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UNA METRÓPOLIS ENFERMA

La capital crece 9 millones de metros cuadrados cada año

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Sergio Cid SolanoSanto Domingo

Pese a todos los problemas que arropan al Gran Santo Domingo, los cuales han sido expuestos en el Dossier de investigación “Una Metrópolis Enferma”, realizado por LISTÍN DIARIO, aún se vislumbran oportunidades para hacer de este lugar, una ciudad integral y funcional.

Para los arquitectos y expertos en urbanismo Juan Mubarak, Marcos Blonda y Omar Rancier, invitados al Desayuno LISTÍN, uno de los instrumentos que deben ser rescatados para mejorar la ciudad es delimitarla bajo un marco normativo que especifique el límite urbano.

Los expertos consideraron que se tiene que trazar una línea que identifique hasta dónde llega la ciudad y lo que está afuera de ella, estableciendo una diferenciación que incluya hasta asuntos impositivos, donde quienes construyan dentro de la ciudad tengan beneficios y quienes lo hagan fuera de ella se le cargue por los servicios que reciben.

“Nosotros estamos haciendo una ciudad que crece 9 millones de metros cuadrados cada año, equivalente a nueve veces la Zona Colonial y no hay ningún control normativo que diga dónde no se puede construir”, indicó Rancier.

Así como la delimitación de la ciudad resulta importante, contar con una planificación y una política de suelo que contemple esos límites es primordial. Sobre todo, donde se plantee el medioambiente junto a un sistema de tránsito y espacios públicos vinculados, no separados.

Estrategias con las que no cuenta el Gran Santo Domingo en la actualidad, según explicó Juan Mubarak.

Se han realizado varias propuestas desde distintos sectores para mejorar la situación de caos que vive el Gran Santo Domingo, muchas de las cuales se encuentran recogidas en la Ley de Ordenamiento Territorial y Uso de Suelo, no obstante, este proyecto lleva más de cuatro años como un “ping pong” entre el Congreso y el Senado sin que hasta el momento se logre promover.

De acuerdo con los expertos, no se ha logrado ni siquiera implementar un marco legal para la planificación territorial. Explican que en el país no existe una política de vivienda y advirtieron sobre la necesidad de tener instrumentos que vayan enfocados a crear y organizar una ciudad integral.

Manifestaron que debe existir un grupo administrativo o político que tenga la capacidad de entender cómo funciona y se administra una ciudad.

“El problema es que no ha habido un gestor que haga algo”, expresaron. Según explicó Rancier de 158 municipios que tiene el país, solo un 25% tiene oficinas de planeamiento urbano y de ese porcentaje quizá un 3% tiene oficinas como deberían, lo que dificulta el proceso de organización de la ciudad.

Punto de inflexión fue en el 2001 Los problemas con los que hoy carga la ciudad comenzaron a finales del año 2000 a partir de la división de la provincia, en el 2001, en cuatro municipios y el Distrito Nacional, la cual a su juicio se realizó sin ninguna visión de un plan coherente ni planificación, sino solo como un papel político. Consideraron que este fue un error que en la actualidad repercute.

El urbanista y arquitecto Juan Mubarak, expresó que para entender el caos que tiene hoy la ciudad de Santo Domingo hay que saber que desde la división ninguno de los gobiernos locales ha tenido la idea de qué es lo que se debe hacer.

“Hay una tensión que se ha dado desde la división y ha sido política”, dijo.

Aseguró que los cabildos del Gran Santo Domingo no están en las condiciones de organizar la ciudad. Por lo que consideró que debe existir un organismo que los reúna a todos donde se coordinen las acciones a tomar en el territorio.

Estaciones del Metro como una oportunidad de desarrollo Asimismo, Omar Rancier identificó el Metro de Santo Domingo como una oportunidad para seguir desarrollando la ciudad de manera adecuada.

Explicó que las estaciones de este medio de transporte generan un aumento en el costo de los terrenos que se encuentran a su alrededor y que esta plusvalía sería de gran provecho para que los ayuntamientos utilicen estas estructuras como el punto de partida para organizar un sector.

“Se pueden aprovechar esas estaciones del Metro para generar nuevas centralidades y organizar sectores de la ciudad”, añadió.

Sostuvo que con esta iniciativa, además se pueden generar recursos para los ayuntamientos ya que una parte del costo de esos terrenos pudiera ir hacia esos cabildos.

Los expertos refirieron que el dinero de los impuestos no va a los gobiernos locales sino al central, fallo que se tiene como ciudad por la centralización de su administración.

Mubarak planteó que se debe promover una ley que ponga orden en la ciudad donde los lineamientos que se expongan ofrezcan una base para estructurar el Distrito Nacional, que a su juicio está hecho un caos y el cual sirva de ejemplo a los demás municipios.

“En las otras municipalidades, con el mayor respeto a las instituciones, sus técnicos no están en eso y no obedecen a un criterio de ciudad donde la gente viva bien y tenga una vida alegre”, destacó.

Los urbanistas recomendaron estructurar los municipios donde se contemple su cultura e historia, además instaron a concentrar la población en espacios donde se pueda bajar el costo de los servicios.

Expertos OMAR RANCIER De acuerdo con Rancier, se debe realizar en el Gran Santo Domingo una densificación inteligente, pues entiende que no todo terreno se debe densificar de manera indiscriminada.

MARCOS BLONDA Según el arquitecto, Santo Domingo va en camino a convertirse en un "México chiquito", por el tema de ser potencialmente inmanejable debido a la alta densidad poblacional y al caos que enfrenta en servicios de transporte.

JUAN MUBARAK Para el experto los pasos esenciales para lograr una ciudad organizada es contar con una planificación y una política de suelo que estén respaldadas por una ley que avale y ponga orden al Gran Santo Domingo.

UNA NUEVA INICIATIVA Durante la realización del Desayuno LISTÍN, los expertos se mostraron en la disposición de participar junto a otros urbanistas y planificadores en la creación de un documento que plantee soluciones puntuales a los problemas que están afectando al Gran Santo Domingo. Asimismo, valoraron de manera positiva la propuesta de organizar un simposio donde se inviten a los estudiantes de arquitectura, urbanismo y carreras afines, además de todos los acaldes para presentar iniciativas que vayan a favor de lograr una ciudad que sea responsable con el medioambiente y que funcione de manera integral.