Leonel Fernández: “El poder primó sobre los valores y principios que una organización debe tener”
Leonel Fernández se sienta y ante la pregunta de si esperamos por algunos participantes, asiente. Dice que sí, que de esa forma no le llamarán “come solo”. El entorno ríe y el tres veces presidente de la República dice que, contrario a lo que podría pensarse, ese mote no le ha hecho daño a los peledeístas.
Se lo pusieron los reformistas que una vez les llevaron al poder, hará ya 20 años, como burla y protestas a la supuesta repartición del botín del Estado entre los entonces escasos miembros del Partido de la Liberación Dominicana.
Ese partido, de pocos militantes en su fundación, en 1973, y que obtuvo 13 mil votos en su debut electoral, se ha convertido en la maquinaria político electoral más dominante que ha conocido República Dominicana. Lleva seis elecciones seguidas ganadas, cuatro de ellas con la presidencia del país incluido; pasó de esos 13,375 votos en 1973 a 2.6 millones en 2016 y estableció un record de 62% de los votos emitidos en el más reciente proceso electoral.
Pero también ha sido el mismo partido que rompió su disciplina interna (antes sagrada) con el incumplimiento de un acuerdo interno firmado en 2015 y la organización que vio a su propio presidente protestar frente al Congreso Nacional contra una matrícula mayoritariamente peledeísta.
¿Cómo se llegó a esto? ¿En qué momento pasó el PLD de tener la disciplina más férrea a la más porosa? Leonel Fernández responde.
“Yo diría que la reforma constitucional de 1994, al establecer las elecciones de medio término, convirtió a los partidos en maquinarias electorales. Estaban obligados a atender el tema electoral. De manera que del año 96, 98,2000, 02, 04, 06, 08, 10, 12 y 16, usted tendría ahí diez elecciones. Pero esas elecciones se convierten en 20 porque resulta que para debes tener primarias internas para escogencia de candidatos. Si usted tiene que hacer 20 elecciones usted tiene maquinarias electorales.
Por consiguiente, objetivo fundamental: ganar las próximas, ganar las próximas, y eso de alguna manera va en detrimento del funcionamiento de un partido como tal, que un partido es mucho más que ganar elecciones. Alguien ha llamado que los partidos políticos son Estados en miniatura.”
Fernández cree que ese es un elemento influyente en el deterioro del sistema de partidos. “No solo es el PLD, fíjense que los demás partidos están en crisis… muy debilitados. Cuando usted mide el posicionamiento de los partidos tradicionales hoy día no llegan a un 5% de intención de voto. ¿Por qué? Yo creo que el desgaste de los continuos procesos electorales”, dice.
Evaluación
“Lo que pasa es que para poder ganar elecciones tenía necesariamente (PLD) que convertirse en un partido de masas. Pero Juan Bosch de alguna forma lo previó, él decía: ´el PLD es un partido que apuesta a la calidad, pero la calidad traerá la cantidad´. Y en efecto, ese partido de cuadros trajo la cantidad para ganar elecciones. Lo que se requiere es una cualificación de esa cantidad, que no lo hemos podido hacer porque estamos permanentemente en elecciones.
Yo aspiraba a que el Congreso Norge Botello sirviera para esa cualificación de la masificación que el partido había tenido. Desafortunadamente, ya para entonces la mayoría de nuestros cuadros dirigentes estaban más imbuidos en el tema del posicionamiento electoral y posicionamiento dentro de las estructuras partidarias: el tema del poder.
Ya el tema del poder, ocupar una posición, ser un alto dirigente, primó sobre el tema de valores y principios que una organización debe tener”.