Panorama político
Danilo espera en silencio venganza que le sabrá a miel
Aunque algunos sectores mediáticos, que consideran sus voces irrefutables, han planteado que el país vive en un trastorno y una crisis política, la realidad parece distinta, que las elecciones primarias del domingo serían en paz, sin que corra la sangre.
En otros momentos preelectorales la situación fue peor, siendo actores de la vida política los mismos de ahora: Partido Revolucionario Dominicano, PRD; Partido de la liberación Dominicana, PLD; Partido Reformista Social Cristiano, PRSC, y PRM, desprendimiento del PRD.
La cuestión de ver ahora desgracias, y quizás el acabose ante el proceso de primarias de los partidos, podría tener que ver con el hecho de que de los altos dirigentes que postulan el PLD y el PRM, dos de ellos juegan posiblemente su última carta en los torneos electorales.
El expresidente Mejía (78 años), dirigente del PRM y elegido Presidente en la boleta del PRD, ha dicho que la presente será su última campaña. Leonel Fernández, del PLD (65 años), no admite el menor resquicio a un retiro puesto que dice ganará las primarias.
Para el doctor Fernández no está en discusión el triunfo que espera lograr frente a Gonzalo Castillo, que presenta la llamada “sangre nueva” de la organización, y que tiene el respaldo, nada desdeñable del presidente Danilo Medina.
Al tratar de darle fuerza a su creencia de que ni de manera hipotética puede admitir el triunfo de Castillo, de acuerdo como lo dijo en más de un programa televisivo y en entrevistas de medios, el doctor Fernández le negó valor al apoyo de la mayoría del comité político del PLD y del comité central.
Del presidente Medina el doctor Fernández dijo ayer tras ver el respaldo que ofreció el gobernante a su candidato Castillo, que tal apoyo no le aportaba nada a su contrincante, quien cuesta arriba en poco más de un mes ha puesto en dudas sus posibilidades de ganar.
Medina el estratega Medina, estratega formidable de su partido, tiene mucho que perder si el doctor Fernández ganara las primarias y se enfrentara en las generales a Abinader, un candidato injustamente menospreciado.
Aunque Medina retenga una buena proporción de los nuevos senadores, diputados, alcaldes y directores municipales, el gobernante elegido en mayo próximo si fuera Fernández, tendrá las llaves del Presupuesto. Extraño que los opositores de Medina pintan ahora un panorama económico sombrío.
Pese a la duda de muchos observadores políticos y activos comentaristas de los medios y los cafés, en cuanto a que el presidente Medina saldría a la calle a respaldar a Castillo, el titular de mi análisis del sábado 28 dijo: “Esperan que Danilo llame a votar por Gonzalo de un momento a otro”.
Medina tenía que asumir el gesto, no porque algunas encuestas favorecen a Fernández, sino porque en una elección de primarias sin apelación, el gobernante debía asegurar el triunfo de Castillo, a quien animó asumir la tarea tras ser el más votado en el PLD.
Decir que el presidente Medina no le aporta nada a Castillo es uno de los tantos errores que el doctor Fernández ha materializado desde que el exministro de Obras Públicas se lanzó al ruedo. Algunos serán señalados hasta por sus feligreses cuando todo termine notablemente si carga con la derrota.
El doctor Fernández fue cruel con Castillo, quien nunca lo mencionó ni en bien ni en mal al decir: “No podemos poner el gobierno en manos de cualquiera”, titular de Diario Libre del pasado jueves 3. Castillo no se inmutó ni respondió.
Llamarle “cualquiera” a un oponente fue insulto que nada añadía para quien fuera en sus períodos como presidente y en las campañas que ganó, un político prudente y gentil, incapaz de manchar honras políticas y ganar enemigos de gratis.
De Medina, el doctor Fernández dijo que su empeño para postularse a la reelección era el intento de establecer una dictadura, con suerte de que personalidades del país y adversarios disimulados del gobernante sazonaran y asumieran esa especie de catilinaria.
Las masas populares de quienes esperan el voto el doctor Fernández, Castillo, Abinader e Hipólito Mejía se han mantenido serenas frente a las sugerencias mediáticas de que se acabará el mundo. Anticipan calamidades si ganara Castillo y por igual si Fernández.
Quizá esa masa llamada silente muchas veces por el doctor Balaguer, más sabia y paciente que sus líderes, que vive en la pobreza frente a la opulencia, sin que supieran mucho de letras se sumarían al pensar del escritor ruso Iván Turgueniev (1918-1883), quien dijo que “en política, solo los muertos carecen de futuro”.
Medina y Fernández son actualmente más que enemigos. No se mencionan por su nombre uno al otro, el segundo le tira indirectas al Presidente cada vez que puede, pero el gobernante mantiene su silencio a la espera de una venganza dominical que le sabrá a miel.
Con toda y la acrimonia a muerte entre los dos líderes, la militancia del PLD, tanto de un sector como del otro y de los dirigentes que figuran con mayor retraso en las primarias, han contenido sus emociones, lo que ha hecho del certamen preelectoral casi un ejemplo.
Impulso de última hora Al parecer, pese a su negación, los estrategas de Fernández se asustaron. No obstante a que el exgobernante ha dicho y reiterado que le ganará a Castillo 70 a 30, ayer viernes protagonizó un desfile por los populosos barrios de Santo Domingo que pudieran ser clave para el éxito.
Horas antes había acogido con regocijo el endoso de su esposa, Margarita Cedeño, más valorada que él y con baja tasa de rechazo, pero una víctima del machismo, una perdedora neta gane Fernández o pierda. Ella volvería, en el mejor caso, a ser primera dama.
Contrario al parecer de Fernández, el ministro de la Presidencia y artífice de la candidatura de Castillo, dijo que el político ganará el domingo de 10 a 15 puntos sobre el expresidente, porque “con solo 23 días de campaña logró posicionarse en el gusto popular”.
“Gonzalo fue un excelente ministro de Obras Públicas, se dice que el mejor, con una gestión extraordinaria. Fue escogido por las encuestas que se hicieron en la base del partido”, precisó Peralta.