CONCIERTO

Dominicanas forman parte de orquesta de Alejandro Sanz y son el corazón de la fiesta en Punta Cana

Alejandro Sanz y Karina Pasián durante la interpretación de uno de los dos temas en Punta Cana.

Alejandro Sanz y Karina Pasián durante la interpretación de uno de los dos temas en Punta Cana.

Las mujeres no solo son la musa en las canciones de Alejandro Sanz. También lo son de su fiesta en el escenario, como sucedió la noche del sábado en Hard Rock Hotel Punta Cana. Ellas son parte vital en su orquesta. De 13 componentes, entre músicos y coristas, hay seis y dos de ellas son dominicanas: la corista principal y la baterista.

Karina Pasián, la corista, es un plus junto a Sanz. Lo acompaña en "Loking for paradise" y "Mi persona favorita".

Karina era una niña cuando fue descubierta por el gurú de la industria musical Quincy Jones y estuvo nominada a un Grammy Award en el género R & B.

La baterista, Helen de la Rosa, también es dominicana, al igual que el músico Chris Hierro, hijo del merenguero Henry Hierro.

Helen, egresada de la universidad de Berklee, fue recomendada por los mismísimos Michel Camilo y Juan Luis Guerra, según reveló el propio Sanz.

Precisamente a Juan Luis, a quien denominó como el único rey de la bachata, le rindió un homenaje al hacer su propia versión de "Burburjas de amor", a propósito de que el ritmo dominicano fue declarado por la Unesco como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad.

El show Con la confianza que le da su guitarra, Alejandro Sanz llega al escenario para recorrer una carrera sustentada en el pop, el rock, la canción de autor y aires flamencos.

Entrando en calor, con breves palabras de colofón, Sanz se pasea en el escenario y levanta los gritos femeninos con aquellas canciones más difundidas y que no llegan de una vez, como "Amiga mía", una de las incluidas en 1997 en "Más", el disco más vendido de su carrera (5 millones de copias) y talvez el de toda España. Es ahí donde también están "Y, ¿si fuera ella?, "Corazón partío", que también cantó en Punta Cana y que a propósito deja para último.

Durante las menos de dos horas, él insiste en temas menos populares, entre ellos "No tengo nada", "Back in the city", "Los lugares", "Mi marciana", "Lo que fui es lo que soy", "El trato" y varias más... Pero engancha cuando le pone punta a las ganas de la multitud de 12 mil corazones latiendo con temas como "No es lo mismo" y "Quisiera ser", "¿Lo ves?"...

Con "Mi soledad y yo" hay una conexión especial. Se nota el golpe nostálgico de un público que lo comenzó a apreciar después de presentar ese tema en 1995. El coro de la multitud en Punta Cana le ponía el sello a esa historia inolvidable y que siempre le dará el pasaporte de bienvenida al cantante español Alejandro Sánchez Pizarro (su nombre real), que pasará por estos rincones caribeños su cumpleaños 51, el próximo miércoles 18 de diciembre, día en que nació en Madrid, aunque es hijo adoptivo de Cádiz (la zona de origen de sus padres).

Maná en escena El show compartido entre Sanz y Maná fue estropeado por lluvia que se estacionó casi una hora sobre el campo de golf de Hard Rock.

El grupo mexicano salió a las 12:15 de la madrugada del domingo con un público ya diezmado por el agua y la brisa fría que completó el castigo, por lo que muchos optaron por irse.

Los valientes que se quedaron fueron compensados. Su propuesta mantiene la solidez y la estructura de una banda rockera al más alto nivel.

Maná, la banda de rock más popular de América Latina, nació en uno de los semilleros del mariachi: Guadalajara, en el estado de Jalisco, donde varios muchachos "se rajaron" y no siguieron los patrones tradicionales de los charros. Su rebeldía los llevó a sonidos más estridentes que emanan de la guitarra, el bajo, la batería y otros instrumentos generadores de adredalina.

Su osadía, siguiendo una tendencia iniciada en España y Argentina, le tenía reservada su inscripción en la historia latinoamericana de la música popular.

Después de varios fracasos musicales, cambios de nombres y componentes de la banda finalmente en 1987 llegó Maná a la escena musical mexicana y tres años más tarde consiguen su primera luz en el camino: "Rayando el sol".

Sin embargo, fue cinco años después, en 1992, cuando cruzó los mares y llegó hasta países como República Dominicana, que desde entonces le brindan el aplauso, como sucedió la madrugada del domingo en Punta Cana.

En ese año, 1992, lanzaron el emblemático disco "¿Dónde jugarán los niños?", que reunía todos esos sabrosos tequilas del rock: “Vivir sin aire”, “De pies a cabeza”, “Como te deseo”, “Oye mi amor”, “Te lloré todo un río” y “Me vale”, que incluyó en su selección para Punta Cana.

La producción musical se convirtió en un fenómeno nunca antes registrado, coronándose en el álbum más vendido en la historia del rock en español.

Han pasado 27 años y lo sucedido en Punta Cana es fiel muestra de que en ese túnel del tiempo la luz de Maná al final sigue reflejando los mismos sentimientos que la originaron.

Claro, también vendrían dos shot de embriagantes tequilas más: en 1995 el disco "Cuando los ángeles lloran", que acentuó su popularidad en Latinoamérica, con temas como “Déjame entrar”, “No ha parado de llover” y “Como un perro”. Y en 1997, "Sueños líquidos", que desparramó “En el Muelle de San Blas” (que es otro tablazo), “Clavado en un bar” y “Como dueles en los labios” (también incuidas para Punta Cana).

Ya la banda mexicana estaba hasta los tuétanos en el gusto popular y no necesitaba de mucho más para su consagración.

Sin embargo, faltaba el plus: el "MTV Unplugged", que justamente hace 20 años se grabó y en el que sobresalieron “Se me olvidó otra vez” (de Juan Gabriel) y “Te solté la rienda” (de José Alfredo Jiménez), que resultó su lado más cercano a su gente tapatía.

La producción de Maná, integrado por el cantante y guitarrista Fher Olvera, el baterista de origen cubano Alex González, el guitarrista Sergio Vallin y el bajista Juan Calleros, no paró nunca más y se sumaron siete discos más y canciones como "Bendita tu luz", compuesta por el dominicano Juan Luis Guerra, con quien la grabó en 2006. Obviamente la incluyó en esta visita a República Dominicana.

Con todo ese historial los viejos robles del rock se apertrecharon en Punta Cana para reafirmarse como una banda de categoría duradera y que no deja de sorprender porque acaban de estrenar dos cortes, “Rayando el sol”, en "feauturing" con Pablo Alborán, y “No ha parado de llover”, con Sebastián Yatra.

La próxima producción discográfica, cuyos temas se estrenarán poco a poco, verá la luz en 2020. Y un CD inédito saldrá al mercado en 2021.

Antes de Sanz y Maná, "Canto por Punta Cana", que así se tituló la reunión musical bajo producción de Saymon Díaz, contó con varias canciones de la anfitriona, la dominicana Ana Torrón, quien se abre paso en el pop-urbano.

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