrucción de nuestros bosques y la extracción ilegal de la arena de playas y ríos para fabricar los blocks de cemento, ¿qué nos cuesta investigar lo que ha hecho este mocano con sus propios esfuerzos, para solucionar un grave problema? Por qué no se crean empresas nacionales para procesar los desechos sólidos, empresas asociadas o no con empresarios extranjeros como se ha hecho con el turismo, para hacer lo se hace en casi todos los países desarrollados con estos desechos de este tipo.
La sola contemplación del trabajo del señor López debió motivar un boom turístico en Moca; pero no. Hemos sido insensibles a lo que pudiera ser una solución a corto plazo de la falta de viviendas confortables, no solo en nuestro país, sino en nuestros vecinos de la Cuenca del Caribe que han padecido ciclones y terremotos devastadores.
Lanzamos la primera piedra, o mejor, pongamos el primer block en la zapata del edificio que solucionaría el problema de la basura de materiales plásticos en el país.