ENTREVISTA

José Antonio Rodríguez: el cantautor de La Romana criado en las faldas de una abuela poeta y un padre diácono

Nacido y criado en La Romana, era mayor de tres hermanos, creció en medio de un ambiente familiar en donde sus tíos, primos y toda la familia se reunían en su casa los días festivos para visitar a la abuela

El cantautor dominicano José Antonio Rodríguez

El cantautor dominicano José Antonio Rodríguez el pasado 18 de octubre en Casa de Teatro, durante la entrevista con periodistas de Listín Diario.Jorge Martínez/Listín Diario

José Antonio Rodríguez se crió en un ambiente poético y musical. Su abuela Virginia Rodríguez era poetisa. Con ella aprendió a conocer las rimas y otras reglas de la poesía. Su tío Luis, bohemio, que tocaba la guitarra y componía canciones. Estas fueron las primeras fuentes de su inspiración, que con el tiempo se convertirían en su mejor carta de presentación en el mundo artístico.

Cuando tenía unos ocho años, todas las tardes, luego de almorzar y hacer su tarea, se convertía en el escribiente de su abuelita, quien había sufrido un accidente cerebro vascular, y estaba inhabilitada para escribir, doña Virginia, que había editado y publicado libros de poemas, le dictaba sus creaciones y José Antonio debía copiarlas, como parte de una tarea impuesta por su padre Juan Rodríguez Pepén. 

“En ese momento yo no quería hacer eso porque como niño al fin lo que quería era salir a jugar con mis amiguitos, pero con mi abuela aprendí a conocer las rimas, los versos, los decasílabos y eso se fue sembrando en mí, desde muy chico”, recuerda.

Nacido y criado en La Romana, era mayor de tres hermanos, creció en medio de un ambiente familiar en donde sus tíos, primos y toda la familia se reunían en su casa los días festivos para visitar a la abuela.

“Cuando mi abuelita se hizo viejita, mi padre la llevó a vivir con nosotros, entonces en mi casa se armaban las veladas, las fiestas y convites, los días de Navidad, el día de las madres y otros días festivos. Mi tío Luis, que tenía una guitarra, componía canciones e iba a mi casa a cantarle a mi abuela y entonces, yo me fui nutriendo con todo eso”.

José Antonio Rodríguez

José Antonio Rodríguez, nativo de La Romana, llegó a la capìtal en 1974 y se estableció como uno de los cantautores más sobresalientes.JORGE MARTINEZ/LISTIN DIARIO

José Antonio aprendió a tocar la guitarra con su padre y su tío. A los 15 años ya tocaba piano y compró un órgano, el cual tuvo que pagar trabajando en bares, en La Romana.

Su padre, que era diácono, conocido y respetado por todo el pueblo, lo llevó a un burdel, en donde tocaba todas las noches.

En ese lugar muy conocido en ese entonces en La Romana tuvo que limitarse a tocar, pues las advertencias del padre era que debía trabajar para pagar el instrumento, sin probar alcohol y, mucho menos, siquiera mirar a algunas de las mujeres que trabajaban en el lugar.

“A mi padre lo conocía y lo respetaba todo el mundo, y cuando me dieron trabajo allí dejó sus instrucciones, y nadie se atrevía a inventar conmigo y yo saliendo del cascarón, imagínate, sin poder hacer nada”, relata en medio de carcajadas en el patio de Casa de Teatro durante la entrevista con periodistas de Listín Diario.

Precisamente en Casa de Teatro, el pasado viernes y sábado presentó su novedoso concepto musical, un concierto íntimo y tecnológico denominado “Monólogo del cantautor dentro del cajón” (lo del título por aquel dicho de hacerlo fuera del cajón).

Dos días antes conversaba con Listín Diario en medio del montaje, en Casa de Teatro, y como un niño inquieto se dejaba maravillar al revelar cómo se armó este original recital, que también llevará en lo que resta del año 2023 a Santiago, La Vega, La Romana y de nuevo a Santo Domingo.

José Antonio Rodríguez durante su conversatorio con los periodistas Ynmaculada Cruz Hierro y Ramón Almánzar.

José Antonio Rodríguez durante su conversatorio con los periodistas Ynmaculada Cruz Hierro y Ramón Almánzar.JORGE MARTINEZ/LISTIN DIARIO

En la entrevista, José Antonio accedió a mirar ese pasado musical que inició en La Romana y continuó en la Capital. Aquí llega en 1974, precisamente el año que se llevó a cabo el inolvidable festival “Siete días con el Pueblo”, un acontecimiento musical que reunió a decenas de artistas.

“Yo estudiaba en la Unphu, y no tuve la oportunidad de asistir a ninguno de los conciertos. En ese entonces vivía en el Ensanche Ozama, en una habitación de una familia amiga nuestra, y estaba advertido por mi padre para que no me metiera en actividades que tuvieran que ver con el comunismo”, recuerda.

Sin embargo, su destino estaba marcado. La música lo llevó a tocar con el grupo de merengue Los Paymasí y con La Familia André.

Luego conoció a Víctor Víctor, quien se convirtió en su mentor, a Claudio Cohén y a todos los cantautores que pululaban en los escenarios con canciones de protestas, de amor y desamor.

De sus primeros logros se encuentra el haberse convertido en ganador del primer lugar en el Festival de la Canción organizado por la Asociación de Músicos de la República Dominicana en 1984. 

También obtuvo el primer lugar en el Festival Internacional de Viña del Mar, en Chile 1986, con la canción “Para Quererte”, que interpretó Maridalia Hernández.

Entre sus producciones discográficas se encuentran “José Antonio Rodríguez”, con arreglos de Manuel Tejada, Jochi Sánchez, Jorge Taveras y Juan Luis Guerra (1986). “Amor para voz y piano”, con la producción y arreglos de Jorge Taveras (1988) y “Se Vende”, producido y orquestado por Gonzalo Rubalcaba (1991).

Por igual, “Recuento”, con arreglos de Jorge Taveras, Manuel Tejada, Jochi Sánchez, Juan Luis Guerra, Gonzalo Rubalcaba y Pengbian Sang (1997); “Huellas”, producido por Manuel Tejada con Alex Mansilla como arreglista invitado (2001) y teniendo a Silvio Rodríguez, Carlos Varela, Maridalia Hernández y Patricia Pereira como voces invitadas y “Me quiere… No me quiere” (2009).

José Antonio Rodríguez desarrolló sus primeros años en Santo Domingo durante el último período de los 12 años del gobierno de Joaquín Balaguer, lo que le marcó su vida artística y personal.

José Antonio Rodríguez desarrolló sus primeros años en Santo Domingo durante el último período de los 12 años del gobierno de Joaquín Balaguer, lo que le marcó su vida artística y personal.JORGE MARTINEZ/LISTIN DIARIO

LOS TIEMPOS DE BALAGUER

José Antonio (20 de julio, 1954) era apenas un veinteañero cuando el país vivía agitados tiempos políticos durante los 12 años de gobierno de Joaquín Balaguer. 

El joven, oriundo de La Romana, estudiaba arquitectura en la Universidad Pedro Henríquez Ureña y ya andaba con una carpeta llena de sueños, en la que se encontraban archivadas sus composiciones, sus deseos fervientes de luchar por una mejor nación y su amor por el canto.

En su proceso natural de juventud rebelde y revolucionaria, José Antonio es atrapado por la música y se convierte en uno de los más prominentes cantautores del país, gran gestor cultural, experimentado creativo de la publicidad y emprendedor de proyectos que han pasado por sus manos.

Cuando el ex presidente Danilo Medina inicia su primer periodo de gobierno, en 2012, es nombrado ministro de Cultura. Luego, en el segundo mandato de Medina, es nombrado embajador dominicano ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Unesco (2016-2020).

En esta última posición dejó su impronta al lograr que la Unesco declarara al merengue y a la bachata como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

“Yo que viví protestando durante los doce años de Balaguer y enarbolando mis ideas para tener una mejor nación para todos, no conocía el Estado, pero para hacerlo tenía que entrar y trabajar en el Estado y me encantó servir”, asegura.Desde que presentó sus cartas credenciales, en 2020, el artista regresó a sus andanzas musicales y múltiples proyectos, entre ellos varias campañas publicitarias, las que agradece porque asegura es un reconocimiento a su trabajo creativo.

Mientras estuvo como servidor público reconoció que es una persona que vive con las puertas y las ventanas abiertas porque por ambas entran y salen las oportunidades.

“Yo no puedo ser solo un artista de escenario, y le doy gracias a Dios que nunca fui un famoso artista, porque la fama te obliga a no abandonar, pero como yo no era famoso, yo tenía todas las puertas y todas la ventanas abiertas para entrar y salir”, manifiesta.

Luego agrega: “Había sido un crítico grande del Estado a través de las canciones y mis discursos, en los doce años por aquella vorágine política que vivió República Dominicanay tengo la oportunidad de ser un servidor público, no lo voy a perder, tengo que conocer el Estado, porque para yo ser un crítico tengo que conocer el Estado y me sirvió de muchísimo”.

José Antonio no descarta la idea de asumir otra función pública: “Si me dan la oportunidad, para mí es muy importante ir a servir al país desde el Estado”.

Durante su gestión tuvo conocimiento del poder económico que tiene el sector cultural en el país. Recuerda que en 2015 se realizó la única y primera encuesta que se hace de consumo, a través del Banco Central, y dio como resultado que este sector aporta al país el 2 por ciento al Producto Interno Bruto (PIB).

“Nuestro trabajo, el tuyo, el mío y el de todos los que hacemos cultura en este país les aportamos miles de millones de pesos al Estado, entonces cómo es posible que los artistas tengamos que mendigar los patrocinios?”, se pregunta.

Revela que para llevar adelante la serie de conciertos en la actual gira “El monólogo del cantautor”, contó con la suerte de tener personas amigas, en el sector privado, que siempre han creído en su trabajo.

“El Flaco”, como le dicen algunos cercanos, aboga para que todos los que intervienen en la cultura hagan reconocer su valor y así el Estado “reconozca nuestro valor como sector económico y cultural”.

Sobre el trabajo que realiza su amiga Milagros Germán, en el Ministerio de Cultura, dice que aunque se han cometido muchos errores, ella está trabajando con un presupuesto mucho menor del que él manejó.

También lamenta que los gobiernos dominicanos no le den continuidad a los proyectos dejados por el gobierno pasado.

“No hay una cosa más peligrosa para un Estado que el cambio, para la población es perfecto porque tiene el deseo de cambiar, pero para el estado es lo peor, porque los partidos políticos cuando llegan al poder se olvidan que ya no son partidos políticos, sino estado”, subrayó.

José Antonio Rodríguez durante la entrevista en Casa de Teatro, donde inició su gira “Monólogo del cantautor".

José Antonio Rodríguez durante la entrevista en Casa de Teatro, donde inició su gira “Monólogo del cantautor".JORGE MARTINEZ/LISTIN DIARIO

SU ACTUAL GIRA

El pasado viernes y sábado presentó su novedoso concepto musical, un concierto íntimo y tecnológico, “Monólogo del cantautor dentro del cajón”, (lo del título por aquel dicho de hacerlo fuera del cajón) dos días antes conversaba con nosotros, en medio del montaje, en Casa de Teatro, y como un niño inquieto se dejaba maravillar al revelarnos como se armó este original recital, que llevará a Santiago, La Vega, La Romana, hasta el 14 de diciembre en Santo Domingo.

Su hijo, Babeto, trabajaba en la original cápsula, en la que se proyectan las imágenes que acompañan la interpretación de las canciones. Adelanta canciones jocosas, dramáticas, pero con grandes historias, las que aprovecha para reflexionar sobre la vida y sobre todos, de los seres amados, esos amigos y familiares, que les han acompañado siempre, aunque ya no están en el plano terrenal.

Geann García y Ronny Cruz, quienes tocan saxo, guitarra, percusión, contrabajo, chelo y piano le acompañan durante este viaje musical, en donde va dejando en el trayecto sus inolvidables composiciones como “Para quererte”, “Como un bolero”, “Vive”, son algunas de ellas.

Al cantautor se le ilumina el rostro cuando nos adelanta cómo sus hijos Nono y Babeto concibieron el proyecto, incluso hasta el orden de la selección de las canciones. Esa tarde Babeto observaba con su padre las especificaciones de lugar, y con una bonita camaradería platicaban sobre los mínimos pormenores del concierto.

Idea y producción. Este proyecto cuenta con la producción y la idea general de Nono Rodríguez de Once y Once, el arte y diseño son de Bimbo González, el video y la fotografía son responsabilidad de Babeto Rodríguez

El diseño de luces estará a cargo de Hjalmar Gomez, las animaciones VJ serán obra de Derly Payano, el sonido está a cargo de Les Bueno, y el montaje es responsabilidad de Liliana Soto y Dimensión Visual.

Fechas próximas. Santiago, el 3 de noviembre en la sala Julio Alberto Hernández del Gran Teatro del Cibao, a beneficio del Hospicio San Vicente de Paúl. 

La Vega: 11 de noviembre, en el Teatro Dosa. 

La Romana: 9 de diciembre, en el Auditorio Alianza Juvenil.

Santo Domingo: 14 de diciembre en la Sala Ravelo del Teatro Nacional Eduardo Brito.

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