a tiro de hit
40 aniversario de un super equipo
En 2024 se conmemora el aniversario 40 de uno de los equipos más dominantes de la era divisional y el único campeón de los Tigres de Detroit en casi 60 años.
Ese “trabuco” dirigido por Sparky Anderson inició la temporada de 1984 con marca de 35-5 en sus primeros 40 partidos y se convirtió en el primer equipo que hacía un “punta a punta” desde que se estableció el sistema de divisiones de 1969.
En los últimos días de los entrenamientos para la estación de 1984, la gerencia de los Tigres hizo un movimiento que resultó clave en sus aspiraciones: La adquisición del relevista puertorriqueño Willie Hernández desde los Phillies de Philadelphia.
El zurdo había sido un relevista del montón hasta ese momento, pero todo cambió cuando llegó a su nuevo equipo. Armado de un efectivo lanzamiento de “screwball”, Hernández participó en 80 partidos y lanzó 140.1 entradas como relevista, carga de trabajo impensable en esta época. Tuvo récord de 9-3, 1.92 con 32 salvamentos en 33 oportunidades, y al final de la temporada fue seleccionado Jugador Más Valioso y ganador del Premio Cy Young de la Liga Americana.
Pero el boricua no estaba solo. Diariamente, Anderson enviaba al terreno una alineación temible, pese a que ningún jugador de ofensiva tuvo una actuación de “MVP”. Kirk Gibson, el receptor Lance Parrish, el inmortal Alan Trammell, Lou Whitaker y Chet Lemon eran las principales figuras en el ataque.
La rotación era encabezada por el miembro del Salón de la Fama Jack Morris, quien tiró un no-hitter en el cuarto partido de la temporada, y también contaba con Dan Petry y Milt Wilcox. Entre esos tres, obtuvieron 54 triunfos, mientras que el panameño Juan Berenguer agregó 11.
El mexicano Aurelio López (10-1, 2.94) formó un tremendo dueto con Hernández en el bullpen. Entre ambos, trabajaron casi 280 entradas.
Aunque el equipo llegó a perder siete de nueve en julio y tuvo un récord de alrededor de .500 en agosto, dominó cómodamente la División Este de la LA durante todo el trayecto, terminando con ventaja de 15 juegos.
En los playoffs, el dominio fue casi absoluto. Los Tigres barrieron a los Reales de Kansas City en la Serie de Campeonato y derrotaron a los Padres de San Diego en la Serie Mundial, ganando cuatro de cinco encuentros.
Lo que lució inevitable desde que los Tigres ganaron sus primeros nueve partidos de la estación, se convirtió en realidad en octubre.