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El engaño de las tarjetas o bonos navideños

Hace un año el gobierno de Luis Abinader prometió el fin de las cajas navideñas que daba el PLD. Dijeron que ese reparto era inhumano, dañino, que la gente se pasaba largas horas en filas y hasta golpes recibían en los repartos.

Piernas rotas, patadas voladoras, empujones…

Y tenían razón. Lo que hacía el PLD en muchos casos estaba mal. Malísimo. Maltrataba la dignidad humana.

Entonces sacaron la varita de los magos y encargaron a Tony Peña Guaba, el mismo de los 100 millones a los artistas, para que ideara un plan. Y en efecto lo hizo: se inventaron unas tarjetas navideñas, unos bonos navideños, de 1,500 pesos por tarjeta. Para dárselas a 1 millón de personas.

Son esas mismas tarjetas las que acaban de anunciar que volverán a dar ahora, en el 2021. Según ellos, por el exitazo que representó el año pasado.

Y como ustedes saben, este es el Farol y aquí les vamos a decir por qué fue un fracaso el año pasado y por qué todo apunta que será un fracaso en este año.

Lo primero es que todo el que anda manejando proyectos sociales de los gobiernos dominicanos lo ve como un botín político, y no como la oportunidad de ayudar a la gente a progresar, a superarse. De ahí que los últimos presidentes, todos, hayan nombrado a políticos y no a técnicos especializados a manejar temas tan delicados.

En lo de políticas sociales hay una línea delgadísima entre ayuda y asistencialismo electoral. Pero bueno, vamos a los datos que prueban nuestras teorías: El año pasado se repartió un millón de tarjetas con el bono navideño. Y los cuentos de que una sola persona se hizo con 4 o 5, hasta 8 tarjetas, abundaron en redes sociales y medios de comunicación.

Ese es el primer fallo.

El segundo es que los políticos no son capaces de desligarse de los repartos. Y como entre políticos se viven ayudando… cogieron las tarjetitas navideñas y se las repartieron entre los alcaldes, los diputados, los gobernadores y los senadores.

Peña Guaba prometió aquella vez que darían el 70% de las tarjetas al Sistema Único de Beneficiarios (Siuben), a Prosoli y los Seguros Sociales. Jejeje, la realidad es que solo le dieron el 27% de las tarjetas.

Esos sistemas son los que saben realmente dónde viven las personas en pobreza. Son los que saben quién no tiene trabajo y tiene 3 muchachos. Quién de verdad está pasando las de Caín.

Pero este gobierno del cambio prefirió dárselas a los políticos de siempre…

A las gobernadoras le dieron 163,000, a la Presidencia otras 101,400, el Plan Social 90,000, a los diputados les dieron 85,600, a los alcaldes 77,200 y a los senadores 28,800.

Y cuando uno mira la entrega que hicieron de esas tarjetas los políticos… siempre salen mejor parados los del PRM. Por ejemplo entre los alcaldes: a Carolina Mejía, a Manuel Jiménez, José Andujar, Cristian Encarnación.

Pero también a Kelvin Antonio Cruz, a Raymundo Ortiz, José Montás y Siquio Ng de la Rosa. Y pregúntenme cuántas le dieron a Abel Martínez, el alcalde de Santiago: cero.

Pero hay más: El Gabinete de Política Social dijo que a las gobernaciones del país se le entregaron 186,200 tarjetas. Cuando se les pidió el desglose entonces dijeron que a Interior y Policía, que es la institución que maneja las gobernaciones, les dieron solo 28,800 tarjetas. Y que también le dieron 135,000 al ministerio Administrativo de la Presidencia.

Entre esas dos instituciones hay unas 22,400 tarjetas que el Gabinete de Políticas no nos supo decir dónde terminaron parando.

Y para este año se han prometido 1,750,000. Es decir… van a dar más tarjetas de las que dieron antes. Y sí, se necesitan, el problema está en los métodos que se utilizan.

Cuando el PLD repartía sus cajas navideñas era lo mismo. Ponían unos furgones y el que llegara primero se las llevaba. Y no importaba si esa gente tenía un empleo o no, si la necesitaba o no. Si podía tomar 3 cajas lo hacía. Si había que tirar las cajas a la garata con puños eso les importaba poco. No había un criterio real de llegar a los más necesitados o en condiciones de vulnerabilidad.

Igual que ahora

En resumidas cuentas, los políticos no tienen criterio para repartir obras o recursos sociales. Y eso es porque normalmente están pensando en las siguientes elecciones, en sus amigotes y en la familia.

Y antes de que nos digan que los del PLD lo hacían peores les diremos que ustedes prometieron hacerlo mucho mejor. El cambio, ¿recuerdan?

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