Reseña de la película: 'Bottoms' es una comedia gonzo gay de secundaria que se destaca

Los ritos y rituales de la comedia obscena de la escuela secundaria pueden ser tan prescritos como un programa de estudios. Pero lo que hace que “Bottoms” de Emma Seligman sea una emoción tan anárquica es lo poco que le importa.

Claro, llega a “Bottoms” con tus expectativas de fiestas en casa y travesuras. Pero te irás con un campo lleno de futbolistas ensangrentados.

La película de Seligman, que se estrena el viernes en los cines, sigue su propia lógica demencial en una comedia sinuosa y surrealista del absurdo adolescente. La impetuosa PJ (Rachel Sennott) y la más vacilante Josie (Ayo Edebiri) son mejores amigas desde hace mucho tiempo que, al llegar al último año en Rock Ridge High, finalmente alcanzaron un estatus muy buscado (“Finalmente estamos calientes”, insiste PJ) o tocó fondo en el extremo inferior del tótem de la escuela secundaria.

"¿Podrían los gays feos y sin talento presentarse en la oficina del director?" anuncia el director (Wayne Pére) por megafonía.

PJ y Josie, aceptando esa descripción, caminan dócilmente por el pasillo. Pero PJ planea dar pelea. Mientras que Josie está más resignada a su destino solitario (“No estoy tratando de sembrar avena”, dice), PJ está decidida a agitarlo en su último año. No tienen objetivos altisonantes ni siquiera un plan especialmente coherente. “Bottoms” tampoco aspira a ser un modelo de representación lésbica o empoderamiento femenino. Preferiría ser más tonto, más alegremente poco PC y mucho más sangriento que la comedia promedio de la escuela secundaria.

A PJ y Josie les gustaría, sobre todo, avanzar más con sus amores de animadoras. A Josie le gusta Isabel (Havana Rose Liu) y PJ se desmaya por Brittany (Kaia Gerber). Ninguno muestra ni el más mínimo interés en PJ o Josie; Isabel está saliendo con el mariscal de campo de fútbol Jeff (Nicolas Galitzine). En la historia de las comedias de secundaria, los deportistas de fútbol nunca se habían visto así; Son gente extravagante y ridícula. También son bebés. Cuando el auto de las niñas golpea ligeramente a Jeff en la rodilla, se toma como una experiencia cercana a la muerte, lo que provoca la ira del director y provoca rumores (avivados por PJ) de que las niñas son un dúo violento que mató a alguien en el reformatorio. "

Esto podría haber sido una pequeña broma para la mayoría de las películas, pero el guión de Seligman y Sennott lo toma como un eje para el resto de la película. Aprovechando su mala reputación, PJ lanza un grupo de autodefensa, un "club de lucha", para niñas, con la esperanza de que Brittany también aparezca. Por supuesto, sería inverosímil que un grupo de estudiantes así no tuviera un asesor autorizado por la escuela. Ingresa su profesor de estudios sociales divorciado, el Sr. G (Marshawn Lynch), que está dando burlonamente una lección sobre feminismo. Sí, uno de los pocos adultos en “Bottoms” es el ex corredor estelar de la NFL conocido como “Beast Mode”, y está histérico.

Esta es la segunda película de Seligman, cuyo “Shiva Baby” de 2020 (también protagonizado por Sennott) fue un debut inteligente y muy ansioso sobre una mujer judía bisexual que asiste a una shivá con su familia. Su seguimiento es más bromista y espontáneo, pero igualmente alérgico a caer en lo esperado. Los "fondos" pueden parecer descuidados y sin modulación. Pero siempre es algo desquiciado. Hay una estudiante aquí (Ruby Cruz, encantadora) colocando bombas caseras. No hay una línea leída por Edebiri , actualmente en todas partes , que no tenga un ritmo propio y único. Y Sennott, una bola de caos de pelo rizado, es una estrella de la comedia en ciernes.

No todos los chistes funcionan, pero sí vuelan. “Bottoms”, una comedia queer con un ritmo caótico, está aquí para romper cosas, y eso es algo muy bueno.

“Bottoms”, un lanzamiento de MGM, tiene una calificación R de la Motion Picture Association por su crudo contenido sexual, lenguaje penetrante y algo de violencia. Duración: 92 minutos. Tres estrellas de cuatro.