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El joven de 19 años de Kazajistán que hizo un remix de ‘Roses’ y la convirtió en un éxito

Imanbek publicó su remix en las redes sociales rusas sin pensarlo dos veces. Regresó unos meses después, sorprendido de ver que ahora él era una estrella del pop.

Imanbek Zeikenov tiene 19 años y vive con sus padres en el pequeño pueblo de Aksu en Kazajistán. Estudió ingeniería ferroviaria en la escuela y, hasta diciembre pasado, trabajaba a diario en su estación de tren local. Pero todo cambió en el verano de 2019, cuando descubrió una canción llamada “Roses” del rapero y cantante guyanés-estadounidense Saint Jhn.

En “Roses”, una canción cruda y potente que ya había estado sonando en el mercado comercial durante tres años, Saint Jhn canta (explícitamente) sobre una noche al acecho. Imanbek, quien graba con su nombre de pila y ya había hecho una serie de remixes como amateur, decidió resolver algunas deficiencias de esa producción. Su versión eleva la voz de Jhn hasta convertirla en un chillido maníaco, también añadió una línea de bajo gruesa y pegajosa y un tambor que sonaba en la distancia.

Imanbek publicó su remix en las redes sociales rusas sin pensarlo dos veces. Regresó unos meses después, sorprendido de ver que ahora él era una estrella del pop.

“Hice un remix ilegal”, dijo Imanbek a través de un intérprete en una llamada de Zoom. Estaba sentado en su auto recién comprado y llevaba una camiseta Kappa de colores rojo y blanco. “No sabía cómo promocionarlo, porque no sabía cómo obtener los permisos. Así que lo publiqué en línea y lo dejé ir. Unos meses después, estalló en el mundo entero”.

Cuatro años después del lanzamiento inicial de “Roses”, el remix de Imanbek es un éxito internacional. La canción llegó al número 5 en el Billboard Hot 100 de Estados Unidos, y alcanzó el número 1 en la lista del Reino Unido (Saint Jhn solo ha estado en la cima de las listas de éxitos en una ocasión: cuando colaboró con Beyoncé en la canción “Brown Skin Girl” de 2019). Además, Imanbek ya es un artista profesional. A fines de agosto pasado firmó con el sello ruso Effective Records. Y al mes siguiente llegó a un acuerdo con Saint Jhn para lanzar oficialmente la colaboración accidental como un sencillo.

“Fue muy fácil. Dijimos: ‘Queremos aprovechar esta canción, le está yendo bien y queremos que sea legítima’”, dijo Imanbek, describiendo la breve reunión entre la agencia de Saint Jhn y el propietario de Effective Records, Kirill Lupinos, quien logró la alianza.

A fines de 2019, Imanbek comenzó a recaudar ingresos de “Roses” y logró a ganar lo suficiente como para renunciar a su trabajo y convertirse en un músico profesional, aunque Lupinos dijo que los cheques de la primera mitad de 2020, cuando explotó el sencillo, se cobrarán en los próximos meses. A pesar de que su asociación ha sido extremadamente rentable, Imanbek y Saint Jhn todavía no se han reunido en persona. Según el productor, solo se han comunicado a través de mensajes directos de Instagram.

“Estoy tocando en Rusia”, dijo Saint Jhn en una entrevista con Genius el año pasado, maravillado de cómo el público reaccionó a “Roses”, a pesar de no ser angloparlante. “No porque estoy tratando de actuar en Rusia, sino porque Rusia me está solicitando, la gente exige que vaya. Eso es surrealista”.

Al igual que muchos éxitos recientes de las redes sociales, “Roses” explotó por primera vez en TikTok, a principios de 2020, cuando miles de adolescentes comenzaron a hacer una coreografía sencilla. Los guardianes de la industria ya no tienen todo el poder, ahora los jóvenes oyentes pueden amplificar la audiencia de una pista, casi de la noche a la mañana, por lo que el éxito en la música pop es cada vez más difícil de predecir. En 2015, una canción de amor llamada “Cheerleader”, escrita tres años antes por el poco conocido cantante jamaicano Omi, fue remezclada con un tono alegre por el DJ alemán Felix Jaehn. Se convirtió en triple platino en los Estados Unidos y tuvo su propio desafío en TikTok.

En retrospectiva, “’Cheerleader’ siempre fue una buena canción”, dijo Omi durante una entrevista telefónica en la que recordó que los fanáticos solían cantar la versión original. “Creo que en 2015 fue una transición fácil para abrir el mercado a un grupo demográfico distinto y atraer a un público más amplio. Eso le dio una vida completamente nueva”.

El padre de Imanbek es jefe de bomberos, y su madre trabaja en una agencia de turismo. Aunque dice que creció en una familia musical, también afirma que no tiene muchas influencias musicales occidentales. En cambio, se inspiró en su escena local de DJ y productores, e hizo su propia incursión en la música electrónica viendo tutoriales en YouTube.

En este momento, Imanbek está pensando en su siguiente paso. En mayo lanzó una melodía house llamada “I'm Just Feelin’ (Du Du Du)”, que fue una colaboración con el productor danés Martin Jensen. Todavía no sabe pinchar discos, así que las presentaciones en vivo (incluso las virtuales, debido a la pandemia) están fuera de discusión. Hay un imitador de Imanbek que usa una máscara de Michael Myers y una sudadera de Effective Records para transmitir sets en vivo en YouTube, desde un estudio con paneles de madera. Imanbek dice que cuando aprenda a tocar como DJ, hará esas presentaciones.

Por ahora, todavía hace música en su computadora portátil que ya tiene 10 años y con una copia de FL Studio. La única mejora en sus equipos han sido unos audífonos, cortesía de su sello discográfico. Los únicos recordatorios recurrentes de su nueva fama son los correos electrónicos, y los mensajes de WhatsApp e Instagram de artistas que preguntan sobre posibles colaboraciones. Imanbek toma capturas de pantalla de los mensajes para preservarlos entre sus recuerdos personales, y luego los envía a su agencia.

“Uno de los últimos fue de Tiësto”, dijo refiriéndose al DJ estrella. “Me contactó para decirme que realmente aprecia lo que estoy haciendo, y me deseó buena suerte”.

Imanbek sabe que está viviendo una oportunidad única en la vida. Lo importante, dijo, es lo que viene después. “Entiendo el lugar donde estoy, porque mi notoriedad es verdaderamente global”, explicó. “Ahora tengo que demostrar que no soy un artista de un solo éxito”.