Quejas contra la BBC por “cobertura excesiva” del Príncipe Felipe
La BBC canceló su programación habitual y comenzó una cobertura especial con presentadores de noticias vestidos de negro durante todo el día
Luego de que el viernes se anunció la muerte del príncipe Felipe, la emisora pública británica cambió instantáneamente a una especie de “modo de duelo”: la BBC canceló su programación habitual y comenzó una cobertura especial con presentadores de noticias vestidos de negro durante todo el día. Se suspendieron los programas populares en horario estelar, como el concurso de cocina “MasterChef”, y las radioemisoras de la cadena tocaron música instrumental sombría.
Algunos británicos vieron las acciones de la BBC como una muestra adecuada de respeto a la monarquía, pero para otros, ha sido demasiado.
La BBC recibió tantas quejas alegando que su cobertura fue excesiva que creó una página web especial para que los telespectadores registraran sus objeciones. No reveló cuántas personas se habían quejado hasta el sábado.
Simon McCoy, un antiguo presentador de noticias de la BBC y que recientemente dejó la cadena, fue uno de quienes consideró que la cobertura fue excesiva.
“BBC1 y BBC2 muestran lo mismo y presumiblemente el canal de noticias también. ¿Por qué? Sé que este es un evento importante, pero seguramente el público merece opciones de programación”, tuiteó McCoy.
Otras estaciones de televisión de Gran Bretaña también dieron una cobertura amplia a la muerte de Felipe a los 99 años, pero la BBC es financiada con fondos públicos y a menudo recibe críticas de todas partes por la forma en que trata los principales acontecimientos nacionales. Cuando murió la reina madre Isabel en 2002, la cadena fue criticada porque el locutor que dio la noticia no vestía corbata negra.
La cadena privada ITV transmitió noticias y programas de homenaje durante todo el viernes en lugar de la programación programada.
Sin embargo, la BBC está bajo una presión única. Durante un tiempo, el gobierno sopesó eliminar la tarifa de 159 libras (218 dólares) al año que paga cada hogar británico para financiar la emisora.
En los últimos años han aumentado el escrutinio y las preguntas sobre su papel a medida que sus rivales comerciales y los servicios de streaming brindan al público otras alternativas.