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Una película antiaborto logra un éxito inesperado en EEUU

Una película producida por un estudio cristiano sobre la historia de una exempleada de un centro de planificación familiar convertida en una militante antiaborto ha logrado un éxito inesperado en Estados Unidos, coincidiendo con una campaña de quienes se oponen a la interrupción voluntaria del embarazo.

"Unplanned" ("No planeado") se estrenó el 29 de marzo y ya ha recaudado 8,6 millones de dólares en Norteamérica, según el sitio web especializado Box Office Mojo, situándose en el cuarto puesto de la taquilla.

A raíz de ese éxito, la película se proyectará en 1.515 salas a partir del viernes, frente a solamente 1.059 una semana antes, informó el equipo del filme.

La cinta, producida por el estudio Pure Flix, que se define a sí mismo como cristiano, tuvo poca promoción, ya que la mayoría de los canales de pago estadounidenses se negaron a venderle espacio publicitario.

Numerosos opositores al aborto vieron en ese rechazo de las cadenas una manipulación que se suma a la decisión de la asociación de los estudios estadounidenses (MPAA) de prohibir la película a los menores de 17 años.

Las críticas aumentaron tras la breve suspensión de la cuenta de Twitter del filme, que la red social atribuyó a un problema técnico.

"La película que los partidarios del aborto no quieren que vean", escribió el editorialista Marc Thiessen en el Washington Post.

"Unplanned" está inspirada en el libro homónimo, escrito por Abby Johnson, exdirectora de una clínica de Planned Parenthood, la mayor organización estadounidense de planificación familiar, en Bryan (Texas), que cuenta haber vivido un "despertar espiritual" tras asistir a un aborto.

Después de dimitir, en 2009, Johnson acusó a la organización para la que trabajaba de obrar únicamente en función de intereses financieros y de haber producido miles de facturas falsas, unas acusaciones desmentidas por Planned Parenthood.

- "No es un instrumento de propaganda" -

Una investigación de la revista Texas Monthly destapó una serie de incoherencias en el relato de Johnson respecto a la intervención que cambió supuestamente su visión sobre la interrupción del embarazo.

Consultado por la AFP, el codirector de la película, Cary Solomon, afirma que, tras haber investigado el contenido del libro, se convenció de la veracidad de la historia de la protagonista, y acusa de "parcialidad" a quienes dudan del testimonio de Johnson.

"No hemos convertido esta película en un instrumento de propaganda", afirma el director. "Queríamos contar una historia verdadera y dejar que la gente interpretara la verdad".

"'Unplanned' no es una buena película, pero es una propaganda eficaz", escribió Owen Gleiberman en su crítica para la revista Variety.

"Ha habido películas que trataban con mayor simpatía a los médicos nazis que llevan a cabo experiencias horribles", afirma Frank Scheck, del Hollywood Reporter.

La salida de "Unplanned" coincide con un nuevo impulso del movimiento antiaborto en Estados Unidos, alentado por el presidente Donald Trump.

A principios de febrero, el mandatario republicano pidió al Congreso una ley para prohibir los abortos en el último trimestre, que actualmente sólo se practican cuando el embarazo supone un riesgo para la salud de la madre o cuando se determina que el feto será inviable.

Trump ha alimentado asimismo el viejo sueño del movimiento antiaborto de lograr que la Corte Suprema revise el histórico fallo "Roe vs. Wade" de 1973, que legalizó de facto la interrupción voluntaria del embarazo en el país, designando dos jueces conservadores para el alto tribunal.

"Cada vez más estadounidenses entienden el carácter sagrado de la vida gracias a historias fuertes como ésta", tuiteó el vicepresidente Mike Pence respecto a "Unplanned".

El 30 de marzo, los diputados del estado de Georgia (sureste) adoptaron una ley que prohíbe el aborto a partir de la detección del ritmo cardíaco en el embrión, algo posible desde la sexta semana de embarazo.

En la mayoría de los estados del país, las mujeres pueden someterse a un aborto hasta las 24 semanas de embarazo.

Además de Georgia, varios estados han adoptado o estudian un texto similar, pero ninguno de ellos ha entrado en vigor hasta el momento, debido sobre todo a recursos presentados ante la justicia por quienes se oponen a esas leyes.