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Hace 24 años que no clasifican al round robin los cuatro equipos tradicionales

La última vez que esto ocurrió fue en la temporada 1999-2000, marcando el fin de una era en la que la hegemonía de estos conjuntos era indiscutible

Emilio Bonifacio, Juan Lagares, Junior Lake y Miguel Sanó, son jugadores claves de sus equipos.

Emilio Bonifacio, Juan Lagares, Junior Lake y Miguel Sanó, son jugadores claves de sus equipos.

La Liga Dominicana de Béisbol Profesional (LIDOM) vivió por última vez hace 24 años un escenario donde los cuatro equipos tradicionales (Tigres del Licey, Águilas Cibaeñas, Leones del Escogido y Estrellas Orientales) clasificaron juntos al round robin.

La última vez que esto ocurrió fue en la temporada 1999-2000, marcando el fin de una era en la que la hegemonía de estos conjuntos era indiscutible. Desde entonces, el panorama competitivo ha evolucionado drásticamente, dando paso a que los equipos de expansión, Toros del Este y Gigantes del Cibao, tengan más protagonismo en la liga.

Esa racha podría romperse en esta temporada, pues si la campaña finalizara hoy, serían los cuatro tradicionales que clasificarían al round robin, aunque quedando prácticamente la mitad del calendario, claramente no sería sorpresa que la seguidilla de que no aparezcan juntos en la semifinal continúe.

Ahora bien, ¿qué ha pasado en esos 24 años?

El dominio de Licey y Águilas (2000-2009)

La primera década del siglo XXI fue protagonizada casi exclusivamente por Tigres y Águilas, dos franquicias que se convirtieron en el epicentro de la competitividad en LIDOM. Durante este período, estos equipos se repartieron la mayoría de los títulos, consolidando su rivalidad como una de las más intensas en el béisbol caribeño.

El Escogido, por su parte, vivió uno de los períodos más sombríos de su historia, acumulando 18 años sin saborear la gloria de un campeonato. Este prolongado ayuno convirtió al equipo rojo en un espectador habitual de las finales, mientras las garras felinas y las alas amarillas se alternaban como campeones. 

En tanto, las Estrellas Orientales mantenían su lucha, pero seguían siendo consideradas el equipo más desafortunado del circuito, cargando con una sequía de títulos que se remontaba a mediados del siglo XX.

El resurgir del Escogido (2010-2016)

El dominio exclusivo de Licey y Águilas se rompió con el renacimiento de los Leones, quienes durante este lapso se convirtieron en la fuerza dominante de la liga. 

De la mano de una gestión revitalizada y un enfoque renovado, el equipo escarlata logró conquistar cuatro campeonatos en un período de siete años (2010, 2012, 2013 y 2016), devolviendo la alegría a una fanaticada que había esperado casi dos décadas para celebrar.

Este resurgir marcó un cambio significativo en el balance de poder dentro de LIDOM. Mientras tanto, las Estrellas Orientales seguían luchando por superar su racha sin títulos, mientras que los Gigantes del Cibao y los Toros del Este comenzaban a construir equipos más competitivos.

La liga más equilibrada (2017-2022)

En esta etapa, LIDOM alcanzó un equilibrio competitivo inédito. Todos los equipos lograron conquistar al menos un título, un reflejo de la paridad que se instauró en la liga.

Los Toros emergieron como campeones en 2020 con un desempeño histórico, mientras que los Gigantes lograron levantar el trofeo en 2015 y 2022. Las Estrellas, por fin, rompieron su maldición en 2019 tras 51 años sin títulos, desatando una explosión de júbilo en San Pedro de Macorís. Tigres y Águilas, aunque presentes en el panorama competitivo, tuvieron que compartir protagonismo con estas nuevas fuerzas emergentes.

El regreso del dominio azul (2022-actualidad)

Desde 2022, los Tigres del Licey han retomado su lugar como el mejor de LIDOM, logrando títulos consecutivos que reafirman su condición de la franquicia más laureada del béisbol dominicano.

Hoy, el béisbol dominicano se enriquece con una diversidad competitiva que lo convierte en una de las ligas más emocionantes del Caribe, aunque con la nostalgia de aquellos tiempos en que los tradicionales marcaban la pauta.