Crítica
Edanco desarrolló su propia ruta artística
En estos días, vimos en Santo Domingo la danza que hacen otros y la que hacemos en el país: danza contemporánea, tradicional, solos, duetos, tríos, performance, danza joven y otras disciplinas. Vimos cuales han sido los caminos por los que han transitado las artes dancísticas del mundo dentro de la programación del XIII Festival Internacional de Danza Contemporánea (EDANCO). También pude aquilatar quiénes son hoy, y tal vez podremos avizorar hacia dónde van mañana.
Ni los huracanes en el Caribe, ni los terremotos en México, se atreven a batallar con los festivales de República Dominicana. Podemos decir, que este es el país de los festivales hace poco acaban de celebrarse el 8vo Festival Internacional de Estatuas Vivas (FESTEVIVAS, único en su estilo que vitaliza, promueve e incentiva el arte callejero en los espacios públicos no convencionales), Festival Internacional de Teatro de la Acción Teatral del Cibao, Festival Nacional de Bolsillo y el Festival Internacional de Cine Fine Arts, Festival Presidente y el Festival Internacional de Teatro Infantil y Juvenil (FITIJ), de los Cúcara-Mácara por citar algunos.
En lo que va de año -aunque no termina el 2017-, además de los ya referidos, se han celebrado otros encuentros como el Santo Domingo Jazz Festival, Semana de Teatro en la Casa de Teatro, Festival Nacional de Teatro Emilio Aparicio, Festival Estudiantil de la Escuela Nacional de Arte Dramático de Bellas Artes, y recientemente culminó Edanco 2017. A este último le dedicaré las siguientes líneas para dejar constancia de una memoria siempre frágil y fugaz, pero necesaria para crear antecedentes.
Un país está vivo cuando guarda su memoria y su historia. Claro, ello implica un sujeto político activo, capa de repensar sus invenciones, reordenar las historias que condicionan el presente y el futuro para crear la fuerza integradora de mitos e ideologías cuando desde una institución cultural registramos la naturaleza de «agente» de nuestros creadores y públicos, reconocemos sus capacidades operantes para generar otras instancias corporativas y así poder traducir, replantear, recualificar y transformar los eventos que atomizan el comportamiento, la vida y la danza. A través de este proceso nos liberamos de la fatalidad del destino.
La XIII edición del EDANCO comenzó el pasado 19 de septiembre con la Compañía Nacional de Danza Contemporánea y su bien logrado espectáculo Defilló inspirado en la obra de pintor dominicano Fernando Peña Defilló, dirigido por la maestra cubana Marianela Boán. Con esta propuesta, convergen distintos modos de asumir el hecho dancístico, es que la danza que tenemos, la que hacemos, la que quieren hacer o la que podemos hacer.
Es un suceso que no podemos ocultar, que el hecho dancístico supone un lugar compartido entre la subversión y la absorción, entre la pasividad contemplativa y la ruptura activa entre Estado y esa multitud, entre la creación y la oferta.
Alguien dijo que la danza no es más que la gente que la hace. Siguiendo esa máxima, podremos reflexionar sobre las maneras de hacer danza e intercambiar secretos del oficio.
Pero, los festivales también son esos momentos, intensos e irrepetibles, donde el artista dialoga con otro ser humano, devenido espectador, y esa es una fuerte razón para encontrarnos en el XIII Festival Internacional de Danza Contemporánea (EDANCO 2017).
Dentro de la programación que pudimos ver destacaron las propuestas nacionales como Defilló de Marianela Boán para la Compañía Nacional de Danza Contemporánea, Inhabitable de Karol Marenco para Endanza Juvenil y la Escuela Nacional de Danza, Yo, desaparezco de la Compañía Nacional de Danza de Michael Foley, Pasarela de Dayme del Toro para Endanza Juvenil, Entre puntos suspensivos de Joel Genao, Feminae de Isabel Martínez para Explicitus y Consigo [misma] de Cindy Sosa.
En el plano internacional matizaron también las piezas como Marasá de Linda Bertoní (Haití), Texturas Urbanas de Imago Danza (Costa Rica), Just Bridges de Zagred Dance Company (Croacia), Igualdesigual del Proyecto Igualdesigual (México), Aquí no vuelan mariposas de Kalus Danza y Hic Et Nunc de S_Danza (Colombia), Bonds de Teatr A Part (Polonia), Intangible de Alexander Ventura para AV/DC (Venezuela) , y culminó el 01 de octubre con la presentación de la compañía Yi-Wen Chou de Taiwán con Innermost y Hugin-Munin, ambas piezas, que desde mi óptica resultaron ser las grandes sorpresas de la noche.
La manera en que abordan la creación busca respuestas a las preguntas que el mundo le fórmula, claro siempre con el pensamiento y memoria. Se trata de una pieza interpretada por dos jóvenes hombres asiáticos. Además, con Hugin-Munin, se nota que es un trabajo sólido y creativo que siempre se plantea una posibilidad engrandecer las aptitudes de la danza. Y es su capacidad creativa.
EDANCO es un festival que ya ha encontrado su propio camino, a pesar de los inmensos problemas socioeconómicos que atraviesa actualmente este país. El encuentro, se ha fomentado en los últimos años, tanto en la producción local, regional como en la producción nacional e internacional.
En casi todos ellos se ha notado el incremento y la presencia de un nuevo público, joven, que ha superado con su continuidad las expectativas de los organizadores e, inclusive la mía propia.
Algunas consideraciones
En primer lugar, debería ser trascendental para el Ministerio de la Cultura y para su actual ministro, desde mi punto de vista, considero que este ente (aún no tiene claro la importancia de la continuidad) del único Encuentro Internacional de Danza Contemporánea que tiene la ciudad de Santo Domingo, no existe otro que se haya mantenido durante trece años con tan poco apoyo institucional, por no decir inexistente.
Es políticamente correcto pensar que las prácticas dancísticas pueden abolir las fronteras como también puede servir para desplazarlas. De un tiempo a esta parte, cuando la praxis creativa ha entrado en una suerte de espiral sin límites hacia la ampliación de sus espacios, sus dispositivos y disciplinas, con una época en la que la pasividad consumista ha alcanzado una expansión que no conoce fin, tal vez le ha llegado la hora a nuestra danza para un cierto cuestionamiento y reajustes de sus propios hábitos.
Segundo por consolidar un evento a partir de una política cultural de Estado que vea a través de la programación interna del mismo, una vía para afianzar el acto de consolidación de una gestión. Por la posibilidad de contar no sólo con aportes directos del Ministerio de Cultura y del Estado para el financiamiento del evento, sino de sumar la fuerza económica de la empresa privada y pública, además de contar con el apoyo de patrocinantes para que el evento sea un proyecto viable, sustentable y donde el Estado sumado con los entes culturales sepan que el recurso invertido va más allá del interés económico sino del crédito de la imagen, y sobre todo el impacto social que produce el EDANCO en el extranjero.
Insisto, el EDANCO ha alcanzado en estos trece años prestigio internacional, impacto cultural, presencia en el exterior, y ha dejado como referencia a República Dominicana como un punto de encuentro anual. No debería ser importante sólo para los organizadores, debería ser importante para todos y en especial para el Estado.
Agradecimientos totales
No puedo terminar sin agradecer a la Casa de Yura en Parque Duarte en la Zona Colonial, allí puedes conocer la otra cara de EDANCO, una casa amena que 365 días del año abre sus puertas en el mismo centro de la ciudad.
Si te fías de este crítico, hazme caso y ve este próximo domingo a comer un sancocho típico dominicano. El local de Yura es Santo Domingo real. Y vete a comer. Como lo hice yo durante los días que duró el festival.
Mis agradecimientos van para ti, querido Yura (por ahora la publicación, el que esto escribe espero que llegue ya el próximo EDANCO para repetir ese sancocho).
Por cierto, ya están anunciados para el año próximo el Festival Internacional de Teatro (FITE) y el XIV Festival Internacional de Danza Contemporánea (EDANCO), también quiero agradecer a todo el equipo organizador Cibeles Sánchez, Nancy Vizcaíno, Xavier Limiñana y al director general del festival, Edmundo Poy por realizar un evento que nos motiva a seguir escribiendo… Pero mientras llega el próximo EDANCO -dedicado a Taiwán-, sigamos danzándole a la vida.