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HISTORIA REAL

Cazatalentos japonés se convirtió en depredador sexual de cientos de chicos

Un equipo que investiga las acusaciones por parte del difunto fundador de una poderosa agencia de talento para bandas de chicos encontró que los cargos son creíbles

El abogado y exfiscal Makoto Hayashi, centro, habla durante una conferencia de prensa en Tokio el 29 de agosto de 2023 sobre la investigación a a una poderosa agencia de talento para bandas de chicos japonesas, cuyo fundador es acusado de abusar sexualmente de cientos de personas,

El abogado y exfiscal Makoto Hayashi, centro, habla durante una conferencia de prensa en Tokio el 29 de agosto de 2023 sobre la investigación a a una poderosa agencia de talento para bandas de chicos japonesas, cuyo fundador es acusado de abusar sexualmente de cientos de personas,Kyodo News vía AP

Un equipo que investiga las acusaciones de agresión sexual por parte del difunto fundador de una poderosa agencia de talento para bandas de chicos encontró que los cargos son creíbles y pidió una compensación para las víctimas y la renuncia de la actual directora ejecutiva.

La investigación de tres meses, que incluyó hablar con 23 víctimas, concluyó el martes que Johnny Kitagawa agredió y abusó sexualmente de menores de edad desde la década de 1950 y atacó al menos a varios cientos de personas.

El panel de investigación señaló que Johnny & Associates deben pedir disculpas, fortalecer las medidas de cumplimiento de la ley y educar a sus empleados sobre los derechos humanos. 

Julie Keiko Fujishima, directora ejecutiva, debe dimitir por no haber tomado medidas a lo largo de los años, según el equipo especial. Kitagawa murió en 2019 y nunca fue acusado.

“El encubrimiento de la empresa provocó que los abusos sexuales continuaran sin control durante mucho tiempo”, dijo a los periodistas en Tokio el líder del equipo de investigación, Makoto Hayashi. “Había muchas oportunidades para actuar”.

Los críticos dicen que lo ocurrido en Johnny’s, como se conoce a la empresa con sede en Tokio, pone de relieve la falta de concienciación de Japón sobre la violación, el acoso sexual y los derechos humanos. 

La opinión pública a menudo ha sido poco empática con las personas que dicen haber sido atacadas por depredadores sexuales.

En el caso de Johnny, alrededor más de una decena de hombres se han presentado en los últimos meses para denunciar abuso sexual por parte de Kitagawa, el fundador de la agencia, cometido cuando ellos se desempeñaban como artistas adolescentes. Se espera que más personas se presenten a declarar, según el informe.

Hasta ahora, Fujishima sólo se ha disculpado en un breve vídeo en internet por la “decepción y preocupación” por el caso. No está claro si dimitirá.

La compañía reiteró en un comunicado su disculpa anterior y su promesa de celebrar una conferencia de prensa una vez que haya estudiado el informe del equipo.

Si bien a lo largo de los años circularon rumores de abuso en Johnny’s y se publicaron varios libros reveladores, los principales medios de comunicación japoneses guardaron silencio.

Este año resurgieron dudas graves después de que BBC News produjera un segmento especial centrado en varias personas que afirmaban ser víctimas de Kitagawa.

Otro punto de inflexión se produjo a principios de este mes cuando el Grupo de Trabajo de la ONU sobre Empresas y Derechos Humanos instó al gobierno japonés a tomar medidas. 

El grupo también acusó a los principales medios de comunicación japoneses de lo que llamó “un encubrimiento”.

Según las acusaciones, Kitagawa pidió a cantantes y bailarines novatos, muchos de ellos menores de edad, que se quedaran en su lujosa casa. Cuando le decía a uno de ellos que se fuera a la cama temprano, todos sabían que era su “tu turno”, dijeron al panel quienes habían hablado.

Los menores fueron violados por Kitagawa cuando tenían 14 o 15 años y después les dieron billetes de 10.000 yenes (unos 100 dólares), según el informe. Añadió que las víctimas temían ser castigadas si se negaban.

Recomienda que más personas declaren, promete que se protegerá su identidad y que no se requerirá evidencia material de un ataque sexual.

Quienes han hablado dicen que han quedado dolorosamente traumatizados, incapaces de decírselo a nadie, ni siquiera a su familia, y que aún sufren recuerdos y depresión, según el informe.

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