Los siete pecados capitales: El “regalo” de un asesino en serie
Existen filmes que en el mismo momento de su estreno huelen a excelencia. Son puntos de referencia por partir de historias bien contadas, con una calidad incuestionable. La obra “Los Siete Pecados Capitales” o “Se7en” se ha convertido en una joya cinematográfica que compite entre las 100 mejores películas de la historia del cine. Y es que este drama-suspenso una atmósfera oscura y pesada por la sordidez de los asesinatos fulminantes preparados por la psicopatología del asesino, y de cómo este juega con la mente del más débil, en este caso, el joven oficial que interpreta el actor Brad Pitt.
La película está ambientada en una ciudad cargada de crímenes y de difícil convivencia ciudadana, y en este escenario, surge un crimen que unirá a dos detectives. Uno que está a una semana de su retiro y que ha acumulado experiencia, madurez y sobriedad personificado en el oficial William Somerset (Morgan Freeman), y el otro detective, un joven muy hiperactivo con una mentalidad práctica para cosechar éxitos de forma rápida llamado David Mills. Ambos detectives, tendrán que lidiar sus diferencias para encontrar a un psicópata asesino.
Los crímenes poseen características especiales porque cada uno hace alusión a los pecados capitales (Gula, Avaricia, Pereza, Lujuria, Orgullo, Envidia y la Ira), donde el asesino deja escrito la palabra de dicho pecado junto a algunas pistas para poder encontrar a su otra víctima. Este psicópata se siente un enviado de Dios y está haciendo justicia cuando elimina a su víctima, provocándole la muerte a través del pecado que estaba cometiendo. La racionalidad de este psicópata le hacía creer que estaba obrando correctamente en tiempos donde los pecadores que asesinaba estaban violentando las leyes de Dios y por lo tanto merecían un castigo.
La fotografía de la película es excepcional. Nos brinda un ambiente oscuro donde siempre llueve, creando una atmósfera fría, de miedo. El guion está muy bien diseñado y el final es totalmente inesperado para poder hacer que se cumpla la obra del asesino y la impotencia del detective Mills ante la situación que enfrenta
Los personajes psicpáticos abundan en el cine pero dentro de todos ellos, entre las mejores actuaciones se encuentra la de John Doe, quien es el personaje que interpreta de manera magistral el actor Kevin Spacey, con solo pocos minutos presente en la pantalla. Y es que su delgadez y su rostro frío y pausado nos hace pensar otro tipo de asesino dado el morbo usado para “ajusticiar” a sus víctimas. Sin embargo, este hombre aparentemente culto pero con mentalidad horrible, nos expresa que la persona más insignificante puede ser autor de los crímenes más horrendos. La filósofa Hannah Arendt así lo delineaba en sus escritos donde muchos militares de la Gestapo en la Segunda Guerra Mundial, realizaban crímenes atroces y eran individuos con figuras aparentemente normales; pero cargados de una mentalidad asesina para expresar su maldad.
Así era el personaje de John Doe. De ahí, la psicopatía de este individuo tendente a crearse sus propios códigos de comportamientos como: ausencia de nerviosismo; falta de remordimiento; encanto superficial e inteligencia, conducta antisocial sin un motivo que la justifique y egocentrismo patológico.
“Los Siete Pecados Capitales” o “Se7en” es una producción muy bien delineada en su guion y una puesta en escena excelente. Nos mantiene pegados a la pantalla por el misterio y el suspenso; pero que nos deja para discutir las distintas razones que la mente humana es capaz de acometer.
CURIOSIDADES
Para el papel del detective David Mills se pensó en sus inicios en Kevin Costner, Nicolas Cage o Sylvester Stallone; pero fueron descartados y recayó en Brad Pitt.
Para el papel de William Somerset el guionista pensaba en el actor William Hurt y la productora pensaba en Al Pacino; sin embargo, Pacino rechazó la oferta y fue beneficiado el actor Morgan Freeman.
El número 7 es un protagonista en sí mismo. Al principio de la película, los detectives de homicidios Mills y Somerset caminan por una calle donde el número de todos los portales empieza con 7; la historia transcurre durante 7 días; a las 7:00 p.m. es cuando los detectives reciben el famoso paquete que forma parte del final.
La producción de “Se7en” costó alrededor de 33 millones de dólares. La cinta recaudó 100 millones solamente en Estados Unidos y Canadá, donde fue número uno en taquilla durante 4 semanas seguidas.